Eran casi las nueve.
Habíamos quedado con Óscar para cenar. Tenía una sorpresa para mamá y yo no tenía ni idea de que podría ser. Esta vez no había pedido mi ayuda.
Estaba todo preparado, la mesa puesta, las velas encendidas, la cena en el horno, solo faltaba Óscar.
Mamá estaba preciosa, se había puesto un vestido negro con escote en la espalda y ceñido que mostraba todas sus curvas. La verdad que para los años que tenía estaba estupenda. Como solía decir ella, era como el vino, cuantos más años, mejor se ponía.El timbre sonó, era Óscar. Justo a tiempo. Entró, besó a mamá y luego me saludó a mi.
Nos sentamos a la mesa, cenamos, hablamos. Todo era muy ameno y agradable. Casi se me olvida por completo que tenía una sorpresa para mamá. Bueno para ambas, porque necesitaba no se que de mi.
Con el postre, Óscar abrió una botella de champán, nos sirvió y alzó una copa.
- Mis hermosas chicas. Hoy es una noche especial en la que os quiero decir una cosa muy importante para ambas. Digo para ambas porque necesito que estéis las dos presentes, me haríais muy feliz si estuvieseis de acuerdo conmigo.
- Dinos cariño estamos escuchando.
- Óscar ¿Que pasa? ¿Es algo malo? - no sabía de qué se trataba pero parecía algo importante no había visto a Óscar así antes...
- Laura, llevamos casi cuatro años juntos y me gustaría dejar de ser tu novio...
El silencio invadió la sala. Óscar saco algo del bolsillo de su chaqueta. Se levantó de la silla y se acercó hasta mi madre.
- Laura... Quiero que dejes de ser mi novia... - hizo una pausa y arrodillándose delante de ella continuó - y seas mi esposa. ¿Quieres casarte conmigo?
Los ojos de mi madre brillaban, ya no sé si de la emoción de la pregunta o del susto de pensar por un momento que la quería dejar. Gritó un enorme sí mientras se abalanzó sobre el y lo llenaba de besos. Puaj... Demasiado empalagosos, pero son muy tiernos a la vez. Me alegraba ver a mi madre tan sumamente feliz, Óscar era muy buen hombre y ambos se merecían ser felices.
- Ejem...
- ¡Dios, perdona Sara! - se disculpó Óscar, el pobre tenía la cara como un tomate cherry.
- No pasa nada, enhorabuena pareja, me alegro mucho por vosotros.
- Ahora que tu madre me ha dicho que si, me toca preguntaros a ambas. - Hizo una breve pausa y continuo su discurso - Como bien sabéis ahora seremos una familia oficialmente y me gustaría que viviésemos todos bajo el mismo techo. Obvio no tendríamos que mudarnos muy lejos. Compré una casa aquí cerca, a mitad de camino de ambas casas. Para que no haya problemas con el instituto ni los trabajos. ¿Os parece bien? ¿Que me decís?
- Por mi bien, ya lo sabes cariño, siempre y cuando no afecte a Sara con el instituto, no tengo ningún inconveniente, ¿Que dices Sara, nos mudamos?
- ¿Porque no? Si lo único que va a cambiar va a ser la casa ¿No? El resto seguirá todo igual que ahora ¿No? Eso sí con una condición, la habitación más grande para mi.
Los tres nos reímos a mi respuesta. Empezaríamos de cero como una familia nueva, en una casa nueva para nosotros tres. Esa idea me gustaba.
- Una cosa más, mi hijo vendrá a vivir con nosotros también.
¿Que? ¿Como que su hijo? ¿Desde cuándo vive aquí? ¿No estaba en el extranjero? ¿Y si me llevo mal con el?
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Me enamoré de ÉL (Terminada)
RomantizmSara una chica joven vive con su madre en Madrid. Su padre las abandono cuando ella era pequeña y se crió sola con su madre. Es hija única, no tiene hermanos, aunque tiene dos amigas que son como hermanas para ella. La madre de Sara lleva un tiempo...