broken | #6 | teen wolf

8 | Dread Doctors.

| Doctores del Pavor.

Lydia pasó el fin de semana en el hospital y fue dada de alta la tarde del domingo, su madre dándole permiso de volver a la escuela el lunes con la promesa de que se marcharía si se sentía mal. Me reuní con ella temprano en la mañana, abrazándola con fuerza y negándome a alejarme de ella a menos que fuera estrictamente necesario, lo cual no sucedió mucho pues compartíamos la mayoría de las clases.

—Los Doctores del Pavor, por T.R McCammon —enuncia Lydia en voz alta, leyendo el título del libro del cual Malia y yo estábamos hablando recién, entrando a la escuela luego de nuestro periodo libre.

— ¿Qué? —pregunto al verla mirar detenidamente la portada.

—No lo sé. Tiene algo —responde de forma vaga—. ¿Alguien ya lo leyó? —le pregunta a Malia.

Mi cuñada niega.

—Solo yo. Y no entendí nada.

—Tal vez todos debamos leerlo —sugiere.

—Isaac y Kira trabajan en eso —informo.

Hablé con Isaac el sábado por la tarde, después de dormir un par de horas y comer algo, confirmándole la coartada que mi hermano le dio la noche anterior y agradecida con el hecho de que no agudizó su oído o habría notado el latido que mi corazón se saltó al decirle que Stiles no había mentido. No sé quedó mucho en casa, diciendo que tenía mucha tarea que hacer, y yo pasé gran parte del fin de semana metida debajo de las mantas, viendo alguna película e intentando disipar la sensación amarga que aún me presiona el pecho para que los demás no lo noten.

— ¿Sabemos algo sobre este T.R McCammon? —cuestiona Lydia, apoyando su espalda contra unos casilleros.

Niego con la cabeza, pronunciando un "nope".

—Stiles y yo no encontramos nada sobre el autor en internet, tenemos la teoría de que es un seudónimo —respondo. Mi amiga asiente, girando el libro, observando lo escrito en la contraportada.

—"En un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra, los jóvenes son secuestrados de noche y enterrados vivos —lee en voz alta—. Días después, ellos emergen transformados, creando caos y esparciendo terror, comandados por una orden antigua de paracientíficos conocidos como los Doctores del Pavor".

—Suena aterrador —admito.

—Sí, y vagamente familiar —coincide, mirando luego a Malia—. ¿Cómo termina?

—No lo hace. Parece que es el volumen uno.

—Adivinaré. No hay volumen dos.

—Creo que vivimos el volumen dos —expresa honestamente mi cuñada.

—Entonces, la pregunta aquí es ¿se trata de una novela o es la predicción de alguien? —pregunta Lydia retóricamente.

Echo la cabeza hacia atrás cuando la campana suena y anuncia el inicio de nuestra siguiente clase.