Me enamoré de ÉL (Terminada)

Capítulo 26 "Verdad o reto"

Narra Sara.

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Turno de Sara.

- Sara ¿Verdad o reto?

- Verdad.

- ¿Te has enamorado alguna vez? ¿Y cuántas?

- Si y una. - si me había enamorado, solo una vez y era del estúpido de Mike. Ya ves cómo hemos terminado, con nuestros novios jugando a verdad o reto, bueno su cita y mi novio falso.

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Turno de Mike.

- Mike, ¿Verdad o reto?

- Reto.

- Dale un beso a Mía.

Le dio uno en la mejilla.

- Un beso en la boca Mike, no seas así - dijo Nate.

- No puedo, es nuestra primera cita y no quiero que nuestro primer beso sea por un estúpido juego, quiero que sea especial.

- Oh, que romántico es mi chico ¿A que si Sara? - me pregunto Mía - Es difícil encontrar chicos así hoy en día.

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Turno de Nate.

- Verdad o reto Nate - preguntó Mike.

- Verdad.

- ¿Cual es el color favorito de Sara?

Mierda, no lo sabe, no me conoce la va a cagar.

- El negro.

- No, es el rojo. - contesto Mike.

- No se vale, eres su hermano sabes mucho sobre ella. - dijo Nate.

- Tu eres su novio, es una cosa básica que tendrías que saber sobre tu novia.

El ambiente se tenso un poco.

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Turno de Mía.

- Mía, verdad o reto.

- Verdad.

- Mia, cual es el número de la suerte de Mike. - pregunté. Si quería jugar jugaríamos.

- Es fácil. Es el 8, porque es la bola que decide si ganas o pierdes en el billar. Siempre lo dice cuando jugamos.

Mierda, ha acertado. Si hace años que no se ven como se puede acordar de esos detalles.

- Muy bien bonita. Te acuerdas de todo.

La ha llamado bonita, es como me llama a mi. Y ahora está llamando a esta de la misma manera. No está funcionando lo de Nate en absoluto. Sólo lo está alejando más.

A medida que íbamos jugando las preguntas y los retos estabna subiendo de todo. Se estaba volviendo todo más picante y entre el calor y el alcohol el ambiente estaba cambiando.

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Turno de Sara.

- Sara verdad o reto.

- Reto.

- Te reto a que te dejes vendar los ojos y adivines quién te besa. Si lo aciertas, mandas beber un chupito a alguien si no te bebes tu dos.

Me vendaron los ojos y no veía absolutamente nada. De repente sentí como alguien se ponía enfrente de mi. Me acarició las manos y sujetó mi cabeza, me dio un dulce beso. Suave pero tierno. Sabía demasiado bien, tanto que quería más.