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Miss Bustier con su notable embarazo salía de un salón con preocupación, encabezando la fila de chicos que iban a la clase de meditación.

La profesora Mendeleiev había reprobado a muchos alumnos, así que ella tenía que hacer que ningún alumno saliera akumatizado por estar tristes tras reprobar.

Lo que la mujer no sabía era que a nadie le había importado. Todos seguían viviendo sus vidas con normalidad.

Adrien y Marinette iban comiendo macarons a escondidas para no tener que invitar, Nino y Alya iban jugando un juego en sus celulares,  Rose y Juleka componían una nueva canción, Alix y Max practicaban el código Morse para pasarse las respuestas en el examen, Nathaniel, Ivan y Mylene intentaban ayudar al pelirrojo a entender algunas fórmulas de química, Chloe y Sabrina practicaban la firma de la rubia para los autógrafos que le iban a pedir cuando fuera mundialmente famosa y Lila iba en silla de ruedas ya que había inventado que le dolía el pelo.

La mujer sentada en una silla miraba con tranquilidad como todos comenzaban a sentarse en sus respectivos tapetitos en el suelo, calmandose un poco.

-Primero que nada, si se sienten tristes o enojados, recuerden que podemos hablarlo.

Todos miraron extrañados e intentaron pensar en alguna razón por la cual ellos deberían sentirse tristes o enojados, pero no recordaron ninguna.

Lo único triste era que faltaban horas para salida.

-Bien, ahora en voz alta uno por uno diga algo que los relaje.

Alix sonriente levantó la mano y habló.

-Ver a Marinette me relaja.

La mencionada alzó una ceja extrañada, mientras miraba como su novio también alzaba su mano.

-Ver a Marinette también me relaja ¿Ya dije que es bonita?

Eso no le extraño tanto hasta que escuchó a su costado, como su mejor amiga tomaba la palabra.

-Ver a Marinette es relajante.

Sus ojos se abrieron como platos cuando vieron como Chloe hablaba por ella y Sabrina.

-Marinette es relajante.

La mencionada frunció el ceño al escuchar aquella voz desesperante que tanto odiaba, hablar.

-A mi me relaja el cielo.

Lila jamás iba a admitir en voz alta que ver a Marinette también la relajaba.

La ojiazul miró como Iván levantaba su palma y su novia asentía.

-Marinette es más relajante que el cielo.

La maestra comenzó a mirar extrañada como todos sus alumnos comenzaban a estar de acuerdo en que su representante era relajante, hasta que después de observar a susodicha, se dio cuenta que en realidad lo era.

-Es cierto, si la miras por un buen rato, te sientes tranquila.

La ojiazul negó con espanto como hasta la profesora decía lo mismo, mirando finalmente como todos tenían la mirada puesta sobre ella, menos Nathaniel que estaba profundamente dormido.

El se relajó tanto al mirarla que se durmió.

-Bien, basta, no soy relajante, soy un desastre y lo saben.

Todos dieron un suspiro pacifico al escucharla hablar y la maestra habló.

-Bien clase, recuerden, cuando tengan sentimientos negativos, piensen en Marinette.

Ella al sentir como Tikki comenzaba a reírse descontroladamente desde su chaqueta, recordó el por qué estaba sucediendo eso.

Su-Han le había dado un brebaje para la serenidad, pero ella en lugar de ponerle solo unas cuantas gotas a su bebida por la mañana, le puso toda la botella al haber temblado un poco.

En ese momento odiaba su mal pulso mañanero.
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Marinette se preparaba para dormir la noche completa, pues ese día decidieron no patrullar gracias al cansancio que derrotar al sentimoustro de una profesora embarazada que se preocupó de más, les produjo.

Cuando menos se dió cuenta una luz verdosa de transformación desecha la inundó a sus pies, negando al ver al chico que ni escuchó entrar, sobre sus piernas.

El no habló, solo dejó caer su cabeza sobre su pecho, acomodándose en ella.

-Estar contigo me relaja. Puedo dormir aquí. Prometo que no pasará nada fuera de contexto.

Le dijo sonriendo mientras se preparaba para dormir tranquilo, pues había puesto una alarma para partir temprano en la mañana.

El dejo caer su cabeza en el cuenco de su hombro y sonrió dándole un beso en la barbilla.

-Mira, encajamos perfectamente. Estamos a la medida.

Ella asintió con ternura mientras poco a poco ambos se quedaron dormidos.

En la mañana le diría que la razón por la que relajaba tanto ese día era porque no supo administrar bien un brebaje.

Continuara...

¿Se imaginan todas las cosas que Su-Han le enseñará a Marinette?

Estará interesante verlo.

Por cierto, viva el Adrinette :)

En fin, disfruten.

A La Medida (Abril Mes Del Adrinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora