Capítulo ocho 1/2: Improvisada salida.

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Las clases transcurrieron normales. Harry trataba de besar a Meiran pero ella se corría. No le gustaba ventirlar su privacidad y la de Harry con los demás.

Hoy Meiran trabajaba hasta tarde. El clima estaba frío y el sol ni un rayo mínimo daba. Harry la dejó en la pastelería. Pero antes él la arrastró hacia un callejón. La apoyó contra la pared y la besó.

—Me debes algo...—Musitó luego de besarla.

—¿Qué...?

—Un-be-so.

—Ya te di uno...

—Uno francés.—Dijo y la besó. Mei se dejó guiar por él.

Sus labios se movían a lados contrarios, y luego de un rato, Harry fue introduciendo su lengua un poco. Mei, sonrojada, se dio cuenta y comenzó a abrir un poco su boca, y sintió la cálida y húmeda lengua del rizado. Con recelo, ella movió la suya, tratando de no parecer babosa. Así pasaron un buen rato hasta que la respiración se les agotó.

—¿Te gustó?

Mei tenía los labios levemente hinchados y de un color carmín muy tierno. Harry mantenía su rosa original en los labios.

—S-Sí.—Musitó sonrojada—D-debo ir a trabajar, n-nos vemos.

Harry sonrió mostrando sus hoyuelos, finalmente se fue.

***

Jess había propuesto ir por el fin de semana a la playa; era Viernes. Mei no estaba al 100% segura. Pero luego de cientos de insistencias de Jess, Dan, y Harry –el más importante– aceptó. Llamó a su madre quien tenía el día libre y le avisó.

—¿Irás con tu novio?—Preguntó.

—N-No es mi novio.

Pudo sentir la sonrisa de su madre al otro lado del teléfono.

—Yo te prepararé el bolso. Incluso te iré a comprar un bañador, no usarás ese traje de baño de monjas.

—No insultes mi traje y, ese llevaré.

—¡Qué lástima! ¿Oíste eso?, tu traje se rompió accidentalmente—Soltó una pequeña risa—. Y ups, ahora se ha caído a la basura.

—Malvada.—Musitó.

—Bien... debo ir a comprarte cosas, hija. Te quiero, ¡Adiós!

—¡Mamá!—Y colgó. Suspiró.

Dio un respingo al sentir unos brazos alrededor de su cintura por detrás. Harry. Lo sabía por el exquisito y varonil olor que tenía gracias a su bendito perfume. Acercó su boca a la oreja de ella. Mei se estremeció al sentir la cálida respiración y cómo esta mordía suavemente el lóbulo de su oreja.

—¿Ha pasado algo?—Musitó apoyando su cabeza en el hombro de Meiran.

—N-No. Hablaba con mi madre. ¿Me acompañas después a buscar mi bolso?

—Claro.—Contestó y plantó un beso en su cuello.

Después de clases todos fueron a buscar sus cosas. Irían en el auto de Dan, que era cómodo y perfecto para cuatro personas.

Al estar ya todos con sus bolsos, Jess dio un importante aviso.

—Vendrán Mimi y Josh—Sonrió y pequeños hoyuelos se formaron—. Así que Mei, tendrás que irte en las piernas de Harry.

Jess levantó sus cejas.

—¿¡Q-Qué!? Yo no pue-

—No hay problema.—Le interrumpió Harry.

Dos Palabras | HS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora