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-Tu... tu... ¡Me engañaste!

Adrien abrió sus ojos con espanto, mientras se arrodillaba al suelo junto con la azabache, a tomar el papel y leer el causante de la mala reacción de la chica.

Su corazón casi se paró al leer aquello.

-¡Esto no puede ser verdad. NO LO ES!

La ojiazul sollozó con dolor, hasta que salió de aquel doloroso trance, sabiendo bien que era momento de emprender la huida.

Solo sabía que no quería estar ahí.

Adrien que estaba igual de impresionado y asustado por lo que estaba pensando la azabache, observó como la ojiazul estaba por dejarlo, deteniendola al tomarla de su mano con cuidado.

-Tenemos que hablar, esto es muy confuso. Yo no hice eso. ¡Es cruel!

Ella se safó tratando de mostrarse fuerte.

-Adrien. Esto es una felicitación de Madame Bustier por tu proyecto, el cual es idéntico al mio ¡Me traicionaste! Yo compartí contigo mis avances, más de tres meses de trabajo y tú... Adrien, no puedo creerte teniendo la evidencia frente a mis ojos.

No aguanto más y corrió.

Una traición de la persona que más amas es algo que duele más que morir por mil cortes.

El sintió como si millones de cortadas de papel lo hubieran herido al escucharla decirle aquello.

Su amada estaba enojada y tenía razón para estarlo, a pesar de que el no fuera el de la culpa.

Cuando reaccionó Marinette se había ido, reponiendose rápidamente y corriendo tras de ella, no logrando alcanzarla al divisar como había entrado al baño de chicas.

Cuando miró el cielo, se encontró con Lady Bug que salía del techo de su escuela, en dirección a quien sabe dónde.

Bien, le restaba toda Paris y sus alrededores por donde buscar.
.
.
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Ver sus zapatos colgando en el aire, sentanda sobre una de las vigas de la Torre Eiffel.

Tikki a su lado acompañándola en silencio no sabiendo en si como consolarla.

Mejillas empapadas e ilusiones destrozadas.

Su ser amado le había robado un proyecto en el cual había puesto todo de si misma.

Tal vez el trabajo había pasado a segundo plano, lo que le dolía era saber de quien venía el robo. Su amor plagió su trabajo y lo reclamó como suyo.

No había duda ni podía refutar, la misma maestra se lo confirmaba.

Es como si un asesino negara haber matado a alguien cuando aún tenía las manos ensangrentadas.

Era triste que no hubiera una pequeña probabilidad de que fuera un error o una broma cruel.

Enserio quería creerle y realmente lo hubiera hecho, de no haber sido por la carta de la maestra.

Su firma y su letra. Ella misma vio como la redactaba en clase, pero jamás imaginó que era para Adrien y se tratara de ello.

Por un momento llegó a pensar que ambos eran almas gemelas. Sentía que quedaban tan a la medida.

Un asimétrico perfecto que los complementaba. Tantas diferencias que hacia que jamás se aburrieran entre sí, tanto amor de su parte.

Talvez el no era así, pero esa ocasión, Adrien tuvo un error imperdonable.

Lo conocía y sabía que era bueno, pero eso no lo podía dejar pasar.

-¿Qué haces destransformada a esta altura? Te puedes caer.

Continuara...

Eso del plagio de trabajos duele HORRIBLE. Se los digo por experiencia.

A mi me paso eso con mi EXpareja. Robó mi tesina de la prepa (es como una mini tesis, que a pesar de ser más pequeña, se elabora por más de 6 meses), entonces les afirmo que el ser traicionada y engañada por alguien que amas, duele horrible.

Afortunadamente pude probar que era mía, pero... fue horrible tener que ver ese lado de la persona que quería.

Así que no les roben trabajos a sus novios o los pateo.

En fin, disfruten.

A La Medida (Abril Mes Del Adrinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora