💣𝙴𝙻 𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝙼𝙰𝙵𝙸𝙰🔫 (𝐘𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧) ~Oᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ~

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(Narra Yoongi)

Me levanté de la cama con pereza y deseando dormir más, pero sabía que tenía muchas cosas por hacer.

No salí de la habitación durante tres días con mi bebé, así que estoy más que seguro que este lugar es un caos.

Entre a la ducha y me bañé rápidamente, al salir con la toalla enrollada en mi cintura, vi a Minnie sentado en la cama, soltando un bostezo y restregando sus ojitos. Se veía tan malditamente adorable que no resiste apretujarle las mejillas y repartir un sin fin de besos en su bello rostro.

- Haz amanecido de buen humor cariño, ¿Soñaste conmigo? - Me preguntó burlón.

- Siempre sueño con el amor de mi vida - Le guiñe un ojo y el río divertido mientras ocultaba sus ojitos en dos finas líneas. - Vamos bebé, levántate, tenemos cosas que hacer ahora y además, Mark vendrá hacerte revisión en unas horas - Le recordé y él se levantó. Dejando ver toda su desnudez, mordí mi labio para no lanzarme a él y hacerle el amor otra vez, debía controlarme.

Lo vi entrar a la ducha, segundos después asomó su rostro por la puerta y me vio con el ceño fruncido. Lo vi con curiosidad y me lanzó algo al rostro, lo quité y noté que eran mis bóxer, quise reír pero me contuve.

- ¿Cuántas veces te he dicho que no dejes la ropa tirada en el piso Min? - Escuchar mi apellido de sus carnosos labios me ponen... - ¡Te estoy escuchando pervertido! Y no bromeó, si vuelves a dejar la ropa tirada, la tomaré y la lanzaré desde la ventana para que te dé vergüenza frente a toda la mafia.

Bueno eso no me causo gracia, mi tonta sonrisa se borró y lo vi entrar otra vez con un semblante sumamente molesto, debía cuidar lo que hacía. Pero siempre fui desordenado y aún me cuesta acostumbrarme a no dejar tirado todo. Jiminie lo hace por mi, pero después su pancita no lo dejará ver el piso y...

- ¡Min! - Reí divertido por qué sí, estaba dejando que entrará en mis pensamientos para molestarlo, pero al parecer la diversión no era compartida.
Me vestí y peine mi cabello, a los minutos Jiminie salió de la ducha y sin voltear a verme entro al clóset, fui tras él pero me cerró la puerta en el rostro, yo reí y lo escuché soltar un tierno gruñido.

- Ya amor, no te enojes, sólo bromeó y tú lo sabes - Traté de persuadirlo, pero creo que no está funcionando.

- ¡Me dijiste gordo! - Estaba en shock ¿En qué momento dije eso?

- No te dije...

- ¡Si! - Su gritó me dejó callado - ¡Dijiste que después mi pancita no me dejaría ver el piso! - Y entonces todo cobró sentido para mí, quise reír, pero me contuve.

- Lo siento bebé, no quise decirte gordo, vamos no te enojes, sabes que solo bromeaba - Esperé una respuesta que nunca llegó - ¿Minnie? ¿Amor? - Podía sentir como una tristeza se acentúaba en mi pecho y un jalón en nuestro lazo se hizo presente - ¿Bebé, estás llorando? - Toqué un par de veces pero no me abrió. Entonces todo ratro de burla desapareció.

Así que busqué las llaves de repuesto y abrí sin esperar un segundo más, fui recibido por montones de ropa, y un Jiminie hecho bolita en una esquina del cuarto, con sus mejillas rojitas y mojadas en lágrimas.

- Cariño, no llores bebé... Mira...

- ¡Déjame solo Min! - No le hice caso y me acerqué como pude, me senté a su lado, esperaba que me recibiera con golpes, gritos, insultos y de todo, pero no me esperé que me abrazara en el instante mismo en que me senté a su lado.

Lo abracé y lo arrulle, mi mano acariciaba su espalda con delicadeza, mientras su rostro se hundía en mi cuello, sentía cosquillas cuando su naricita se paseaba por todo mi cuello.