Capítulo 13

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Día 196 desde el comienzo del virus

En tiempos de crisis, la moral del ser humano desaparece como espuma, algunos piensan que para sobrevivir hay que hacer lo que sea este o no dentro de lo ético, matar, robar, engañar, etc. Primero buscamos nuestra supervivencia y luego están los otros.

¿A caso aun quedan buenas personas en un mundo dominado por la destrucción? ¿Qué es ser bueno? ¿Sirve de algo ser bueno en estos tiempos? ¿No seria mejor ser el traidor y no el traicionado? ¿No seria mas fácil morir?...

Todas esas preguntas estaban rodando en mi cabeza antes de abrir los ojos y ver que me encontraba acostado en una habitación desconocida, quise levantarme lo mas rápido posible pero un fuerte dolor en mi pierna no me dejo y ahí recordé lo que había sucedido en el centro comercial y... Sam. Lo primero en lo que pensé fue en Alice, quería ir con ella y llevarla lejos del psicópata de Sam, pero apenas podía levantarme de la cama. Cuando por fin pude poner mi mente en blanco me hice una pregunta a mi mismo -¿Como es que aun sigo vivo?- No entendía nada, no sabia donde estaba y ni como llegue ahí, si lo ultimo que recordaba era estar tirado en el centro comercial con una bala en mi pierna derecha y una horda de infectados viniendo hacia mí. Estaba prácticamente muerto.

Pasaron varios minutos desde que me desperté hasta que por fin escuche unos pasos que se acercaban a la habitación, no tenia idea de lo que iba a abrir esa puerta, por un momento tenia la esperanza de que fuera Alice pero apenas la persona entro a la habitación esa pizca de esperanza se desvaneció.

– Hasta que por fin despertaste... Buenos días.

Me quede atónito ante la situación que estaba viviendo. La persona que entro a la habitación era una mujer joven de cabello rubio, no era ni baja pero tampoco alta. Era tan hermosa que me quede boquiabierto sin saber que decir.

– ¿Qué pasa? ¿Eres mudo?

– ¿Qu...? ¿Quién eres? ¿Donde estoy?

– Se que tienes muchas preguntas y estas confundido pero por el momento será mejor que comas algo.

– No tengo tiempo para eso, necesito irme ahora.

– Eres libre de irte cuando quieras, pero no creo que tu pierna este de acuerdo contigo...

– ...

– Solo espera a que te traiga de comer y te prometo que voy a responder a todas tus preguntas.

Era demasiado amable para ser real, algo que me generaba mucha desconfianza por todo lo que me había pasado pero no podía hacer nada con una pierna herida.

– ..... Esta bien.

– Así me gusta jajajajaja.

Hasta su forma de reír era hermosa. Su belleza estaba poniéndome en duda si confiar en ella o no, parecía un simp en ese momento pensando que una mujer tan linda no podía ser mala. Solo tuve una novia en mi vida y no termino de la mejor manera posible, sufrí mucho por esa ruptura hasta el punto de ocasionarme problemas para relacionarme con otras mujeres hasta que llego Alice, no se si con ella no tuve problemas por el hecho de estar preocupado por un problema mayor que era sobrevivir y los infectados o porque había algo más.

Como había dicho esa mujer, solo pasaron unos minutos y apareció con algo de comida y me la dejo en la cama, me había traído arroz mezclado con una salsa. Estaba delicioso.

– Me alegra que hayas comido todo, eso significa que te estas mejorando o que mi comida estaba deliciosa jajajajaja

– Las dos. Supongo...

– Ahora vamos a lo que es importante.

– ¿Quien eres? ¿Y por qué me estas ayudando tanto?

LA VIDA EN UN APOCALIPSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora