A La Medida (Abril Mes Del Adrinette)

26

Gabriel Agreste esperaba con seriedad a su hijo frente a la puerta después de su clase de esgrima.

Aún no sabía cómo iba a preguntarle sobre el por qué besó a una chica y la razón por la que estaba en domingo por la noche en el hotel de los Burgeois, sin tener que decirle que lo sabía porque era Hawk Moth.

Finalmente el hijo llegó sonriente por la gran puerta, que al mirar a su padre con una expresión que denotaba enojo, su felicidad se desvaneció lentamente.

-Buenos días, padre.

Se quería golpear mentalmente. ¿Quién decía "buenos días" cuando ya estaba oscureciendo?

-Buenas noches a ti también, Adrien.

El chico iba a pasar directo a su habitación, tratando de huir de la amargura de su padre, hasta que fue detenido por la voz del mayor.

-Ayer era cerca de la media noche.

Adrien pasó saliva con miedo. ¡Su padre ya lo sabía!

Genial ¡Iba a ser fusilado cruelmente por un millón de bombas nucleares! Que quedará escrito que le dejaba toda su colección de videojuegos a Marinette.

-Y vi una foto de un.... ¿paparazzi? Exactamente, un paparazzi, en donde te encontrabas con una chica besandola, después de que te defendiera del akúma.

Con sus pupilas dilatadas por el terror que estaba teniendo en ese momento, el rubio con su voz entrecortada habló.

-Esqu.. esque me... me... ¡Me gusta una chica!

Adrien se dio una bofetada mental. Ese era el momento para confesar que tenía novia, aunque probablemente la plática hubiera terminado en desheredación.

-Es Marinette, ¿cierto?

El asintió dudoso de estar dando tanta información. De igual manera no tenía otra opción e incluso era lo más inteligente.

Su papá no podía alejarlo de alguien que él pensaba no estaba cerca de él.

De la nada una llamada de una tal "Bogaboo" llegó al celular del rubio, que tuvo que cortarla rápidamente casi temblando de los nervios.

-Esque estamos haciendo un proyecto importante y por eso la llamada. Y si te preguntas por el nombre en que la tengo registrada, todos la llamamos bogaboo porque... porque esta chaparrita, justamente eso.

Eso no sonaba creíble ni para el mismo, pero al menos su padre asintió.

-No beses a ninguna chica a la fuerza. Si te corresponde aún después de lo de ayer, invítala a comer.

Esa chica podía ser la perfecta guardaespaldas de Adrien. Después de combatir a un akúma ella sola solo por proteger a su hijo, había ganado su respeto.
.
.
.

Adrien entró a su habitación y encontró a una chica que tenía un bote de helado de menta con mora, la cual se lo comía despreocupada sobre su cama, mientras que observaba como el ojiverde la miraba con emoción.

-Marinette, ¿Qué haces aquí?

Preguntó al ver a la destransformaba a lado de Tikki, la cual le extendía el bote de helado.

-Te llamé para preguntarte si podía venir. Mientras estabas en clase de esgrima, salí a caminar con mis amigas y nos encontramos a André, por lo que decidimos traer helado en bote para compartir con nuestros respectivos novios.

El con una sonrisa lo tomó, se acomodó a lado de la ojiazul y tomando la cucharita, no dudó en comer.

Recordando la conversación incomoda que tuvo previamente con su padre, el chico habló, a la vez que le daba una cucharada en su rosada boca.

-Emm... Mi papá medio sabe de lo nuestro.

La azabache abrió la ojos con espanto dejándolo continuar.

-Se entero por una foto de ayer. Le dije que me gustabas y que aún no me declaraba.

Un suspiro de alivio y una risa fueron su respuesta, mientras ella le quitaba la cucharita y le daba helado a él en su boca.

-JA, JA, JA que pensaría tu padre si supiera que estás en la cama con tu supuesto crush comiendo helado.

Adrien solo tomó sus hombros mientras la miraba fijamente a los ojos.

-Pero Marinette, tu eres mi crush.

Le dijo antes de hacer soltar una carcajada a la azabache, que enternecida apretó las mejillas del rubio para besarlo.

Labios fríos sabor menta con mora.

Toc, toc, toc.

Y alertando sus sentidos, ambos escucharon como golpeteos en la puerta, indicaba que alguien estaba por pasar.

Continuara...

Me pregunto si André venderá helado en bote para comer después.

Ya saben, así como para comprarle y tenerlo guardado en el refrigerador para cuando te de depresión.

Estaría interesante. Si voy a mi realidad deseada, le voy a preguntar.

En fin, disfruten.