Mil dudas recorrían mi cabeza, no tenía nada claro, pero tenía que hacerlo, era mi futuro. Me tenía que ir.
Galicia me estaba esperando, en aquella llamada mi jefe dejo claro que si me iba, iba a tener un gran ascenso al volver, eran tres meses, pero eran tres meses fuera de casa, de mis amigos, de ella.
No llevabamos ni cuatro meses de relación, estabamos en las nubes, los dos, y ahora teníamos que separarnos, mi decisión la tenía clara, yo nunca he sido de relaciones a distancia, y ahora no lo quería ser, ibamos a estar tres meses sin vernos, ella no merecía estar atada a nadie aquí, podría parecer un egoista pero era mi punto de vista y mi opinión.
Era un cobarde, porque no me atrevía a ir hacia ella y decirselo, no podía, no quería, pero lo tenía que hacer. Llore al leer sus mensajes, no se merecía nada de esto, esta oportunidad había llegado en el peor momento, pero no podía no rechazarla y mas cuando me iba a generar tanto éxito para mi futuro.
La propuesta se trataba de irme a Galicia, a un conservatorio, para impartir clases de piano, simplemente lo mismo que hacía aquí, pero allí era mas profesional, era para niños mas grandes y con mas experiencia, por eso, si me iba y todo salía sobre ruedas, al volver a Madrid tendría un ascenso en mi puesto.
Gerard no paraba de mandarme mensajes, de llamarme, pero no le cogí el teléfono, ni a él ni a ninguno de mis amigos, pero Gerard, al día siguiente por la mañana ya estaba aporreando la puerta de mi casa para hacerme el interrogatorio conveniente.
-¿Que mierda te pasa Flavio? Estaba preocupado ¿sabes? Todos lo estabamos, no te puedes ir de algun lado asi por asi y no dar explicaciones de nada -Dijo un Gerard visiblemente enfadado al atravesar el marco de la puerta de mi casa-.
-Para -Dije cansado-.
-¿Que ha pasado? -Dijo ahora un poco mas calmado-.
-Me tengo que ir, a Galicia, tres meses -Solte a bocajarro-.
-¿Como? -Pregunto aturdido-.
-Me han llamado...Me han dicho que me lo piense, si lo hago luego me daran un ascenso, lo llevo queriendo mucho tiempo pero en este momento de mi vida...No quiero dejarlo todo aqui -Respondi sentandome en el sofa-.
-Joder Flavio...
-Gerard no quiero irme, pero necesito ese ascenso.
-Son tres meses... -Siguio diciendo-.
-Lo se, se que no es mucho, pero es suficiente para estar asi -Dije señalandome-.
-Samantha es uno de los motivos por lo que no te quieres ir ¿verdad? -Pregunto-.
-Si -Respondí soltando todo el aire -Si me voy no puedo seguir con ella.
-Si puedes.
-No voy a tener una relacion a distancia -Respondí-.
-Esto deberias hablarlo con ella, que por cierto al menos dile que estas bien -Respondió el-.
-No voy a ser capaz de hacerlo Gerard -Dije poniendo los codos en mis rodillas-.
-Puedes hacerlo Flavio, habla con ella, podreis llegar a un acuerdo -Me recomendó el-.
-No voy a seguir con ella, y no se como decirselo -Dije alzando la voz-.
Lo que ellos no sabian que al otro lado de la puerta, harta de estar en su casa sin noticias de Flavio, se hallaba una Samantha totalmente descompuesta y con la boca abierta al escuchar esas palabras del murciano, se quedo paralizada, no sabía que hacer, si irse, si quedarse para oir explicaciones, pero se decidió por la primera opción, cuando estaba a punto de darse la vuelta y caminar hacia la escalera, la puerta se abrio.
-Hostias... -Dijo Gerard, que salía de alli-.
-Dejame pasar -Ordeno la valenciana, quitandolo de malas maneras de la puerta-.
-¿Tan cobarde eres? -Le pregunte, cuando Gerard salió de alli y el me miro sorprendido -Vengo aqui, preocupada por ti y lo primero que oigo es que no quieres seguir conmigo ¿Que mierda te pasa? ¿Asi de la nada? ¿Has conocido a otra verdad? Eres miserable Flavio -Solté-.
-Parate -Me dijo-.
-Parate de que Flavio ¿De que? -Dije alzando la voz-.
-Dejame hablar -Pidio-.
-Habla -Acabe cediendo-.
-Me tengo que ir a Galicia, tres meses, por trabajo -Dijo al fin-.
-¿Y que tengo que ver yo alli? Ah claro espera... Me quieres dejar por si conoces alli a otra ¿no? -Dije dolida-.
-No es eso Samantha, llevamos poco tiempo, no ibamos a aguantar una relación a distancia -Dijo-.
-Eres gilipollas.
El solo bajo la cabeza y yo seguí hablando.
-Llevaremos poco tiempo pero he sentido mas por ti que por parejas con las que llevaba 1 año, no lo quieres intentar y no hay mas excusas Flavio -Le conteste-.
-No podemos llevar una relación a distancia.
-Somos dos personas en la relación, no puedes tomar tu solo las decisiones -Respondi enfadada-.
El solo se quedo en silencio y yo pense que ya estaba todo dicho y queria irme de alli, me di la vuelta y me dispuse a ir hacia la puerta pero antes de llegar, la vibración de su voz me hizo retroceder.
-No quiero tener un mal recuerdo tuyo.
No me di la vuelta pero las lágrimas estaban saliendo solas de los ojos, sin poder ni querer retenerlas dentro de los ojos.
Me di la vuelta y mis ojos rojos de llorar y los suyos marrones a punto de derramar la primera lagrima, se encontraron, como lo hacian siempre, pero esta vez de forma diferente.
-¿Cuando te vas? -Dije en un hilo de voz, sabia que esto era una despedida-.
-En dos dias -Dijo dejando salir la primera lágrima de esos ojos marrones-.
-Espero que te vaya bien y no te arrepientas de lo que acabas de perder por tus inseguridades -Dije dandome la vuelta-.
-Te... -Iba a decirlo pero yo no podia escucharlo-.
-No me lo digas, asi no, no me digas que me quieres cuando no quieres luchar por esto, lo dicho, que tengas suerte -Dije saliendo por la puerta de su apartamento y me cruce al mio, intentando aguantar las ganas de llorar hasta que llegase a mi casa-.
Y alli fue donde explote, donde todas las lagrimas de mi cuerpo, las que llevaba retenidas desde ayer, salieron al anterior, dejandome vacia. Me meti en mi cuarto y no sali en toda la tarde, no tenia ganas de hacer nada y menos mal que tenia el dia libre, era domingo.
...
Esos dos dias pasaron y el viaje llego, no queria irme, no asi, teniendo un mal recuerdo de ella, pero tenia claro que me lo merecia, pero no iba a ir a buscarla cuando tenia clara mi decision, y tampoco queria hacerle mas daño a ella.
Estaba montado en aquel tren, el que me llevaria hacia la ciudad que ahora consideraba del demonio, le habia cogido mania a Galicia solo por esto y sabia que no iba a estar agusto alli en estos tres meses.
Teclee varias letras en aquel teclado, estaba en el chat de Samantha, no pude despedirme como me hubjese gustado, pero queria hacerlo, al menos por mensaje, pero tenia a mi favor que se me daba mejor escribir que hablar.
"No debería de estar hablándote, pero no puedo irme sin haberme despedido de ti, aunque sea por mensaje, tampoco quiero despedirme de ti, nunca.
Posiblemente esto no sea lo mejor para nosotros, pero es lo que pienso ahora, lo siento por no dejarte elegir pero creo que sera lo mejor para nosotros, también se que si estás leyendo esto me vas a odiar más de lo que seguramente ya lo estas haciendo, porque odias que decida por los dos.
Se que te va a ir muy bien con el poemario, y aunque ya no vaya a ser el primero en leerlo, lo leeré.
Te quiero, muchísimo, aunque no debería de decírtelo".