Capítulo 21

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Día 192 desde el comienzo del virus

Eran exactamente las 2 de la tarde cuando Sam nos pidió a todos que nos reuniéramos en la sala principal para dar las detalles del plan para rescatar a las personas que estaban atrapadas en le edificio. Si no hubiese sido por eso a esa hora ya estaría lejos de la ciudad, pero mi conciencia no me dejo continuar como si nada, ademas era una oportunidad para vigilar más de cerca a Sam y ver qué clase de persona era realmente.

– Como ya saben, Calvin hace unos días logro ver a un grupo de supervivientes en la azotea de un edifico que estaban pidiendo auxilio, unas 14 personas para ser más exacto. Cuando fue a investigar más de cerca noto que los infectados habían logrado entrar al edificio impidiendo que las personas pudiesen escapar y la única opción que tuvieron fue intentar escapar por la azotea pero las escaleras de auxilio estaba destrozada por lo que se quedaron sin ninguna salida.

Se me hizo muy raro que Sam no supiese de la existencia de esas personas desde mucho antes cuando recorrían la ciudad todos los días en busca de sobrevivientes.

– ¿Cómo es que recién ahora lograron ver a esas personas? ¿No recorrían toda la ciudad en busca de sobrevivientes?

– Así es Alice, recorremos toda la ciudad pero tienes que tener en cuenta que muchas personas están encerradas en sus refugios sin salir y es imposible parea nosotros saber si un edificio está habitado o no.

– ..... Pero no pueden estar encerradas para siempre, tienen que salir a buscar provisiones si no quieren morir de hambre. ¿Nunca vieron a nadie?

– Lamentablemente no. Sé que es mi culpa por no habernos encontrado antes, si no fuera un incompetente, ahora mismo no estarían en ese problema y es por eso que quiero salvarlos antes de que sea demasiado tarde.

Todos en la sala empezaron a decirle que no era su culpa y que él había hecho todo lo posible para encontrar a más sobrevivientes. No dije nada más pero aun así no me cerraba el hecho de que un grupo de 14 personas hayan podido pasar desapercibidos durante tanto tiempo.

– Gracias a todos por intentar hacerme sentir mejor, voy a ser mi mejor esfuerzo para rescatar a esas personas. También le quiero agradecer a Alice por aceptar quedarse y ayudarnos con esto. Gracias!

– Agradéceme después de que salvemos a todas esas personas.

– Bien... Ahora voy a pasar a explicar el plan que vamos a llevar a cabo. Antes les quiero confesar que no va a ser para nada fácil, quizás sea más difícil que el almacén donde perdimos a un compañero.

– ...

– Para que no vuelva a suceder algo así va a ver dos grupos de 3 personas y uno de 2 personas, nadie puede quedarse solo, ni por un minuto. Cada grupo va a dirigirse a las puertas del edificio y encargarse de los infectados que se encuentren. Seguramente haya más infectados en todos los pisos por lo que una vez que acabemos que todos los infectados de la primer planta, nos reuniremos en las escaleras para así subir todos juntos.

– ¿Cómo vamos a matar a los infectados? Porque si utilizamos armas de fuegos, vamos a terminar atrayendo a mas infectados.

– También pensé en ese problema y por eso la única opción que tenemos es usar armas blancas, ya sean hachas, cuchillas o lo que encuentren más eficiente para matar a los infectados.

– ¿Estas pidiendo que vayamos a la boca del lobo solo con armas blancas? Ni siquiera sabemos cuántos infectados hay.

– No hay otra manera, si la hubiera no habría propuesto esto pero es nuestra única opción si queremos salvar a esas personas lo más rápido posible.

Sabía usar bastante bien algunas armas de blancas pero no podría decir lo mismo de las otras personas. Usar armas de fuego no era una opción porque lo único que íbamos a conseguir era atraer a más infectados y tal vez a alguno mutado.

– Los grupos ya lo decidí. El primer grupo van a ser Calvin, Isabell y Jacob. El primer grupo estará asignado a la puerta trasera. El segundo grupo es Maeve, Ana y su hermano. Ellos estarán encargados de la puerta de emergencia. Y por último está el grupo de dos integrantes que los formaremos Alice y Yo. Nosotros nos haremos cargo de la puerta principal.

– ¿Cuántos años tiene el hermano de Ana? ¿Tim verdad?

– Tengo 14.

– ¿No es demasiado chico para ir a una misión tan peligrosa?

– Necesitamos toda la ayuda posible.

– ¿Estás de acuerdo con esto Ana?

– Tenemos que ayudar...

No estaba para nada de acuerdo de que Tim vaya a la misión, solo tenía 14 años, pero la manera en la que Ana me respondió fue con un tono de miedo, como si no estuviesen obligados a ir.

– Ahora que saben el plan, es mejor que nos preparemos y vayamos lo antes posible, porque cada minuto cuenta para esas personas.

Todos abandonaron la sala de inmediato, menos Ana que se quedó unos segundo mirándome fijamente con una mirada de preocupación. Cuando intente hablarle se fue sin decir ni una sola palabra. No tenía idea de lo que le estaba pasando pero eso hizo que me pusiera aún más en alerta por si Sam estaba tramando algo más.

LA VIDA EN UN APOCALIPSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora