Capítulo 5

417 28 3
                                    

Día 183 desde el comienzo del virus

Me he dado cuenta que el apocalipsis provoca que algunos seres humanos saquen su yo verdadero. Al no haber mas reglas ni castigos, pueden hacer lo que quieran, conseguir lo que siempre anhelaron, realizar actos depravados hasta llegar a matar a otro ser humano. El apocalipsis saca nuestra verdadera naturaleza, nuestros deseos mas oscuros.

Nunca imagine que me reencontraría con un viejo amigo en un lugar donde regresaron a la época de la esclavitud, pero era bueno tener a un conocido.
Por lo que me había dicho Dan, nadie podía salir del paraíso, excepto King y sus hombres quienes crearon una dictadura. Apenas llegamos al "paraíso", nos dieron 15 minutos para comer y después apareció un tipo a decirnos cuales eran nuestras tareas, A mi me había tocado la limpieza de los corrales de animales, eran 7 corrales en total. Cuando me llevaron donde estaban los corrales, veo unos cuantos hombres trabajando y otros que estaban vigilando el lugar. Después de unos minutos, se acerco un tipo que traía unas botas de goma, un rastrillo de metal y una pala.

– Esto es tuyo, tendrás que limpiar el primer corral y dejarlo como nuevo, si interferís en el trabajo de tus compañeros, haces una pausa para descansar o no realizas tu trabajo correctamente, vas a recibir un castigo muy grande. Espero que te haya quedado claro, ahora ponte a trabajar.

Agarre las botas y herramientas y me dirigí al primer corral, al ser de ciudad, nunca en mi vida había visto uno, era demasiado grande y estaba lleno de mierda de animales, por lo menos había otra persona limpiando cuando llegue pero ni siquiera se volteo a verme, siguió su trabajo como si yo no existiera, entonce recordé lo que el otro tipo me había dicho sobre el castigo y ahí todo tuvo sentido, tenia miedo y por eso no detuvo ni un segundo lo que estaba haciendo y continuo como si no hubiera nadie mas en el corral.

La verdad es que nunca había trabajado en algo así en mi vida por lo que me costo muchísimo entrar y pisar toda la mierda, pero aguante las ganas de vomitar y me puse a limpiar toda el lugar. No se cuanto tiempo estuve limpiando sin parar hasta que uno de los tipos que estaban vigilando dijo que era hora de almorzar. Era la primera vez que me ponía tan feliz por un almuerzo.

Me dieron solo 10 minutos para limpiarme en un baño que estaba aún peor que la habitación que nos toco. Al menos fueron generosos y me dieron dos remera y un pantalón bastante viejo, aunque era mejor eso que usar la misma ropa que llevaba puesta durante cuatro días seguidos y sin ducharme. Al salir del baño, había un tipo esperándome para guiarme a uno de los 3 comedores que tenia el paraíso y al igual que la habitación y baño, estaba en muy malas condiciones. Cuando entre al comedor, noto que la mayoría de las personas las había visto en el camión que nos trajo. No tuve ni tiempo para empezar a buscar a Alice que ella grito mi nombre, cuando logre ubicarla, estaba sentada sola en la ultima mesa del comedor y me hizo señas de que me apure, cuando me senté al lado de ella vino una señora y me dio una bandeja con un pedazo de carne y un poco de puré de papas.

– Es mejor que te apures a comer porque solo tenemos 20 minutos.

– ¿Estas bien?

– Estamos atrapados en la época de la esclavitud, no creo que alguien este bien.

– Pense lo mismo... 

– ¿Pensaste en algo para escapar con vida?

– No soy bueno planeando cosas.

– Me lo imagine.

– Eso dolió.

– ¿Sabes lo que es dolor? Ver como hay mas rehenes que hombres de King y aun así no hacen nada para revelarse contra ellos.

– Supongo que nadie quiere morir... ¿Cuantas personas somos en total?

– Según lo que oí y por los numeros que nos dieron, somos unas 130 personas.

LA VIDA EN UN APOCALIPSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora