💣𝙴𝙻 𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝙼𝙰𝙵𝙸𝙰🔫 (𝐘𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧) ~Oᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ~

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(Narra Jimin)

Mis manos estaban esposadas tras mi espalda, mientras era rodeado por al menos cinco guardias y Chungha que iba frente a mi.

Observaba los luminosos pasillos de aquella mansión subterránea, mientras tarareaba la canción que más me encantaba en esos momentos. Filter es una canción que no terminé de componer y deseaba hacerlo una vez estuviese librado de toda esta bola de imbéciles y buenos para nada.

Llegamos hasta la salida, donde se encontraba un jet listo para despegar junto a otros dos, muchos miembros de la mafia rusa esperando indicaciones y Hye frente al jet principal, sonriendo ladina mientras sostenía un arma entre sus manos y jugaba con ella. Sin duda una escena ridícula para alguien que no sabe actuarla.

Le falta clase.

Al detenernos frente a Hye, no detuve mi melodía, me estaba deleitando con arte y yo soy arte, ¿Por qué no mostrarlo cuando hasta mi vestimenta actual lograba ese cometido?, Sonreí tranquilo cuando llegue al final de mi canción.

- ¿Terminaste? - Escuché a Hye, con un tono irritante y amaba saber que soy el causante de todas las sensaciones negativas de la maldita loca.

- ¿Por qué?, ¿Quieres escuchar más de mi? - Le respondí.

- No querido, el dejar de escucharte será música para mis oídos, pero mientras estés aquí aún parloteando, siento que mis tímpanos explotarán en cualquier momento...

- Admite que soy el alma de este lugar Hye, sin mi nadie tiene que admirar, que temer o mucho menos el arte con el cual deleitarse día a día...

Una suave y lejana risita se dejó escuchar de uno de los guaridas, pero sufrientemente perceptible para Hye y mi persona. Sonreí ladino al notar que muchos estaban de acuerdo con mis palabras y que jamás nadie admitía la realidad por miedo a Hye, pero que si todos lo pensaban.

Regresé la mirada a Hye, quien me observaba con furia inyectada en sus ojos, como era ya común en ella.  Yo sabía perfectamente que  Hye es una mujer hermosa, con un estupendo cuerpo, no se notaban sus años encima y menos la vejez, pero era una mujer tan arrogante y odiosa que nadie toleraba, mucho menos sus empleados. Mientras tanto, yo era consciente que mis atributos delicados a pesar de ser hombre son mucho mejores que los de ella, mis encantos son superiores y mi dualidad es envidiable.

Soy la envidia de cualquiera y no me importa admitir mi arrogancia. Digo la verdad y el que yo sea guapo, atractivo, sexy no es mi culpa.

- Es mejor que hagas bien la misión Jimin. Porque seré yo misma quien te mate si algo falla...

- No te preocupes Hye, que regresaré, pero a matarte con mis propias manos y cuando eso suceda - Me acerqué lentamente hasta su oído, siendo apuntado por todos los guardias y sintiendo su arma chocar en mi abdomen, importandome poco o nada - Disfrutaré de verte sufrir lentamente sin importarme una mierda que seas mi madre. Hye llegará a su fin.

Susurré suavemente sobre su oído, lo cual ocasionó escalofríos en su cuerpo por la forma en que su arma flaqueó en mi abdomen, su aroma se volvió agrio por la cólera que empezaba a sentir y yo simplemente disfrutaba de hacerla enfurecer.

Cuando me aleje un poco, quedé siempre frente a ella, sonreí mostrándole mi amado eyesmile, mientras ladeaba mi cabeza y después le guiñaba un ojo. Solté una sutil risita aguda que podía llegar a enternecer, pero en esta ocasión... Causó temor en muchos, puesto que después mi rostro cambio totalmente.

- Nos vemos pronto... O en el infierno madre.

Dije antes de ser llevado hasta el jet por la misma Chungha, la cual note en algún momento sonrió por mis palabras. La ignoré como estuve haciendo en todo momento, no pensaba soltar una sola palabra más frente a ella.