Capítulo catorce: Perdón.

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El día era nublado; pero no había aquél viento tan gélido como en algunas ocasiones.

Harry en una oportunidad se topó con Tabitha y antes de que esta pudiese abrir su vanidosa boca, se marchaba donde su novia, la única compañía que quería.

Últimamente, desde que Meiran defendió a Mimi, la última había estado más afable con ella (en lo que cabía de su personalidad fuerte) y hasta incluso le sonreía.

—¿Cómo va todo con Harry?—Le preguntó Jess.

—Normal, lo de siempre.—Contestó con una sonrisa.

—¿Aún no tienen sexo?—Susurró.

—¿¡Q-qué!? N-no.

—Es algo normal Mei—Soltó una risa traviesa—, ¿no te da curiosidad saber cómo es el abdomen de tu novio?

—Yo...—Se sonrojó.

—Oh... vamos... mira, ven.

Le tomó la mano y la arrastró al patio donde estaba la clase 2-A en su clase de deportes.

—Mira—Señaló al grupo de hombres—, están en la unidad de basketball y te digo que Harry es el mejor de todos.

Ahí estaba Harry sudando con rizos pegados a su rostro, sus ojos verdes mucho más claros a causa del sol.

—Están por terminar... ahora viene la mejor parte—La arrastró detrás de un árbol—. En mis tiempos de seguidora de Harry aprendí su horario de deportes. Sí, muy psicópata.

Ambas rieron, pero pararon al ver que unos cuatro chicos se sacaban la playera de basketball.

Uno de esos era él. Harry.

Mostró su abdomen y este estaba algo trabajado; los oblicuos marcados (o también conocida como la línea V) y algunos abdominales se veían firmes. Perfecto.

—Es hermoso.—Susurró Mei.

—Lo es... Pero tengo a mi Dan.

Ella sonrió.

—No debí haberte mostrado a Harry... ahora querrás sólo follártelo... es broma.

Soltó una carcajada. Mei se sonrojó (como si fuese novedad).

Harry tiró sus sudados rizos hacia un lado y se fue a cambiar.

—Hm... vamos que te tientas.

Se devolvieron y tocaron para el primer receso.

—Pero lo que quería decirte—Dijo en un casi susurro—, ayer con Dan... ya sabes.

Mei abrió los ojos más que sorprendida.

—¿¡En serio!?

—Sip. Por eso si te fijas anda feliz de la vida...

Ambas rieron y siguieron conversando.

Hasta que tocaron y fueron a cambiarse para su hora de gimnasia. Unos shorts azules marinos y una playera blanca.

—Y una mierda—Espetó Jess—, ¿estas cosas crecen con el agua o la puta playera es la que se achica?

Mei sólo rió mientras veía como su amiga trataba de acomodar sus senos bien.

De pronto vio que los de la clase 2-A veían a alguien. Tabitha. Los shorts eran muy cortos de todas formas.

Y entre esos hombres estaba Harry, sintió una punzada en su estómago. ¿Él también miraba a la modelo?

Suspiró y fue al baño a lavarse la cara. Y al entrar dio un respingo al sentir que alguien la tomaba por detrás.

Dos Palabras | HS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora