Día 230 desde el comienzo del virus
Después de haber hablado tanto de que iba a hacer hasta los imposible para encontrar a Alice, finalmente fue ella la que me encontró a mí, bueno, Gracias a Eliz fue que nuestros caminos se volvieron a juntar.
Cuando llegamos al refugio, Alice me puso al día sobre todo lo que había sucedido con Sam. Parece que no estaba muy bien de la cabeza y eso lo llevo a obsesionarse con Alice a tal punto que me veía como un enemigo, no tengo idea de cómo se pudo obsesionar tan rápido con una persona que apenas conocía. En cuanto a su grupo de amigos, Alice no sabe si ellos estaban involucrados o no tenían idea del plan de Sam pero dijo que Ana le advirtió, no directamente pero intento ayudarla. Parece que cuando todo termino, ellos regresaron a su refugio.
Los dos habíamos pasado por bastantes cosas cuando nos separamos pero logramos sobrevivir y reencontrarnos de vuelta. Eliz también había pasado por mucho y gracias a sus esfuerzos no morí en ese tren.
Mientras nos contábamos por todo lo que habíamos pasado, una mujer que se llamaba Samanta me curo la herida de la pierna. Siendo sincero, estaba tan feliz de volver a escuchar la voz de Alice que ni siquiera note lo que me estaba haciendo en la pierna. Una vez que termino de curarme, le dijo a Alice y a Eliz que me dejasen descansar. Apenas se fueron, caí en sueño que duro 2 días.
Y así fue como los días comenzaron a pasar hasta que finalmente, después de 30 días, mi pierna ya estaba mucho mejor por lo que era hora de volver a nuestro viaje.
– ¿Estás seguro de que estas bien?
– No preocupes tanto por mí, Eliz...
– ME PREOCUPO LO QUE YO QUIERA ¿SI?
– ...
– Solo quiero estar segura...
– Te puedo asegurar que me siento como alguien nuevo. Tuve 1 mes para recuperarme y ya es tiempo de seguir.
–... Así que vas a seguir con tu viaje junto a Alice...
– Así es.
– ...
– Tenemos que continuar hasta llegar a una base militar.
– Entiendo...
– Pero...
– ¿Eh?
– ¿No te acuerdas?
– ¿Acordarme de qué?
– Cuando te pregunte que si quieras seguir conmigo una vez que encuentre a Alice... Y me dijiste sí.
– AHHHHHHH ME HABIA OLVIDADO, PASARON TANTAS COS...
De repente comenzó a llorar.
– ¿Eliz?
– No pasa nada... Solo... Estoy feliz de poder seguir a tu lado.
Pude ver su felicidad en su rostro con una sonrisa que me derritió el corazón.
– ¿Qué está pasando? ¿Por qué Eliz está llorando? ¿QUÉ HICISTE MATY?
– ¿¿¿¿¿QUÉ????? No hice nada, Alice...
– No sabía que te gustaba acosar a chicas indefensas...
– P-pero...
En un momento todo se volvió muy cliché mientras que la mirada de Alice ya me había matado 20 veces.
– Solo le dije que puede venir con nosotros.
– ¿Qué?
– No tiene a donde ir, además, me salvo la vida, no la puedo dejar como si nada.
– ¿Estás seguro de esto Maty?
– Eliz tiene conocimiento en la medicina, nos va a ser de mucha ayuda.
– ...
– Alice... Gracias a ella nos volvimos a reencontrar... Entiende que no pued... No quiero dejarla.
–... Bien.
– Gracias...
– Pero te advierto que no voy a ser su niñera.
– ¿EHHHH? YO ME PUEDO CUIDAR SOLA.
– ¿Estas preparada para enfrentarte al mundo exterior lleno de infectados?
– Si estoy con Maty puedo superar cualquier cosa...
– ...
Esas dos eran como el agua y aceite.
– ¿De qué están hablando?
– Hola Robert...
– Veo que tu pierna esta como nueva jajajaja.
– Si y todo gracia a ustedes.
– No nos agradezca, es nuestro trabajo proteger a los civiles.
– Igual déjame agradecerte por todo y... De lo que estábamos hablando era que es momento de que sigamos con nuestro viaje.
– ¿Están seguro? Aquí están a salvo.
– Lo sé pero Alice necesita llegar a una base militar.
– Entiendo...
– Nos ayudaron mucho Robert... Pero no puedo quedarme aquí.
– Fuiste tú la que nos salvó aquella vez, no tienes nada que agradecer. Gracias a ti pudimos salir vivos de ese edificio. Si quieres seguir con tu viaje no te voy a detener pero solo quiero que sepas que siempre puedes volver a este lugar.
– ¿Por qué no vienen con nosotros?
– Te agradezco la oferta Maty, pero aquí todavía hay personas que necesitan nuestra ayuda, no las podemos abandonar. Vinimos a esta ciudad para intentar rescatar a los habitantes pero fallamos así que no le quiero fallar a las personas que lograron sobrevivir y estan ahí afuera esperandonos.
– Eres un gran tipo, Robert...
– Gracias... No puedo ir con ustedes pero si no logran encontrar a nadie en la base militar, pueden volver si quieren, aquí van a estar seguros.
– Gracias...
Era cierto que ahí estábamos a salvo y no teníamos que preocuparnos por los infectados o por la comida pero Alice tenía algo muy importante y si o si tenía que llegar a una base militar. No sabía que cosa era tan importante como para que se arriesgara tanto pero por más que quisiera ir al fin del mundo yo iba a seguirla sin importar todas las dificultades que nos tocaría enfrentar en el camino porque ella era todo para mí.
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LA VIDA EN UN APOCALIPSIS
SciencefictionHubo un tiempo en el cual pensaba que vivir un apocalipsis seria genial. Creía que mi vida se pondría un poco mas interesante ademas de todos los deseos que un adolescente de 17 años puede tener: no tendría que ir mas al colegio, viviría libre, sin...