Día 200 desde el comienzo del virus
En situaciones donde tu vida corre peligro, lo más probable es que te quedes congelado sin saber qué hacer, que te llenes de dudas y miedo y no puedas pensar en absolutamente nada para escapar de esa situación, es como si inconscientemente asumiste la muerte y sientes que no vale la pena intentar encontrar una manera de huir de la muerte.
Nos encontrábamos en el peor escenario posible, rodeado de infectados y yo con una pierna que apenas la podía mover por el dolor, parecía que solo teníamos que esperar a una muerte asegurada cuando la puerta del tren se abriese, si lograban entrar no había nada que pudiésemos hacer, ni siquiera teníamos un lugar para escondernos o correr, nosotros mismos entramos en un callejón sin salida.
– Parece que hasta aquí llegamos... Jajajaj
– ¿Ya te rendiste tan fácil? Siempre hay esperanza y esta no es la excepción.
– Mira a tu alrededor, es imposible para mí escapar... Si intentáramos correr tal vez tendríamos una mínima posibilidad de escapar, pero con el estado actual de mi pierna no podría correr por mucho tiempo, no, ni siquiera podría empezar a correr.
– Busquemos otra manera para escapar en vez de pensar en morir.
Después de pensar durante varios minutos, solo había encontrado una manera de escapar y no era nada alentadora para mí.
– Tengo una idea...
– Sabía que ibas a encontrar una forma de esca-
– Pero no te va a gustar para nada.
– ¿Qué estas intentado decir?
– Ya no puedo seguir... Pero tú sí. Aún puede escapar de este lugar.
– ¿Qué?
– La verdad es que nunca me imaginé que iba a llegar tan lejos jajajaja. Desde que decidí salir a este mundo he pasado por muchas cosas malas, estuve a punto de morir varias veces, presencie cosas que nadie tendría que ver pero aun así pude llegar hasta aquí y todo fue gracias a personas que conocí en el camino como Alice y tú. Agh, de verdad quería volver a ver a Alice y continuar con nuestro viaje... Pero hasta aquí llego mi viaje.
– Deja de decir tonterías, vamos a salir de esta. No es la primera vez que nos encontramos en una situación de vida o muerte así que deja de decir esas cosas, salgamos de este lugar y busquemos a Alice juntos... Como lo prometiste. Tonto.
– No puedo seguir, Eliz. Por más que quiera escapar, solo sería una carga para ti y moriríamos los dos. Al final parece que lo cliché tendrá que suceder jajaja.
– Tiene que haber una manera en la cual logremos salir vivos... Los dos.
– Lo siento pero no la hay, Eliz. La única manera de salir es que yo distraiga los infectados para así darte la oportunidad de escapar.
– No me voy a ir sin ti... No puedo hacerlo.
– Si puedes... Sálvate y encuentra a Alice por mí.
– ...
No había manera de escapar para mí, lo único que podía hacer era que Eliz tuviera por lo menos una oportunidad de sobrevivir. Por eso termine yendo por el camino cliché que toda serie o película tenia. El sacrificio. Nunca había imaginado que yo terminaría siendo el cliché de mi propia historia pero no quedaba otra opción si eso le daba la oportunidad a Eliz de salir de ese lugar con vida.
– Yo voy a estar bien, Eliz. Nunca dije que tenía planeado morir.
– ¿Qué quieres decir?
– Solo tengo que llegar hasta la cabina de control del tren para así llamar la atención de todos los infectados y dejarte el camino libre para que puedas huir. Mientras que este dentro de la cabina voy a estar a salvo... Hasta tal vez los infectados se cansen de intentar entrar y después de un tiempo abandonen este lugar jajaja.
– Pero...
– ¿Ves? Yo voy a estar a salvo así que no te tienes que preocupar por mí. Cuando mi pierna mejore un poco yo iré a buscarte, ¿sí?
–... Está bien. Pero solo voy a ir para buscar alguna medicina y voy a regresar lo más pronto que pueda. ¿Te quedo claro?
– Sin ninguna objeción.
Tuve que buscar una manera para decirle que todo iba a estar bien pero la verdad es que no había nada asegurado para mí.
– ¿Estas lista?
–... Sí, eso creo.
– Antes de irte quiero agradecerte por haberme salvado la vida en aquel entonces y por haber cuidado de mí... Gracias. Fui muy afortunado por conocerte...
– Fui yo la afortunada de conocerte, Maty.
– Llévate mi katana por si te encuentras con algún infectado y para que me la regreses cuando nos volvamos a ver, ¿me lo prometes?
– Quédate seguro que te la voy a regresar intacta.
Le entregue mi katana en parte para que tenga algo con que defenderse y en parte para que pensara que nos tendríamos que volver a reencontrar si o si para que me la regrese.
– No hay que perder más tiempo... Cuando veas que pasar a todos los infectados para delante, es tu oportunidad para salir por la puerta trasera.
– Bien. Voy a regresar lo más pronto posible así que mantente a salvo hasta ese entonces, ¿me lo prometes?
–... Te doy mi palabra.
Antes de que pusiera en marcha el plan, Eliz me abrazo durante varios minutos, no me quería soltar o tal vez era yo quien no quería me soltase, por dentro lo único que quería era que nunca terminase ese abrazo y llorar hasta no más poder, pensar en que quizás esa iba a ser la última vez que alguien me diera un abrazo, me rompía el alma en mil pedazos pero sabía que tenía que dejar mis sentimientos de lados y lograr que Eliz saliese de ese lugar lo antes posible.
Cuando terminamos de despedirnos, me dirigí hacia la cabina de control del tren, cada paso que daba me dolía aún más la pierna pero no tuve problemas en llegar. Una vez dentro me tome unos segundos y empecé a golpear el interior lo suficientemente fuerte como para que todos los infectados que estaban rodeando el tren me escuchasen. Estuve durante un buen tiempo golpeando y gritando hasta que tenía una gran cantidad de infectados rodeando la cabina pero aun así seguí haciéndolo para asegurarme que solo se fijen en mí y que Eliz pudiera escapar con el mínimo peligro. Pase como unos 10 minutos haciendo ruido, supuse que Eliz ya tendría que estar lejos así que me detuve ahí, mientras que afuera tenía a docenas de infectados tratando de entrar. Algunos se habían logrado subirse arriba de la cabina, mientras que otros estaban golpeando los vidrios, pensé en volver al primer vagón pero cuando mire por la puerta que conectaba los dos vagones me di cuenta que habían logrado entrar por lo que no tenía salida alguna.
Con cada golpe que daban al vidrio parecía que se iba a romper con el siguiente, era solo cuestión de tiempo hasta que eso sucediese y en cuestión de segundos esa cabina iba a estar repleta de infectados. Desde el momento que se me vino el plan a la cabeza supe que no iba a poder escapar por eso también pensé en una medida drástica por si los infectados lograban entrar a la cabina. Antes de ser comida para infectados o peor aún, convertirme en uno de ellos, decidí que mi única opción era un arma y una bala. Ya tenía todo preparado, lo único que hice fue esperar sentado con los ojos cerrados mientras intentaba no pensar en lo que estaba sucediendo a mí alrededor pero no funciono para nada.
– Parece que este es el final para ti, Maty. Esto no es como en las películas, ¿qué pensaste? ¿Qué ibas a ser una especie de experto asesinando y salvando a personas en un mundo así? Jajajajaja. Es momento de despertar, Maty. Mira como esto va a terminar, un adolescente virgen de 17 años, el cual se imaginaba que un apocalipsis seria genial jajajajaja. Tan genial que va a morir siendo virgen y sin poder reencontrarse con ella. ¿Esto era lo que querías? Pobrecito. Mírate, sentado esperando a darse un balazo en la cabeza. ¿Es así como todo esto va a terminar? ¿De verdad?
El intentar no pensar en lo que estaba sucediendo lo único que ocasiono fue que todos esos pensamientos salieran a flote. Hablando solo en voz alta como un loco. Dicen que antes de la muerte, toda tu vida pasa por delante de tus ojos pero lo único que yo podía ver eran decenas de infectados hambrientos intentando encontrar cualquier entrada para llegar a su comida. Mis pensamientos se volvían cada vez más negativos y por más que quisiera salir de ese horrible lugar, no había forma de lograrlo.
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LA VIDA EN UN APOCALIPSIS
Ficção CientíficaHubo un tiempo en el cual pensaba que vivir un apocalipsis seria genial. Creía que mi vida se pondría un poco mas interesante ademas de todos los deseos que un adolescente de 17 años puede tener: no tendría que ir mas al colegio, viviría libre, sin...