Capítulo 12 "Empiezan los problemas"

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Narra Mike

- Sara... ¿Podemos ir a tu cuarto a hablar? - dijo el tipejo.

- No, lo que tengas que decirle se lo dices delante mio. - solté sin pensarlo, tal y como estaba no podía fiarme de que fuera con Sara a una habitación.

- ¿Y tú quien te crees que eres para hablarme así? - Se levantó muy agresivo del sofá - ¿Acaso es algo tuyo para darle órdenes? - me dio un golpe con la mano en el hombro inclinándome un poco para atrás. Suspire porque no quería hacerle daño.

Se acercó a Sara y la cogió del brazo bruscamente.

- Suéltame Jason - intento que la soltara pero hacia caso omiso- Me haces daño...

Esas fueron las palabras que hicieron que mi cable se cruzase. Le cogí del brazo, haciendo que soltase el de Sara, me quedé mirándolo fijamente, sonreí. Le agarré del cuello y lo lleve hacia la puerta principal.

- ¿Quién te crees que eres? - me preguntó.

- Soy su novio y que sea la última vez que le tocas un solo pelo, como te vuelva a ver por aquí te aplastaré la cabeza, no te quiero ver cerca de ella, ni que le hablas, ni si quiera que la mires. Como me enteré de que le haces algo, te las verás conmigo. - lo tiré al suelo y se levantó rápidamente. Para ir borracho se movía bien. Intento pegarme un puñetazo, el cual esquivé, lo tiré de nuevo al suelo y me coloque encima de él, dispuesto a darle hasta en el carnet de identidad.

Pero la mano de Sara agarró mi puño. Me giré y ahí estaba parada detrás de mí, con el miedo en los ojos y a punto de estallar en un mar de lágrimas. Pidiéndome por favor que lo dejase en paz.

Cuando me gire hacia aquel escombro, recibí un puñetazo en el ojo. Todo se volvió negro. Sólo escuché a Sara gritar... No podía desmayarme, no podía dejarla sola con aquel tipo en mitad de la noche. A saber que podía hacerle. Sacudí mi cabeza y todo empezó a coger color de nuevo. Veía cada vez más nítido. Me intenté incorporar, ponerme de pie y unos brazos me ayudaron, eran bastante finos para ser de un hombre, así que imaginé que eran de Sara. En mi cabeza solo escuchaba voces retumbando por todas partes.
Decían mi nombre. Llegué adentro, escuché como Sara cerraba la puerta y seguí caminando hacia el salon, caí desplomado en el sofá.

...

Narra Sara.

Ese imbécil ha pegado por la espalda a Mike y se ha ido corriendo. Mike esta aturdido, creo que no ve nada, tiene la mirada perdida y además no me escucha, no me responde cuando le llamo. Espero que no se me desmaye fuera de casa, no podría con su peso.

Le ayudo a llegar hasta el sofá. Cae desplomado en el y ahora sí está completamente dormido.
Con un trapo húmedo se lo pasó por la frente, el cuello, el pecho, mientras le controlo la temperatura.
Espero que no sea nada grave y se aún simple desmayo. ¿Como se lo vamos a decir a nuestros padres?
" Si, mamá, Óscar, resulta que mi ex, se volvió loco vino a tirarme piedras a la ventana hiper borracho y como no se quería ir e intento hablar conmigo a la fuerza Mike lo echo de casa y se llevó un puñetazo en el ojo, fin."

Madre mía, espero que no le dejé marca y podamos evitarlo. Aunque lo dudo porque lo morado ya estaba empezando a aparecer.

Empezó a abrir los ojos suavemente. Poco a poco se abrían un poquito más, dejándome ver ese azul cielo que tenía. Cuando terminó de abrirlos, estaba feliz, sonriendo. Se veía realmente guapo cuando sonreía asi. Hipnotizaba su sonrisa. Quizás cuando se viese reflejado en un espejo, no sonreía tanto.

- Bella durmiente por fin despiertas...

- ¿Que ha pasado? ¿Estas bien? ¿Te ha hecho algo? - la expresión de su rostro cambió, estaba preocupado, se incorporó en el sofá y me abrazó. - ¿No te ha tocado verdad?

- Tranquilo Mike, estoy bien. Se ha ido corriendo después de pegarte... - le devolví el abrazo y se separó de mi despacio - Pero tu ojo... No está muy bien - Le acaricié el ojo e hizo un gesto de dolor, en verdad lo tenía bastante inflamado.

- Bueno, seguro que no es tan grave. Mientras estés bien, no me importa el ojo.

- ¿Y si lo perdieses y te pusieran uno de cristal te daría igual también? - pregunté entre risas, quería quitar un poco de tensión del ambiente.

- Si fuera por tu bien, no me importaría. - me dijo mirándome a los ojos, se le escuchó bastante sincero.
Sonreí y me devolvió la sonrisa.

- Creo que es demasiado tarde. Deberíamos acostarnos. Así que subamos y mañana te volveré a curar ese ojo de mapache que tienes novio mío.

- Eres una graciosilla eh niña... Lo siento por decir eso, pensé que así te dejaría en paz.ñ - dijo riéndose.

- No te preocupes, ya que has sonreído y era mi intención vamos a dormir.

Le ayude a subir las escaleras. Aunque el golpe fuera en el ojo, lo llevaba inflamado y veía un poco borroso así que mejor evitamos que se caiga por las escaleras, no me apetece pasar la noche en el hospital.

Le acompañe hasta su habitación y fui a la mía. Había sido una noche bastante dura y había tenido muchas emociones en poco tiempo.
No dejaba de dar vueltas en la cama. No podía dormir, estaba intranquila.
Baje a la cocina a por un vaso de agua y cuando volví a subir hacia mi habitación, me asomé en el cuarto de Mike ya que no lo vi en su cama. Entre dentro y estaba el balcón abierto, como no estaba en ningún lado, decidí mirar afuera. Estaba ahí, apoyado en la barandilla del balcón, con el pantalón del pijama puesto, fumando un cigarrillo. La luz de la luna iluminaba la silueta de su cuerpo tonificado y tan bien definido.
Era como mirar una obra de arte.

Sara, vuelve a tus sentidos por favor.
Se te está llendo la pinza completamente. ¿Cuando has mirado así a Mike? Se va a dar cuenta, para ya.

- Mike ¿estas bien?

- Si, estaba vigilando por si acaso volvía ese imbécil.

- No te preocupes ya se ha ido... He conectado la alarma.

- Vale pequeña, ahora ve a la cama - se acercó a mí y beso mi frente, llegaba justo a su altura - es muy tarde.

- Si, no podía dormir... Y por lo que veo tú tampoco.

- No, ha sido una noche un poco extraña.

- ¿Puedo dormir contigo? - pregunté a Mike, aunque sabía que su respuesta sería que no, me lo había dejado muy claro antes.

- Si claro, quédate aquí. Dormiremos más tranquilos así.

Su respuesta me sorprendió, así que me metí en la cama. Y él se metió detrás mío, cada uno hacia un lado de la cama. Espalda con espalda. Pero sentir su olor cerca hacía que me relajase por completo, tanto que me quedé dormida en minutos...

...

Me enamoré de ÉL (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora