Capítulo 17

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Día 200 desde el comienzo del virus

En momentos de desesperación y rabia es cuando el ser humano demuestra su verdadera naturaleza, dejando de lado la lógica y moral para cumplir con su objetivo. Es como un poder el cual los ciega por un instante y los convierte en auténticas bestias con sed de sangre.

Habíamos conseguido escapar de ese infectado mutado por muy poco pero dada la situación en la cual me encontraba no tuve de otra que usar un arma de fuego para que soltase a Eliz lo cual alerto a todo infectado que se encontrara por la zona así que no nos quedó de otra que seguir nuestro camino por las vías del tren en plena oscuridad sin saber muy bien a donde nos llevaría, caminamos durante una hora aproximadamente, tuvimos que ir con un paso lento ya que mientras pasaban los minutos, mi pierna iba empeorando hasta que la pelea contra la pesadilla paso factura de una vez por toda.

-... Lo siento pero no creo que pueda seguir caminando por mucho tiempo más.

- Si tan solo tuviera algo para atenderte pero dejamos el kit de enfermería junto al bolso de las armas...

- Era imposible regresar por esas cosas, apenas dispare la pistola nos sentencie a dejar todo y tomar otro camino.

- Todo esto es mi culpa... Si tan solo fuese más fuerte y capaz hubiéramos podido matar a ese infectado sin ningún problema pero lo único que hice fue ser una carga y tuviste que encargarte de todo el trabajo solo con una pierna herida... Lo siento...

- Nada de eso fue tu culpa, ese infectado era demasiado hábil y supo cómo engañarnos con facilidad. Además solo somos personas comunes que intentan sobrevivir y nada más, nadie nos preparó para situaciones como esta.

- ...

Era normal que se sienta culpable por todo lo que había sucedido pero nada de eso fue su culpa, estaba claro que la pesadilla sabía que nosotros estábamos ahí por lo que nuestro plan había fracasado incluso antes de ponerlo en marcha.

El dolor de mi pierna aumentaba con cada paso que daba pero no podíamos detenernos en una zona donde nos podrían atacar de cualquier lado así que decidí seguir caminando con la ayuda de Eliz hasta que después de haber caminado unos cuantos minutos más, nos encontramos con algo que nos serviría para descansar un poco más seguros. Un tren.

Encontrarnos con ese tren significaba que había una parada cerca por lo que decidimos que íbamos a descasar un rato y después seguir con nuestro camino.

Nos subimos en el primer vagón del tren porque ya no podía seguir caminando más y necesitaba descansar un poco. Por suerte era el único vagón con una puerta abierta, lo raro era que todos los otros vagones estaban cerrados y con las ventanas pintadas por lo que nos era imposible ver para dentro, pero no le dimos importancia y nos subimos en el primer vagón.

- Mi pierna va a ser un problema para seguir con nuestro viaje jajaja...

- No te preocupes. Una vez que salgamos de la estación te buscare algo para que te mejores.

- Encontrar medicamentos en estos tiempos no debe ser algo posible. Cuando todo esto comenzó, lo primero que hicieron las personas fue saquear las farmacias de sus ciudades como animales hambrientos, dejándolas totalmente vacías.

- Parece que todo eso paso hace mucho tiempo cuando solo ha pasado más de medio año desde que nuestras vidas cambio por completo...

- Seis meses... Seis meses desde que todo se fue a la mierda.

- ¿Cómo era tu vida antes de todo esto?

- Llego el momento de contarnos nuestras vida, ¿eh? jajajaja.

LA VIDA EN UN APOCALIPSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora