EPÍLOGO

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JungKook salía de su casa mientras le avisaba a su madre que iría a sus clases de repaso.

Desde hace un tiempo le había comentado a sus padres tener un profesor de repaso después de sus clases para que le ayudara cos sus deberes y exámenes. Estos, no pusieron pegas estuvieron de acuerdo de inmediato, habían tenido en cuenta que su hijo estuvo varios meses inactivo en la escuela y que necesitaba ponerse al día.

Eso sumándole el hecho de que su hijo pasaba demasiado tiempo solo en casa  debido a sus horarios de trabajo, no vieron objeción, incluso les pareció una maravillosa idea.

Es así, como contrataron a un joven universitario que casualmente se acoplaba perfectamente a sus horarios.

Desde entonces, cuando el bajito acababa con sus clases volvía a casa a comer, donde se encontraba con su madre que se preparaba para ir a trabajar, para después dirigirse a un apartamento que conocía bien.

Tocó el timbre y espero a que abrieran. No tardó demasiado.

- Hyung.- no pudo evitar saltar a los brazos del alto en un abrazo que casi tira a ambos. Estaba emocionado no se pudieron ver el fin de semana y lo había echado de menos.

- Conejito, hoy llegas pronto. - río nervioso el castaño.

JungKook no pudo evitar mirarlo con sospecha, había algo que le resultaba extraño en las acciones del mayor.

- Hoy he salido pronto, ¿pasa algo? Te veo extraño.

Finalmente entraron y cerraron la puerta. El mayor empezó a caminar en dirección a la cocina.

- No, ¿por qué lo preguntas? ¿quieres algo para comer?

Definitivamente pasaba algo. Su voz sonaba demasiado nerviosa.

El pelinegro hizo una mueca de disconformidad. Si pasaba algo, porqué no se lo decía, ¿no tenían ya la suficiente confianza? No pudo evitar que ese pensamiento le creara un sentimiento de tristeza, y su cara se encargó de demostrarlo.

Y como siempre, Jin no lo pudo ignorar. Era demasiado débil a las caras tristes de su pequeño y aún más si era él quién las provocaba.

- JungKook ven, acercate. - le dijo mientras esperaba con los brazos abiertos a que el menor se acercara a él, cosa que no tardó en suceder.

El menor se abrazó con fuerza. No le gustaba que su mente creeara esas inseguridades. Siempre venían a él por mucho que intentaba ignorarlas. Sabía que no debería tomarlas en cuenta, pero desde que no era un fantasma que vivía con su hyung todo parecía diferente. Su relación parecía diferente.

El menor no podía evitar pensar que él seguía siendo apenas un niño entrando en la adolescencia, mientras que su hyung ya estaba empezando a cursar su segundo año de carrera. Su relación era ilegal ante la ley, y sabía que si algo llegara a descubrirse el que saldría perjudicado sería el mayor.

Tampoco podía evitar pensar que el castaño podría llegar a aburrirse de él, llegar a conocer a alguien que no fuera un niño sin ningún tipo de experiencia en relaciones y que no tuviera que esconderse o fingir cuando salían a la calle. Tenía miedo. Toda esa seguridad que le invadió en su momento cuando le dijo al alto que lo intentaran se fue desvaneciendo con el pasar de los días desde que volvió a su vida.

- Creo que no me queda otra que decirtelo. - suspiró con pesar el mayor mientras aún tenía en sus brazos a su pequeño y empezaba a pasar su dedos por sus suaves cabellos.

El pelinegro no pudo evitar aferrarse con más fuerza, tenía miedo de lo que vendría a continuación. ¿y si su hyung ya no quería nada con él y pensaba terminar con lo que tenían? ¿y si había conocido a alguien? Sea lo que sea no quería oirlo.

Encuentro Inesperado [Jinkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora