Narra Sara
Sentía su respiración en mi cabeza.
Escuchaba su corazón latir al apoyarme sobre el. Eran tan cálidos sus brazos. En parte me gustaba estar así con el. Sé que no lo conocía apenas pero conseguía hacerme sentir que lo conocía de hace mucho tiempo.Con mi mano, inconscientemente empecé a acariciar su pecho. A repasar con mis dedos cada línea de sus tatuajes, a jugar con el piercing de su pezón, con mis piernas podía sentir las suyas, mis pies se deslizaban por sus talones... ¿Que me estaba pasando? No quería hacerlo, pero mi cuerpo me pedía a gritos acariciarle, a hacerlo una y otra vez, a recorrer cada milímetro de su piel.
Mis pensamientos me estaban traicionando, mi mente me estaba mostrando imágenes que hacían que mi cuerpo se estremeciera. La temperatura empezó a subir en esa habitación, tenía calor pero no quería salir de debajo de aquellas sábanas.
Mike empezó acariciarme el brazo con la yema de sus dedos. Movimientos lentos y suaves de arriba abajo.
Seguí acariciándole el pecho, subiendo por su cuello lentamente.
Empezó a acariciarme haciendo más presión sobre mi piel, llegando agarrarme el brazo. Hice lo mismo, presionaba más fuerte por su cuello hasta llegar a su oreja. La acaricie. Mike soltó un suspiro me cogió de las muñecas y me giró colocándose encima de mi.
Mi respiración iba a mil, al igual que la suya. Se quedó entre mis piernas, parado, mirándome fijamente a los ojos. Sujetando mis muñecas por encima de mi cabeza. Mi corazón iba a explotar, se aceleraba cada vez más, se estaba acercando lentamente a mi cara, madre mía nos vamos a besar... Esto no está bien..Se acercó a mí, cerré los ojos.
Note su respiración en mi oreja.- Esto no está bien niña - me susurró al oído.
- No hemos hecho nada malo estúpido ¿Te crees que soy como el resto?
- No, eres diferente - esas palabras hicieron que sonriera - pero uno no es de piedra y esto no está bien vamos demasiado borrachos todavía...
- ¿El que no está bien Mike? - Le susurré muy cerca del oído, note como un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, giró lentamente la cara hasta estar completamente en frente de la mía. Se estaba acercando más y más. Note su aliento sobre mi boca. Nos separaban escasos milímetros. Dios, que haga algo ya o me va a dar algo. Que me bese o se aparte, pero que deje de jugar conmigo.
- No puedo, lo siento... - se levantó y se marchó de mi habitación. Lo escuché como se encerraba.
¿Que había pasado? ¿Estoy loca? ¿Como he dejado que llegase tan lejos? A veces no me entiendo ni yo...
Necesito una ducha ya. Necesito quitar este calor que tengo en el cuerpo. Si no se llega a levantar, ¿Que hubiera pasado? ¿En serio me hubiese liado con el? Oh madre mía, estoy enferma de la cabeza. No estoy bien, necesito salir de esta casa unos días. Pero si acabo de llegar como me voy a ir, ¿A donde? Si al fin y al cabo tengo que acomstumbrarme a vivir con el.
Tarde o temprano tendré que afrontar la realidad....
Narra Mike
¿Que he hecho? ¿Estoy loco?
Como he podido llegar tan lejos... Porque me pasa esto con ella. Porque cuando estoy cerca de ella soy otro. No pienso en nada. Me invade su olor y me olvido hasta de quién soy.Necesito relajarme. Salir de aquí. Aire fresco. Daré una vuelta por el jardín, me fumaré un cigarro, entraré y dormiré. Y así nada habrá pasado...
Al salir, cogí las llaves de casa, cerré detrás de mí y comencé andar por el jardín. Estaba todo bastante oscuro. Pero entre la oscuridad vi la sombra de alguien. Estaba haciendo algo pero no sabía que exactamente. Me acerqué un poco más. Había saltado la valla y colado en nuestro jardín.
¿Quién narices era ese tipo?
Estaba tirando piedras a una ventana. Era la ventana de Sara. Osea conocía a Sara. Pero hasta donde yo se, ella no tiene novio.
Me acerqué más hacia el e hice un ruido sin darme cuenta. El chico se alarmó y empezó a correr, corrí detrás de él hasta que lo alcancé.
Le quite la capucha y no lo había visto en mi vida. Pero esto tenía que tener una explicación.Lo lleve adentro de casa.
Se sentó en una silla del salón y espero a que yo hablase.- ¿Quién cojones eres? ¿Un pervertido? - pregunté.
- Un amigo de Sara.
- ¿Un amigo? ¿Y los amigos tiran piedras a las ventanas a las cinco de la mañana?
- No quería romperla, solo que me hiciera caso, la llamé pero no respondía el teléfono y necesitaba hablar con ella.
- ¿No crees que las cinco de la mañana no son horas para llamar a nadie campeón? - la verdad es que el olor a alcohol que desprendía era bastante fuerte. Se notaba que conocía a Sara de algo más que de amistad y que estaba afectado. Nadie va a casa de una amiga a las cinco de la mañana después de una borrachera solo porque no le coge el teléfono.
Se intentó levantar y se lo prohibí.
- ¡Quieto ahí! Ni te muevas un solo pelo, si no será peor...
Subí las escaleras para buscar a Sara. Quería que me explicase si conocía a ese tipo, porque si no le pegaría una paliza o mejor llamaría a la policía.
Me pare frente a la puerta del baño y llame. No me contestó nadie. Se escuchaba el agua correr pero no se escuchaba nada más. Volví a llamar y seguí sin respuesta.
Así que gire el pomo de la puerta y para mí sorpresa no estaba echado el pestillo. Me quedé embobado con lo que vi. Su silueta era perfecta. Tenía unas curvas de infarto, un trasero que pedía a gritos que lo agarrasen, un pelo que le llegaba hasta el infinito, era simplemente perfecta.- Pe, pe, perdón... - Me tape la cara con la mano y entre cerré la puerta. Simplemente para que no me gritase al darse cuenta de que llevaba rato mirandola. - Sara tengo a alguien que quiere hablar contigo.
- ¿Que haces aquí? ¿No sabes llamar? - me dijo mientras cortaba el agua de la ducha. - Tapate los ojos, no mires voy a salir.
- Vale no miro y si se llamar, pero parece que tú no sabes escuchar. - respondí mientras seguía tapándome la cara con la mano - Baja enseguida, hay alguien que quiere verte.
- ¿A estas horas? ¿Quién? ¿Porque?
- No lo sé Sara, baja rápido si no quieres que le parta la cara a ese imbecil.
Baje las escaleras y estaba ahí medio dormido el imbécil. Lo desperté y en seguida bajo Sara. Sus ojos se abrieron como platos y empezaron a brillar, lo que supuse que lo conocía y no de algo bueno.
...
ESTÁS LEYENDO
Me enamoré de ÉL (Terminada)
RomanceSara una chica joven vive con su madre en Madrid. Su padre las abandono cuando ella era pequeña y se crió sola con su madre. Es hija única, no tiene hermanos, aunque tiene dos amigas que son como hermanas para ella. La madre de Sara lleva un tiempo...