Capítulo 27 "Postfiesta"

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Narra Sara.

Habíamos llevado a Mía a casa.
Realmente estaba muy mal así que la acostamos en la cama de Mike.
Mike se quedo cuidando de ella mientras yo iba a ducharme. Cuando termine fue la habitación a ver cómo estaba Mía.

Ella estaba dormida plácidamente como si nada hubiera pasado, Mike estaba en el balcón fumando así que salí a hablar con el.

- ¿Estás bien Mike? - le pregunté, se le veía afectado y quería saber cómo estaba.

- Si, no te preocupes ves a descansar que yo me encargaré de mía. - dijo sin mirarme a la cara.

- Mike... - Necesitaba preguntarle sobre todo lo que me había dicho Mia. Pero sé que no me lo reconocería nunca. - Puedes dormir en mi cama si quieres, osea yo dormiré aquí con Mía y tú allí si quieres.

- No te preocupes, ¿Porque no iba a dormir aquí?

- Perdona, no sabía que querías dormir con ella... Pensaba que no estabais juntos.

- Y no lo estamos, nos estamos conociendo - dio una calada y siguió - Pero también dormí contigo y no éramos nada ¿No?

- Si, pero ambos sabemos lo que hubiera pasado esa noche si no te hubieras ido...

- Pero me fui, además la situación era diferente, éramos "familia" no nos conocíamos... A Mía la conozco de hace mucho tiempo y estamos sin pareja ambos. - hizo una pausa - Así que no pasaría nada si ocurre algo entre nosotros.

- ¡¡Está borracha!! ¿¡Vas aprovecharte de ella!? - Grité, estaba furiosa, me estaba diciendo que no le importaría acostarse con ella.

- ¿Estás loca? - me puso contra la pared, pegado a mí y tapó mi boca con su mano - ¿Te crees que soy esa clase de persona? No quiero hacer nada con ella, está noche no, además nos estamos conociendo.

- ¿Conociendo? ¿Acaso me conocías a mi cuando lo hicimos por primera vez? - me miró a los ojos y deslizó su mano por mi boca dejandomela libre. Dios, que ganas tenía de besarle, tocarle y nunca soltarle. Pero no podía se descubriría todo mi plan...

- Contigo... - hizo una pausa, nuestras bocas estaban a escasos milímetros - Tu eras diferente. No es lo mismo. A ella la conozco desde hace tiempo y le tengo mucho cariño, no quiero hacerle daño.

- ¿Y a mi si no? ¿Te daba igual hacerme daño?

- No, Sara claro que no, pero contigo mía sentimientos son diferentes... No es lo mismo lo que siento por ti a lo que siento por Mía.

- ¿En presente? ¿Todavía lo sientes?

- Es una forma de hablar... Contigo todo fue muy rápido y por eso no funcionó, no quiero que me pase lo mismo con ella.

- De acuerdo. Mejor así, que ya no sientas nada por mí.

- No he dicho eso Sara... - me interrumpió.

- No, está bien. Es mejor así, yo estoy bien con Nate y no quiero que sufras... Si sigues sintiendo cosas lo pasaras mal.

- Ya se que estás bien con el, os he visto en la discoteca ¿Recuerdas?

- ¿Así? No me he dado cuenta.

- He visto como te acariciaba la espalda - se acercó tanto a mí y empezó acariciarme el brazo lentamente hacia arriba, hizo que se erizará toda mi piel - como tocaba tu pierna y tú cuello... - siguió acariciándome subiendo por mi cuello acercando su cara a mi oreja - como le susurrabas cosas como lo hacías conmigo...

- Si, le estaba diciendo que parase que me estaba poniendo a cien - susurré en su oído.

- ¿Eso le has dicho a él o me lo estás diciendo a mi ahora? - acercó su boca a la mía. Sentía su aliento caliente sobre mi boca. Como echaba de menos esos labios, sus besos, que recorriese mi cuerpo con ellos.

- Mike... - Lo aparte, sonriendo. - No creas que voy a caer. Lo siento si echas de menos estar conmigo, pero no voy a caer. Estoy con Nate, acéptalo, me has perdido y ahora otro disfruta de mi y de mi cuerpo.

Vi la ira en sus ojos. No le gustaba eso que acababa de decirle. Quería hacerle rabiar, ponerle celoso, llevarlo al límite, que reaccionase, que admitiese todo. Pero no fue así. Sonrió, se acercó de nuevo a mi oreja y me volvió a susurrar.

- Piensa en mi cuando te toques está noche niña. - me paso su lengua por mí oreja - Y no sueñes demasiado conmigo, te cansarás y mañana es un día muy largo.

Se separó de mi, rozando su nariz con mis mejillas. Salio de su habitación y bajó a la cocina. Necesitaba quitarme la calor del cuerpo. La calor y su olor, se había quedado impregnado en mi ropa. No quería acostarme con su olor. No. No podría dormir si estaba oliendo todo el rato su perfume. Me metí en la ducha y estuve bastante rato debajo de ella, dejando caer el agua sobre mi piel. Me estaba relajando. Necesitaba relajarme.

...

Narra Mike.

Baje a la cocina. Necesitaba refrescarme y se que ella iría al baño, también lo necesitaría. Me moría de ganas por cogerla en brazos y hacerla mía. Pero tenía que reconocer primero que lo de Nate era mentira. No paraba de hablar de él. Me ponía enfermo solo de escuchar su nombre. No quería que estuviese con el. Ni mucho menos que la tocase, la acariciase, nada, no quería que tocará un solo milímetro de su piel. Sólo yo quería tocarla, solo podía ser mía.

Me estaba cabreando aún más solo de imaginarlos juntos. Encendí la televisión y me puse una película, necesitaba distraerme. Caí rendido, estaba muy cansado y me quedé dormido.

*A la mañana siguiente*

Narra Sara.

Fui a la habitación de Mike a ver cómo estaba Mía. Seguía dormida, la dejaré descansar un poco más y le subiré el desayuno a la cama. Tiene que estar fresca cuando llegue mamá del trabajo. Tenemos que terminar todo hoy y prepararnos para mañana que es el gran día de mamá. Estoy tan feliz por ella.

Baje las escaleras y la tele estaba encendida. Alguien había madrugado más que yo, di los buenos días pero no obtuve respuesta, así que decidí ir a ver.
Cuando llegue al salón vi a Mike tirado en el sofá dormido como un tronco, llevaba solo el pantalón de pijama y podía admirar sus abdominales. Era guapísimo hasta dormido. Había dormido ahí, así que el tampoco se podía dormir. No fui la única que se quedó mal anoche entonces. Quería despertarlo, así que fui a por un vaso de agua bien fría y se lo tiré encima. Dio un salto enorme, si, se había despertado.

- Buenos días bella durmiente.

- ¿Estás loca? ¿Que manera es esa de despertar a alguien?

- No seas tontorrón, eso son cosas normales entre familia ¿No hermanito?

- Eres una imbécil Sara, me las pagarás, te lo prometo - se empezó a reír.

- Voy a preparar el desayuno, le haré también a Mía, así se lo subes como buen novio romántico que eres, ¿De acuerdo?

- No hace falta, que baje cuando ella quiera. - me contestó.

- Como quieras, si estuviera aquí Nate me traería el desayuno a la cama. - suspiré y mire hacia arriba - Y me haría el amor como si no hubiera un mañana.

Mike se levantó enfadado, subió a su habitación. Creo que me he pasado, pero me encanta verlo así. Seguire haciendo el desayuno y luego iré a ver cómo está Mía. Cuando termine de cocinar, subí con una bandeja en la que llevaba dos platos de tortitas con chocolate, dos zumos de naranja y dos cafés bien cargados. Necesitabamos reponer pilas, hoy sería un día largo.

Me crucé con Mike en el pasillo. Iba vestido y llevaba el casco de la moto en la mano.

- ¿A donde vas a estas horas? Hay que hacer muchas cosas, no me dejes sola.

- No te importa y no estás sola tienes a Mía. - siguió bajando las escaleras y grito - ¡Y si no llama a Nate, seguro que está encantado de ayudarte!

Sonreí. Estaba celoso. Entre en la habitación y desperté a Mía. Desayunamos juntas y nos pusimos en marcha. Teníamos que preparar muchas cosas.

Me enamoré de ÉL (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora