Capítulo 1 "Ellas, mi otra mitad"

2 0 0
                                    

Mi nombre es Sara.
Tengo dieciocho años y vivo con mi madre, Laura. Vivimos las dos solas en un ático en el centro de la ciudad. Es bastante grande, amplio y tiene muchísima luz. Me encanta la luz del sol, ponerme como una croqueta dando vueltas al sol, me flipa.

Mi madre es abogada, se pasa la mayor parte del tiempo en su oficina trabajando, así que aunque vivamos en la misma casa, es como si yo viviera sola ya que apenas nos vemos.

En realidad, si no fuera por ellas, mis amigas, estaría completamente sola.
Son mis amigas desde que tengo uso de razón y dan alegría a la casa cada vez que vienen. Son como hermanas para mi. Y es lo mejor que nos ha pasado en mucho tiempo. Bueno a mí, ya que mamá seguro que dice que lo mejor de su vida (después de haberme tenido a mi) ha sido Óscar...

¿Que quien es Óscar? Su novio, su churri, su cariñito, su bla bla bla... Son dos tortolitos completamente enamorados el uno del otro. En verdad me alegro por mamá. Por Óscar también, me cae bastante bien, es trabajador, amable, cariñoso y sobretodo quiere a mamá y la hace feliz, que es lo que en verdad me importa. Así que por mi, ojalá que durasen mil años juntos.

Esta noche hemos quedado para cenar los tres, Óscar tiene algo importante que decirle a mamá y me pidió que estuviera delante para decírselo. Necesitaba que yo estuviese de acuerdo con el también.
Me imagino lo que será, creo que mamá también, pero de Óscar puede salir cualquier cosa. Es muy detallista con mamá y de vez en cuando le prepara alguna sorpresa y alguna vez me pide ayuda con los preparativos. Así que será otra sorpresilla de las suyas con algún viaje de fin de semana para los dos, o algo así.

En fin, me cambio de ropa y voy ya al instituto, si llego otra vez tarde acabarán expulsandome y no quiero escuchar a mi madre echándome la bronca otra vez.

Baje las escaleras y ahí estaba mamá colgada al teléfono como cada mañana, con su café en mano y la agenda en la otra. Era una mujer muy ocupada, menos mal que Óscar era empresario y estaba también muy ocupado durante el día. Aunque no se de dónde sacan el tiempo para verse, porque son adictos al trabajo. De eso no tengo ninguna duda.

Me tomo el café rápido, cojo las llaves del coche y salgo corriendo de casa. No voy a llegar. Tengo que recoger a Marta y Carol antes de ir al insti.
Conduzco deprisa o por lo menos a toda la que las señales me la permiten, hasta que llego a casa de Marta, estaba Carol también, eramos vecinas así que vivíamos más o menos cerca.

- ¡Buenos días bella durmiente! - dijo Carol subiéndose al coche - ¿Se te pegaron las sábanas otra vez?

- ¿Con quien soñabas para no querer despertarte eh pillina? - sonrió Marta.

- No seáis bobas, me quedé dormida viendo una película... - resoplé - Estoy muerta, no me apetece ir hoy a clase.

- ¡Pues no vamos! ¿Que problema hay?

- ¿Tú quieres que mi madre me mate? - pregunte entre risas - ¿Tan rápido quieres deshacerte de mi?

- Nena, eso tiene solución - Saca su teléfono del bolsillo y marca unos números - ¿Hola? ¿Puedo hablar con el Sr.Galindo? Soy Laura, la madre de Sara.

Empecé a reír sin emitir ningún sonido para no torcer el plan de Carol.

- ¿Si? Sr.Galindo. Buenos días. Perdone la llamada, pero era para comunicarle que Sara no podrá ir hoy a la escuela. Resulta que anoche se quedaron a dormir Carol y Marta y se han levantado las tres con fiebre y dolor de cabeza.

Se escuchan murmuros a través del teléfono. No se distingue lo que dice.

- Si por supuesto, ya sabemos cómo son los jóvenes de hoy en día. Se quedan hasta altas horas de la noche frente al ordenador y al día siguiente están de resaca informática. - hizo una pausa mientras el otro lado hablaba - Muchas gracias Sr.Galindo. Que pase un buen día. Adiós.

- Oh madre mía, estás completamente loca. - Grite mientras nos reíamos a carcajadas. - ¿Como puede seguir colando tu voz como si fueras mi madre después de tantas veces? ¡No puedo creerlo!

- Nena te dije que todo tiene solución. - dijo Carol.

- Eres la mejor, pero ahora que hacemos. ¿Donde os apetece ir? - pregunto Marta.

- Me apetece ir a desayunar y así vemos a Richard, ¿os apetece? - pregunté.

Las dos afirmaron y arrancamos rumbo al Sharlotte's.

Cuando llegamos, allí estaba el, nuestro Richard con una sonrisa de oreja a oreja intentando ligar con una chica guapa que había en la barra.

- ¿No atiende nadie en este garito o qué? - preguntamos al llegar a la barra.

- ¡Hombre! Si han llegado mis chicas - se giró hacia su nueva conquista y le susurró - Tu eres mi favorita.

Se acercó a nosotras y después de darnos un achuchón enorme a las tres a la vez. Nos llevó a nuestro rincón.
Richar era bastante atractivo, más mayor que nosotras, moreno, alto, musculoso pero sin pasarse, pero debajo de esos kilos y kilos de músculo estaba la persona más agradable del mundo.

- ¿Que hacéis aquí? ¿No tendríais que estar en el insti? - pregunto mientras dejaba nuestros batidos especiales en la mesa.

- A Sara no le apetecía ir y hemos venido a verte, ¿no te ha gustado la sorpresa? - respondió Marta.

- Sara... ¿Otra vez? ¿Te ha vuelto a molestar Jason? Si ha sido así dímelo que iré personalmente a decirle un par de cosas.

- No, no es por Jason... Jason está más que superado. Que le den a Jason. Total ¿quién es el? - respondí.

- Bueno entonces me alegro que sea así. Os dejo chicas, me esperan en la barra, lo que sea me llamáis y estaré aquí en un abrir y cerrar de ojos.

...

Me enamoré de ÉL (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora