💣𝙴𝙻 𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝙼𝙰𝙵𝙸𝙰🔫 (𝐘𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧) ~Oᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ~

🔫 13 🔫

(Narrador Omnisciente)

Un Alfa peligris, se despertó cerca de las 3:00am.

Con pereza se levantó y fue al baño, hizo sus necesidades, lavo sus manos y regresó a la cama, pero cuando llegó vio a su hermoso Omega sólo en boxer, tal como le había pedido que se acostará, la sabana solamente tapaba una parte de las piernas del menor, dejando a la vista del Alfa todo ese escultural cuerpo.

Relamiendose los labios el mayor, vio todo el cuerpo de su chico, no era ciego y claro que había notado lo hermoso que es su Omega.

Jimin era un Omega que a cualquiera dejaba sin aliento, su cabello negro como la noche, sus ojos muy expresivos y de un color grisáceo, su nariz de botón y sus mejillas regordetas le daban una apariencia tierna, sus labios esponjosos y rosados. Y que decir del resto de su cuerpo, Park Jimin, tenía buenos dotes por donde lo vieran.

Su pequeña cintura, sus piernas gruesas y fuertes, pero lo que nadie dejo pasar desapercibido es el muy prominente trasero del Omega, el chico se cargaba una retaguardia que cualquiera envidiaría.

La piel clara del chico contrastaba perfectamente con todos sus rasgos físicos y su delicioso aroma a caramelo y miel, hacían la combinación perfecta, para describir a semejante escultura esculpida por los mismísimos dioses.

El Alfa ya había sentido su miembro muy despierto, adolorido y deseando calmar esos malestares y deseos con su hermoso Omega. Se acostó detrás de su chico y se apego muy descaradamente detrás de él, posó su brazo sobre el abdomen plano y bien marcado del azabache, inició con un toque delicado sobre los brazos de este, para ir bajando lentamente hasta sus piernas, acariciando lentamente. Dejando un rastro de húmedos besos por toda la nuca y hombro del menor, ocasionando con todos esos toques que el Omega despertará.

- ¿Qué haces Alfa idiota? - Habló un muy soñoliento Omega.

- Jiminie... - Llamó el mayor con voz ronca y deseosa.

- Eres un calenturiento Yoongi.

- Jimin, te necesito ahora cariño - El Alfa no estaba en celo, pero el haber visto a su querido Omega semidesnudo desperto a su gran amigo de ahí abajo, ocasionando sus deseos carnales.

El Omega ya sentía su cuerpo caliente y lleno de exitación, por lo que sin decir nada más, se dejó tocar por su Alfa y ser amado nuevamente entre aquellas sábanas. Soltando un gémido de placer, le indicó al mayor que sus toques habían dado resultado, sin esperar más, lo volteó lentamente y se posicionó entre las piernas del menor.

Inicio con un lentó vaivén entré sus miembros, creando una fricción placentera en ambos y gimiendo gustosos, deseando por más.

El Alfa unió sus labios con los del Omega, iniciando un, amoroso y apasionado beso, cargando un deseo inexplicable entre ambos.

Sus emociones eran fascinantes a través del lazo formado entre ellos, sentían todo el amor y deseo carnal entre ambos.

El mayor bajo su mano hasta las piernas del Omega, acariciando y apretando a su antojo, sus besos bajaron hasta el terso cuello del menor, besando en el proceso con una inmensa dulzura su marca de unión, aquella que los une de por vida.

Sus labios llegaron hasta las clavículas del Omega, dejando besos en esos hermosos lunares que le encantaban al mayor, fue bajando hasta los rosados botones, lamiendo y estimulandolos con su lengua, labios y manos. El chico azabache, jadeaba y suspiraba de puro gusto, deseando más, pero encantado con la manera tan dulce y lenta con la que su lindo Alfa lo estaba tocando y tratando.

Los labios del mayor llegaron hasta el vientre del Omega, repartiendo amorosos besos, deseando algún día ver a su lindo chico con una hermosa pancita y llevando a sus cachorros.