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Lila miraba a la pareja de color de rosa llegar tomados de las manos.

Innecesarias y detestables muestras de cariño. Alguien tenía que hacer que pararan ya.

Lastima que todos eran demasiado buenos como para intentarlo. Era cuando su trabajo iba a comenzar.

El momento de actuar había llegado.

¡Iba a romper la relación de Adrien y Marinette! Estaba decidido.

Para su mala suerte, ellos se adoraban y no podían querer a alguien más, por lo que no le dejaban otra opción a ella, más que sembrar la semilla de la discordia.

Con cuidado de no ser vista, la detestable italiana tomó una de las características plumas (con brillitos) de Marinette, y tomó una hoja en blanco de su lugar.

"Te amo en secreto. ¿Nos vemos en el receso en el salón de artes? Quiero estar a solas contigo.
Marinette"

Y buscando con la mirada a quien darle el papelito, miro quien podría ser el perfecto causante de la ruptura de la pareja perfecta.

El ronquido de Nathaniel activó sus sentidos, haciéndola dar una sonrisa malvada.

El tomate era perfecto para el trabajo.

"Quiero verte en el salón de artes, por... ¿lo que dejamos pendiente? Si, tu sabes de lo que hablo.
Nathaniel"

Y con cuidado dejó el papelito en el lugar de la azabache, dando una sonrisa victoriosa al ver que no solo Marinette la leyó, si no también Adrien a escondidas.

Eso se iba a poner terminal. ¡Ja! Chistes de ruptura.
.
.
.

Con una sonrisa desde su escondite observo, como Nathaniel y Marinette estaban reunidos en el salón, sonriendo al ver como Adrien los seguía en secreto.

Con binoculares y un objeto para oír a distancia, la mentirosa se preparaba para disfrutar del show.

-¿Entonces era enserio?

Dijo el pelirrojo al ver a Marinette ahí y ella se extrañó.

-¿De qué hablas y a qué te referías con algo pendiente?

Eso se estaba volviendo bastante confuso e ilógico para ambos.

-¿Qué? No, yo solo vine a decirte que ahora no te puedo corresponder.

Ella asintió, pues era algo que todos conocían. Su relación con Marc.

-Lo sé, yo tampoco te puedo querer de otra manera. Yo también tengo a alguien a quien adoro. Es Adrien.

Nathaniel no comprendería nada.

-Pero si me declaraste tu amor hace un rato.

Sus ojos se abrieron con espanto, negando rotundamente.

-¿Qué? ¡No! ¿Cuándo? ¡NO! Yo solo recibí tu carta.

-Y yo la tuya declarando tu amor. Por cierto, creí que tenias una letra más bonita que esa.

A ambos les comenzaba a doler la cabeza pues estaban completamente perdidos.

Entre su confusa confusión, el ruido del impacto de un rubio, que caía de boca por estar escuchando tras de la puerta, se escuchó, robándose su atención.

-¿Adrien, te encuentras bien?

Antes de que la ojiazul tan solo se acercara a ayudarlo, él se repuso solo, tomando el papel que según había enviado Marinette de las manos del tomate.

-Bien, yo me voy.

Dijo Nathaniel intentando no presenciar algún problema por causa de ser tan irresistible.

Ni modo, eso le pasaba por ser un emo guapo.

Mientras dentro del salón, Agreste y Dupain se miraban entre sí con extrañeza.

Y entrecerrando sus ojos, el ojiverde examinó el papel y lo olió.

-Esto no es tuyo. La redondez de la "O" es ligeramente más ovalada que la tuya y esto no huele a que tus delicadas manos lo escribieron. Seguro fue otra de las bromas de Kim.

Habló mientras hacía bolita el papel y lo tiraba, acercándose a ella con una sonrisa en el rostro.

-Gracias por notarlo, joven Agreste.

Le dijo mientras sentía como poco a poco sus labios se acercaban a los suyos, con la intención de besarlos.

Lila desde lejos miró aquello e hizo corajes, pues su plan estrella había fallado.

Esos dos le provocaban úlceras gástricas.

Continuara...

Lila me cae mal, espero que no se note tanto en la historia (La llama detestable y mentirosa en varias ocasiones)

Si, casi no se nota...

Mañana checo la ortografía.

En fin, disfruten.

A La Medida (Abril Mes Del Adrinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora