-¡Buenos días!
Mei parpadeó un poco y vio a su novio encima suyo, recargando su peso en sus codos. Su cabello estaba revuelto y él lucía condenadamente atractivo. La luz se colaba por la ventana, por lo que sus ojos verdes se veían mucho más perfectos. Sonrió con algo de timidez, tenía claro que quería cambiar y dejar de ser ridículamente tímida y fría, quería comenzar a tener demostraciones de afecto o ser la de la iniciativa.
Así que no le respondió, sólo le sonrió, se paró y con rapidez fue al baño, se cepilló los dientes, lavó su cara y arregló un poco su cabello. Al salir Harry estaba sentado en la cama con una expresión confundida. Y más se confundió cuando vio a su novia acercarse a él y sentarse en su regazo; posicionando sus brazos alrededor de su nuca. La sonrisa no se despegaba de su rostro. El rizado estaba casi-mudo preguntándose qué pasaba con Meiran. Y cuando iba a preguntarle, plantó sus labios contra los de él, un beso completamente suave y romántico. Y después de unos segundos besándose, se separó y sin dejar de sonreír, dijo:
-Buenos días.
《¿Se sentirá mal?, ella no actúa así.》
Harry sonrió también, amó lo que hizo. Por más de raro que haya sido, cosas así hacían quererla más. Ahora él la besó con un poco más de intensidad y como todo hombre, le pasan cosas. Y al parecer ella lo notó porque al separarse tenía un tierno carmesí en sus mejillas.
-No haré nada que tú no quieras-Le aseguró, y aún con ella sobre él, la dejó recostada en las blancas sábanas.
La apreció y era totalmente hermosa para él. Su cabello que ahora estaba en semi-melena, se esparcía en las sábanas, y su blusa celeste del pijama estaba levantada un poco, dejando ver un poco su abdomen, cómo le encantaba esa nívea piel. Y qué decir de ese short del mismo color que le dejaba apreciar unas piernas perfectas y delgadas.
-Sólo déjame besarte-Agregó y ella asintió, al sentir sus suaves labios besándola con pasión y cariño.
Todo fue más intenso cuando la lengua de Harry se hizo camino hacia la de Mei. Besaba condenadamente bien... y amaba los besos franceses. Ella enredó sus manos en los rizos de él, y Harry tenía los brazos a cada lado de ella.
Mei se avergonzó cuando soltó un pequeño gemido cuando Harry se presionó un poco sobre su pelvis. Y sabía que el dolor y cosquilleo ahí significaba nada más y nada menos que excitación. Pero realmente aún no se sentía preparada para eso, y cuando necesitaban descansar, ella pidió el desayuno al cuarto, el cual no se demoró en llegar. Harry era increíble.
-Yo iré a bañarme-Dijo parándose de la cama, y Mei no pudo evitar mirar ahí-. En cinco minutos estoy aquí.
Como dijo, en ese tiempo ya estaba vestido con su cabello mojado. Se sentó en la cama y con calma comenzaron a desayunar.
-Me encantó lo que hiciste-Admitió el rizado masticando el pan-, bueno, obviamente quedé con ganas de más, pero me has sorprendido. Te quiero.
-Yo... te he dicho que quiero cambiar.
《Y aquí me ignora, otra vez》
-¿Por qué... jamás me respondes?
-Sí te respondo.
-No, no. Cuando te digo te quiero. Tú simplemente haces como si no dije nada.
Ella se quedó callada unos segundos; pensando en qué decir.
-Porque... uh... no lo sé-Tomó jugo-. ¿A qué hora nos vamos hoy?
Harry suspiró y supo que ella no respondería con sinceridad, o algo que no fuese un no sé.
-En unas dos horas, más o menos. Si quieres bañarte ya está la ducha-Se inclinó en la cama y besó su frente.
ESTÁS LEYENDO
Dos Palabras | HS.
FanfictionMei, es una chica tranquila y modesta, tiene 16 años, pero ha gastado sus años de instituto sin hacer amistad o conseguir un novio debido a un incidente de niñez que le hizo llegar a pensar que aquella gente la traicionaría en cualquier momento. Cua...