💣𝙴𝙻 𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝙼𝙰𝙵𝙸𝙰🔫 (𝐘𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧) ~Oᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ~

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(Narrador Omnisciente)

El eco de sus risas, las palabras lejanas, pero dulces, el suave sonido de sus respiraciones entre cortadas, el delicado rocé entre sus pieles.

Los sentimientos se sienten como en una montaña rusa. En un momento estás arriba, sintiendo muchas emociones inesperadas, te deslumbran por la increíble vista, el hermoso panorama, te encanta por la sensación de ansiedad y anticipación, pero cuando baja, sientes ansiedad, una sonrisa fingida por la cantidad de adrenalina y emociones acumuladas en tu cuerpo, aveces esas sensaciones de bajada, son negativas, de agonía, desesperación, falta de aire y dolor.

Esas eran las sensaciones que Park Jimin y Min Yoongi, habían sentido desde que se conocieron por primera vez.

Sentimientos... De una montaña rusa.

Justo en ese momento, estaban abajo, en la negatividad, en lo doloroso, desgarrador, en un momento donde aquella montaña estaba averiada y no tenía una reparación pronta, donde demoraría un largo tiempo indefinido.

Sus ilusiones se veían rotas, sus destinos estaban lastimados, sus almas estaban dañadas. Pero su amor seguía intacto, seguía firme y seguiría siempre unido.

Aquellas sensaciones de ida y vuelta. Las sensaciones de un tornado era lo que los identificaba a ambos. Sensaciones que un día estaban y otro día no.

En lo profundo de aquel lago, Jimin abrió sus ojos y sintió la falta de oxígeno, empezó a luchar por salir de ahí, su cuerpo de movía en desesperación, la sensación era horrible, desesperante y solo quería salir de ahí cuánto antes.

Hasta que su cuerpo logró sentir el aire entrar con dificultar en su cuerpo. Pudo ver cómo tres helicópteros se alejaban, aún con su pecho doliendo, con la falta de aire, sonrió y sintió alivio de saber que sus amigos y su Alfa estaban a salvo y que no caerían en manos de aquella maldita bruja.

Una lancha se acercó hasta él, Jimin volteó y levantó la vista, viendo a Chungha en primer instancia, quien sonría ladina, sin mostrar expresión alguna, solo una sonrisa sutil.

El Omega subió a la lancha, con ayuda de la Alfa, se dejó caer sobre la base y soltó el aire, viendo la oscura y fría noche, sentía el dolor, culpa, y miedo de su Alfa, así que cerró sus ojos y le trato de transmitir todo sentimiento positivo, asegurándole que estaba bien y que no debía sentirse culpable de nada.

El alivio recorrido en su cuerpo, junto a una sensación cercana a la tranquilidad, combinada con preocupación, que sabía pertenecían a su amado. Jimin sonrió y se dijo así mismo que todo lo hacía por ellos y que si debía volver a planear un plan, lo haría, hasta salir de ahí.

- Sabía que este día tratarías de huir Jimin. Lo que no sabía... Es que lograrías quitarle sus juguetes a la jefa, ¿Sabes lo furiosa que está?, No encontró al señor Min y eso... La tiene de malas...

- Me importa una verdadera mierda - Respondió el Omega.

- Lo sé, así que prepárate, porque la jefa esta vez no te perdonará, aún si eres su hijo y la retas, no se tocará el corazón para matarte.

- Me sigue valiendo una verdadera mierda - Volvió a responder el Omega.

Chungha asintió y río bajo. Llegó a la orilla y ahí ya lo esperaban muchos guardias para llevarlo con la jefa. Jimin estaba más que consciente que su vida ahora si estaba entre la vida y la muerte y que aunque todo parecía marchar bien en su plan, en su vida no todo siempre iba bien.

Al estar en tierra firme, Jimin fue apresado de sus manos y pies, para después llevarlo casi arrastras de regresó aquella mansión, aquel maldito encierro del que casi logra salir.