Capítulo 28 "Últimos preparativos"

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Narra Sara.

Mamá llegó a casa acompañada de las chicas y nos fuimos al centro de la ciudad. Teníamos cita en varios sitios, para hacernos las uñas, pruebas de maquillaje y sobretodo ir a por nuestros vestidos.

*Horas más tarde*

Ya habíamos ido a varios sitios y nos habían mimado mucho. Cuando solo nos quedaba un sitio al que ir antes de irnos al hotel. A por nuestros vestidos.

Las tres subimos en el coche y pusimos rumbo hacia allí. Estaba muy emocionada, me había enamorado de ese vestido cuando lo vi y me habían cogido las medidas para hacer que me quedara como un guante.

Llegamos al sitio y nos recibió Mariela, la dependiente y gerente del local. Nos había preparado los vestidos colgados cada uno en un probador. Y decidimos hacerlo de una en una para vernos bien.
Primero fue mamá, era la más importante de las tres. La protagonista de mañana. Tardó varios minutos en ponerse el vestido.

- ¿Que paso anoche? ¿Os lo pasasteis bien? - dijo Carol.

- Si, estuvo bastante bien. Nos encontramos allí con Mía y Mike. - contesté. - dijo Mía.

- ¿Que hacíais allí los dos? - preguntó Marta.

- Mike me pidió celebrar con el su graduación y me invitó allí a pasar una noche.

- Pero, ¿En plan una cita? - pregunté.

- No, como amigos, queremos ir poco a poco... - respondió Mía.

- Oye Mía lo que me dijiste en el baño...
¿Es verdad?

- Si te soy sincera, no sé muy bien lo que te dije ¿Sabes?

- ¿No te acuerdas? - preguntó Carol - Nada solo como que lo de Mike y lo vuestro es mentira, que es todo para poner celosa a Sara ¿Y que mas?

- Que Mike sabía lo de Nate... - contesto Marta.

- A ver Sara, no quiero mentirte... entre Mike y yo no hay nada. Somos solo amigos, que se llevan bien y ya está. No te voy a negar que no me atraiga Mike, pero yo no le gusto... Sólo me ve como su hermana pequeña.

- ¿Entonces lo de ayer? ¿Es todo mentira?

- No, no es mentira. Si que hemos quedado a solas unas veces, pero como amigos, hablamos y le doy consejos para animarlo.

- ¿Animarlo? ¿Porque? Si el esta siempre animado y de buen humor - afirme.

- Así es como lo ves tú, pero cuando Mike se enteró de lo tuyo con Nate. Se volvió loco, empezó a rayarse muchísimo y a esta deprimido día sí y día también. Por eso ese día fui a cenar con el.

- ¿El día que dormisteis juntos no? - dijo Carol.

- Si - miró a Carol para luego mirarme a mi - Sara no durmió conmigo, durmió en el suelo... Como esta mañana. A preferido dormir en el sofá que conmigo.

- Mía, tengo que decirte algo, pero no puedes decírselo a Mike... - la miré a los ojos y suspiré - Lo de Nate y yo es todo mentira, no estamos juntos, es un juego para que Mike se pusiese celoso y reaccionase... Al parecer hemos tenido la misma idea y ninguno da su brazo a torcer.

- Entonces tenía razón, el sospecha de que es todo una mentira, pero cada día que pasa tiene dudas y se le va quitando la idea de que sea mentira y se convence de que puede ser verdad... Sara tienes que hablar con el, decirle todo... Da el primer paso.

- No, el la cagó con sus mentiras. Tiene que ser el, el que venga y de él primer paso. - Respondí.

Mi madre nos interrumpió. La espera mereció la pena cuando salió del vestidor, parecía una auténtica reina. Un vestido de tirantes, con corte cuadrado, tenía un corpiño ajustado de color marfil a juego con el resto del vestido, todo adornado con detalles en dorado, la parte baja al estilo princesa, muy ancha con una cola larga. Y el velo que le habían puesto quedaba perfecto junto al recogido que le habían hecho en la peluquería.
La miré, estaba emocionada y nos contagio esa emoción. Estábamos las tres llorando como auténticas magdalenas. Pero eran de felicidad. Estaba muy feliz por ella, por fin había encontrado a un hombre que la hacia feliz y la trataba como se merece.

...

Narra Mike.

Necesitaba salir de allí. No quería volver a escuchar el nombre de Nate o juro que iba a matar a alguien. Me sacaba de mis casillas está chica, todo el día Nate, Nate, Nate en la boca. No existían más palabras en su vocabulario.

Fui a buscar a Richard, como siempre estaría en el Sharlotte's. Llegué y allí estaba hablando con una chica en la barra. Me acerqué y le salude.

- Hermano llevo media hora esperándote. Tenemos que ir a por tu traje.

- Lo se, pero necesito hablar contigo o me voy a volver loco. - le dije.

- Ven vamos a sentarnos - nos sentamos en una mesa y pedimos dos cervezas - dime qué necesitas.

- Creo que lo de Sara con Nate es real. No deja de hablar de él y me pone enfermo escuchar su nombre. Anoche estaban juntos allí como me dijiste que haría, y el lavabo tocaba, la acariciaba y tenía ganas de sacarla de allí, llevármela lejos y no soltarla pero no sé como reaccionaria ella.

- Lo se, tienes que hablar con ella... Si no, al final pasara algo con Nate. - dio un sorbo a la cerveza - ¿Imagina que se enamoran por estar todo el día juntos?

- No digas tonterías... - en verdad tenía razón, podía pasar, necesitaba hablar con ella - Tienes razón, hablaré con ella, pero hasta la boda no la veré.

- Pues entonces, vamos a ponernos manos a la obra. Hay que arreglar ese pelo e ir a por tu traje. Tienes que estar tan guapo que deslumbra a todos y ella no se pueda resistir a ti.

Nos pusimos de camino a la peluquería. Me corté el pelo degradando los lados y dejando un tupe bastante fácil de peinar. Me arreglaron la barba, bien perfilada y recortada. Eso junto al pircing de mi nariz, hacia que me viera bastante guapo ante el espejo.

Luego acudimos a la tienda a por mí traje, nos esperaba Maximiliano, el mejor modista del barrio en moda masculina. Entramos y tenía preparado mí traje, unos días antes habíamos ido a que me tomase las medidas y me viniese perfecto. Me lo probé me queda ideal y por la cara de Richard pensaba lo mismo que yo. Hoy se quedaría a dormir en casa. Al ser un viejo amigo de la familia estaba invitado a la boda. Mi padre estaría nervioso y seguro necesitaba nuestra ayuda para mañana.

Compramos unas cervezas y fuimos a casa. Papa había preparado unas pizzas así que cenamos los tres juntos. Noche de chicos. Pasamos buena noche entre risas, cervezas y pizza. Noche perfecta aunque no dejaba de pensar en Sara.

- Anda Mike cuéntale a tu viejo lo que te pasa - me dijo mi padre - Estás muy pensativo hoy.

- Es algo complicado...

- ¿Alguna chica no?

- Ella es diferente... Pero está con alguien.

- Si, pero creemos que es todo mentira para poner celoso a Mike. - dijo Richard.

- ¿Has hablado con ella Mike?

- No... Tengo miedo a su respuesta. Puede que no sea tan mentira esa relación.

- Mira hijo, habla con ella si no lo haces jamás lo sabras. - hizo una pausa - Cuando conocí a Laura, no me atrevía a hablarle, pero si no lo hacia, otro se me adelantaría y la perdería. Fue amor a primera vista. En el momento en que la vi, supe que era ella con la que quería compartir el resto de mi vida.

- ¿Como supiste que era ella? - preguntó Richard.

- No dejaba de pensar en ella. Por muchas chicas que se cruzaban en mi camino, ninguna era igual que ella. Era diferente. Con solo la mirada me hizo sentir cosas que otras mujeres no habían conseguido en años. Me enfoque en el trabajo y aunque al principio me distraía, al final ni eso pudo hacer que dejase de pensar en ella. Y el día que hable con ella y le confesé todo, mi cabeza y sobretodo mi corazón encontraron paz. Y mirame, mañana me caso con ella, el amor de mi vida.

- Tienes razón papá. - suspiré - hablaré con ella y le contaré todo. No quiero perderla.

Mi padre tenía razón. Hablaría con ella. Necesitaba hablar y confesarle todo lo que sentía. Sólo esperaba que ella sintiese lo mismo, que me aceptase y lo de Nate fuese mentira.

...


Me enamoré de ÉL (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora