Capítulo 6

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Día 183 desde el comienzo del virus 

El paraíso no es nada mas que un lugar donde las personas sufren, mientras que otros gozan de una comodidad y tranquilidad a costa del trabajo y sufrimiento de personas indefensas, las cuales tuvieron la mala suerte de caer en un engaño cuando solo buscaban la salvación en un mundo que se había ido a la mierda.

Alice, Dan y Yo habíamos logrado planear perfectamente nuestro escape y no solo eso, también encontramos una manera de tomar el control sobre el paraíso y derrocar a King y su dictadura. Nuestro único problema para llevar a cabo todos nuestros planes, era lograr convencer a las personas para que se revelen y nos ayuden a pelear pero no iba a ser tan fácil convencerlos porque todos estaban aterrorizados, además, nadie creería en que tres adolescentes pudieran contra el Rey del paraíso.

Los cuatro tipos que estaban conmigo no pararon de reír cuando les dije que tenia un plan para escapar, todos se burlaron de mi como si hubiera dicho una broma muy graciosa, pero no me detuve ahí y seguí hablando.

– No solo tengo un plan para escapar, también tengo uno para que ustedes tomen el control de este lugar.

– Niño, tenes mucho potencial para convertirte en un bromista JAJAJAJAJAJA

– Ni siquiera habrá terminado la secundaria y piensa que puede contra King y sus hombres. Pobrecito JAJAJAJAJA

Sabia que iba a estar complicado para convencerlos pero esos tipos ni siquiera me dejaron que les explique cuales eran nuestros planes, solo siguieron burlándose. 

– ¿No les da vergüenza que un adolescente quiera luchar por su libertad, mientras ustedes se esconden debajo de sus camas por miedo? 

Mi única opción para convencerlos era que se dieran cuenta lo ridículos y miedosos que se habían convertido y que un adolescente tuviera mas valentía que ellos para oponerse a King.

– Mientras ustedes aceptaron el hecho de perder su libertad, yo y dos "niños" mas no perdimos el tiempo y pensamos en una manera para vencer a King y tomar el control de este maldito lugar.

Los cuatros se quedaron en silencio, mirándose entre ellos, pude notar que mis palabras les dolieron porque ninguno pudo mirarme a la cara y menos responderme, ese era mi momento para convencerlos.

– Se donde esta el deposito de armas, pero no puedo llegar solo allí, necesito de su ayuda para que mi plan pueda llevarse a cabo. Una vez que las armas sean nuestras, podemos ponerle fin a todo esta mierda.

Por un momento pensé que mi plan para convencerlos había fallado porque todos seguían en silencio hasta que veo al tipo que intento intimidarme acercándose otra vez a mí.

– ¿Qué necesitas que hagamos?

Nunca quería llegar al extremo de insultarlos para llevar a cabo mi plan, pero no me habían dejado otra opción.

– Solo necesito dos cosas. La primera es llamar la atención del guardia que esta ahí afuera, una vez que este en la puerta, lo tenemos que meter para dentro e inmovilizarlo de alguna manera para que no haga sonar una alarma, una vez inmovilizado necesito ponerme su ropa para pasar al siguiente plan. Lo segundo que necesito es que se hagan pasar por mis rehenes para llegar hasta la mansión, donde se encuentra el deposito de las armas, el cual está custodiado por dos guardias.

– Es muy arriesgado...

– Lo se, pero es nuestra única oportunidad para conseguir la libertad de todas las personas que están sufriendo por culpa de King y sus hombres.

– ..... La verdad es que me siento muy avergonzado conmigo mismo cuando veo tu determinación y no quiero seguir sintiéndome así, por lo que te voy a ayudar.

LA VIDA EN UN APOCALIPSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora