FINAL

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Muertos, conjuros y barritas energéticas

—JungKook, JungKook, ¿me oyes? Está despertando, se encuentra desorientado, es normal al despertar de un coma. Le haremos unas pruebas. Por favor, llamar a los señores Jeon y comunicarles que su hijo ha despertado.

Se sentía mareado y pesado, le costaba mantener los ojos abiertos por más de dos segundos. Intentó hablar pero su garganta dolía demasiado.

—Estamos en el hospital. Se que te costará pero necesito hacerte unas preguntas, tus padres están de camino. Dime, ¿recuerdas cómo te llamas? ¿qué edad tienes?

—Me...llamo Jeon JungKook y tengo treze años —a cada palabra su garganta escoció. Tenía la sensación de que no había hablado en mucho tiempo.

—Muy bien, ¿y recuerdas por qué estás aquí?

¿Por qué estaba en un hospital? No lo recordaba bien.

—Recuerdo...un impacto...algo chocó conmigo —dijo como pudo y con la voz raspandole la garganta —recuerdo caer al suelo y que todo se volviera negro.

—Bien JungKook, descansa y pronto volveré a verte y te haré unas pruebas. En unos minutos tus padres entrarán a verte.

—Es curioso que se haya despertado a la misma hora que cuando tuvo el accidente —logró oír como dos enfermeras conversaban antes de caer rendido y cerrar de nuevo los ojos.

                               [...]

Algo cayó al suelo y Jin corrió a donde se produjo el sonido, era su pequeño, había conseguido volver. No perdió el tiempo y empujó al alto del sofá al suelo para rápidamente coger el cuerpo del menor y dejarlo sobre este. No pudo evitar acariciarle suavemente con la punta de sus dedos, deslizándolos sobre la piel de su pómulo. Observo su brazo y vio como esta estaba recubierta de quemaduras. Pudo oir su respiración, solo estaba inconsciente por el viaje y el agotamineto físico y mental que tuvo que haber sufrido. Su pequeño estaba bien.

—JungKook, despierta. NamJoon levántate de allí y ayudame necesita despertar le faltan cinco minutos —el tiempo se les acababa.

El alto reacciono rápido y se levantó a tropezones del suelo para acercarse junto a Jin y ayudarle de alguna manera. Pudo ver como el pelinegro abría de a poco los ojos, seguía desorientado.

—Hyung.

Fue un susurro que casi no pudo escuchar.

—Estoy aquí conejito. ¿Puedes oirme? Necesito que hagas un esfuerzo más, tienes que volver a tu cuerpo, el tiempo se acaba.

El menor hizo su máximo esfuerzo para poder sentarse, su hyung no tardó en ayudarle. Sacó de su bolsillo el libro y se lo extendió al alto. Este lo recibió y se lo pasó a NamJoon, que no tardó en sacar las hojas y buscar el verdadero libro que Jin había dejado antes sobre la cama.

Jin lo volvió a levantar y lo sentó en la cama, cerca de su cuerpo. NamJoon se encargó de pasarle el libro al menor y se apartó unos metros, sentía que estorbaba entre esos dos.

—Quedan dos minutos.

—JungKook, se que puedes hacerlo. Lo has hecho muy bien, estoy orgulloso de ti, ahora tan solo te hace falta acabar y recibir lo que te mereces por todo ese esfuerzo. Estoy seguro de que lo conseguirás, estaré aquí a tu lado. Te lo prometí y lo vuelvo a prometer. Inténtalo y dejame volver a verte de nuevo —el mayor intentó transmitirle fuerzas con sus palabras. Limpió algunas lágrimas que caían de los ojos del menor y le sonrió, mientras también sentía como la suave mano del menor retiraba una lágrima traicionera que se deslizó sobre su piel y que apenas notó —No tenemos que volver esto en un momento triste si sabemos que nos volveremos a ver pronto.

Encuentro Inesperado [Jinkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora