Capítulo veintiuno: Land.

213 14 0
                                    

*anteriormente en Dos Palabras.

→Harry y Mei irían a Land.

*la nota del final es importante ; - ;

Era el gran día en el cual cumplían cuatro meses de novios y nadie ni nada podría arruinar este lindo día. El reloj marcaba las 9:06 cuando Harry estaba tocando la puerta con sus nudillos. Y Mei, aún algo dormida lo recibió a él y a la pequeña niña que se escondía detrás de la pierna de su novio. Su hermanita.

-Hola, Gemma-La saludó con una cálida sonrisa-. ¿Cómo estás?

Ella no dijo nada, sólo tenía su ceño fruncido mirando desde arriba a abajo a la persona que tenía en frente. La novia de su hermano.

-Gemma no seas grosera-La reprendió el rizado-. Discúlpala... estoy seguro de que después se le pasará.

Mei asintió sin dejar de sonreír. Tomó su maleta y salió. Por la mirada de su novio sabía que él no estaba completamente contento con que viniese su hermanita. A ella no le molestó en absoluto.

De pronto el celular de Harry sonó y contestó.

-¿Hola?

-Hola bebé, ocurrió algo de último momento.

-Sí, dime.

-Mañana debo presentarme con Gemma en la escuela. Al parecer no están creyendo lo que decimos y quieren preguntarle personalmente. ¿Dónde están?

No era que Harry no quisiese a su hermanita... pero una parte de él agradecía eternamente que este viaje sería sólo de ellos dos.

-En el aeropuerto, saldremos en veinte. Te daré con ella para que le digas.

-Está bien.

Harry le pasó el celular y vio las muecas que hacía, hasta escuchar sus reproches. La madre de Gemma pasaría por ella ahora mismo.

-Hey-Le dijo su hermano mirándola-, en otra oportunidad iremos, ¿sí?

Con un mohín ella asintió y limpió sus mejillas. Anne pasó cinco minutos después y se la llevó.

Le daba ternura darse cuenta de que Mei estaba triste por la hermana de Harry.

-Ahora estaremos solos-Musitó en su oreja y sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal.

[***]

El viaje en avión había sido normal y corto; dos precisas horas. Y dos hermosos días para ellos solos. Quizá qué cosas pasarían. Y cuando llegaron al hospedaje de Land, vieron la hermosa y pintoresca habitación que tenían. Una cama matrimonial, un sofá en forma de L, televisión, baño y otros muebles. Una sonrisa se dibujó en la comisura de los labios del rizado. Dormirían juntos. A menos que Mei fuese lo suficientemente cruel como para hacerlo dormir en el sofá.

-¿Te gusta?-Preguntó dejando las maletas en el suelo.

-S-sí-Musitó aún inspeccionándola-. Está linda.

-¿Dormiremos juntos? porque si te molesta puedo dormir en el sof-

-Juntos. Te dije que... quiero cambiar.

Amplió su sonrisa. Porque sabía que ella podría querer dormir sola.

-Como hoy cumplimos cuatro meses, deberíamos hacer algo.

-¿Cómo qué?

-¿Ir al parque?, o bueno, estamos en el, así que... ¿bajar al parque, pasar la tarde ahí, cenar y después ver películas?

-Perfecto.

Bajaron con sus manos entrelazadas. Y él pensaba en lo maravilloso que se siente unir tu mano con la persona que quieres. Es una calidez indescriptible, una conexión única e íntima. Y obviamente las mariposas revolotean en el estómago, haciéndote ver cuán importante es para ti esa persona.

-¿Primero la montaña rusa?

-¿Q-Qué?, n-no. No hay manera de que me convezcas.

[***]

-Bueno, quizá podías.

Harry rió mientras el joven de seguridad ponía los seguros del carrito. La montaña era gigante. Apretó la mano de Mei con suavidad para ver si lograba tranquilizarse un poco. Y cuando comenzó a andar, ella casi corta su mano de lo fuerte que la apretaba, e incluso se sorprendió de su fuerza.

Cuando el carrito llegó a la cima increíblemente inclinada, y bajó con rapidez extrema, sintieron la adrenalina en su pecho, esparciéndose por las venas. Mei gritaba, y Harry también, pero en cambio él iba sonriendo y soltando un "¡Whooooa!", y a ella... pues como si estuviesen apuñalándola.

Cuando el recorrido terminó, el pelo de Mei estaba disparado hacia todas partes.

-¿Te gustó?

-¡No!

Los próximos juegos fueron más calmados pero eso no significó que la dosis de adrenalina fuese menor. Los más tranquilos se basaron en mimos y muchos besos, algunos más subidos de tono que otros. Y por fin cuando fueron al restaurante del parque, se sintieron aliviados y devoraron todo.

-¿Cómo la has pasado?-Sonrió.

-Excelente para tener vértigo.

-Mañana... podríamos... ¿Qué quieres hacer?

-Hm... caminar por ahí, algo más relajado.

Y cuando acabaron fueron a la habitación. Y se lanzaron a la cama. Obviamente el rizado no tardó en besar a Mei, la cual en ningún momento se apartó. Y poco a poco fueron subiendo de tono. Mei abrió un poco sus labios para recibir la lengua traviesa de Harry y sentir las caricias que esta le proporcionaba.

Harry tenía claro que no podía avanzar mucho... ni tener más acción. Porque ella no se lo permitiría ni en un millón de años. Pero no por eso, los besos le subían sus palpitaciones. Él era hombre... y le pasaban cosas. Claramente. Y cuando la sesión de besos acabó, se acomodaron quedando abrazados.

********

Perdónnnnnn por el capítulo asqueroso. Pero les seré sincera; lo escribí rápido para subirlo porque quería subir ;-; ♡, decidí que la novella llegaría hasta el capítulo treinta aproximádamente y luego comenzaré con un nuevo proyecto (bueno tengo dos en mente) que serán no-fanfic chan! Pero que estoy emocionada porque buenooo mis primeras no-fanfic. Yyyyy lo mejor de todo es que ya tengo algunos capítulos porque nunca más haré una novela sin tener como mínimo diez caps;-;

Y bueno esooo♡ las adoro♥

También quiero decir que este "cap" *cof no parece eso cof* lo tomen como algo pequeño para desarrollar un poco la historia y sepan también de qué trató la celebración de los cuatro meses (?).

Dos Palabras | HS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora