-No.
Adrien miraba con resignación como ni siquiera le había dicho lo que quería pedirle a su padre y el ya se estaba negando.
-Pero padre, no te he dicho nada.
Le dijo con sus ánimos bajos y el señor dirigió su cabeza directo a sus diseños.
-Seguro me negaré.
Adrien dió un suspiro y dio la media vuelta, diciendo su última frase ya sintiendo la derrota.
-Quería ir a Canadá con mi novi... ¡AMIGA! Solo una grandiosa amiga de la cual no te tienes que preocupar. Quiero apoyarla en el concurso de videojuegos en el que quedó seleccionada. Porfavor.
El señor giró la cabeza y dio una sonrisa malvada, viendo una mina de oportunidades.
¡Ese era el momento perfecto para hacer una akumatizacion masiva y mantener a Adrien seguro!
Lejos, muy lejos en Canadá y a kilómetros de su destrucción.
-Haberlo dicho antes. Si. Vete y hasta voy a darte el dinero suficiente para que te quedes tu y tus amigos una semana más haya.
La mandíbula de Adrien cayó al suelo y corrió donde su padre a darle un abrazo.
-Gracias. Enserio gracias ¿Crees que pueda ir a decirle ahora mismo?
El hombre asintio, mientras su hijo se despedía sobando su nariz dolido, pues al abrazarlo, pegó de frente con algo duro que su padre tenía en el pecho, como un broche oculto debajo de su mascada.
Nah, seguro solo era un botón.
Y despejando sus pensamientos, en menos de tres saltos bajó las escaleras, pidiendo a Gorilla ser llevado en dirección a la casa de Marinette.
.
.
.-¡Ma-ri-nette!
Entró el chico a la habitación de la ojiazul con el permiso de sus padres y separando por sílabas su nombre.
Abrió la trampilla y fué recibido con un rollo de tela directo a la cara, sobando dolido su nariz nuevamente.
-¡AUCH! No, mi nariz denuevo.
-¡Chicos, es solo Adrien!
Habló la azabache cerrando la trampilla tras de el, dejando ver al chico, que nuevamente había dejado salir a los kwamis a su habitación.
-Perdon, es lo que ahora implementamos en caso de que alguien entre de golpe a la habitación. Le lanzamos un rollo de tela y en lo que se recupera, todos pueden esconderse. Perdoname.
El ojiverde sintió un beso en su nariz y sonrió dejando pasar todo.
-Si, ¿porque no mejor optas por poner mejor una campanita?
Le dijo mientras se acomodaba en el divan, usando uno de los sombreros que la ojiazul tenía en su maniquí.
-Luego lo discutiremos. ¿Ya hablaste con tu padre?
Preguntó mientras se sentaba en el otro extremo, acomodando su cabeza en una almohada, tratando de ignorar todo el escándalo que los kwamis hacían.
-Si y no lo vas a creer ¡Tengo permiso! Eh incluso esta tan de acuerdo a que vaya con mis "amigos" que hasta nos pagará a todos para quedarnos una semana más haya.
La ojiazul rió divertida, tomando sus manos bromeando.
-Oh joven Agreste, ¿qué pensaría su padre si le dijera que todos los días besa y abraza a su amiga?
El rubio soltó una carcajada y la atrajo deslizándola por la superficie acolchada.
-Su furia sería peor que la de Hawk Moth. Por suerte mi novia es Lady Bug y podría revivirme con su amuleto encantado.
Le dijo antes de besarla suavemente, mientras sentía como ella enredada sus brazos en su cuello.
-Si... creo que no funciona así. No te preocupes, yo esperaré lo que tenga que esperar a que le digas a tu papá. No me gustaría que tuvieras problemas con el.
Adrien con cariño acarició su cabello, agradeciendo el haber sido entendido, intentando besarla una vez más, hasta que sintió como ella daba un respingo profundo y lo alejaba de inmediato.
-Adrien ¡Hay que hacer sueteres a conjunto para usarlos en Canadá!
Le dijo con un brillo en sus ojos que el no pudo evitar seguir.
Amaba a esa chica y adoraba como ambos quedaban tan a la medida.
Ella con sus locuras y él listo para seguirla a donde sea que estás la lleven.
Continuara...
Donde alguien quiera usar suéteres a conjunto contigo, ahí es.
Benditas vacaciones que me dejan despertarme hasta las tres de la tarde. Las disfrutaré como no tienen idea.
Me muero por ver el capítulo de Lies, espero podamos platicarlo por aquí ;)
En fin, disfruten.
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A La Medida (Abril Mes Del Adrinette)
HumorDespués de una linda proposición sobre la torre Eiffel y después de conocer todos sus secretos, Adrien y Marinette comienzan a vivir lo bonito de un noviazgo, descubriendo que ambos se quedan a la medida.