La semana paso rápido, sin ningun incidente y yo a decir verdad, estaba expectante porque llegase el fin de semana, iba a tener mi primera salida oficial con Flavio, una cita como lo habiamos querido llamar.
19.07 de la tarde. Me acababa de meter en la ducha, hoy no queria llegar tarde, aun no sabia la ropa que me iba a poner, pero era temprano, hasta las 9 no habiamos quedado, tenia tiempo y de sobra. La ducha se alargo mas de lo que me hubiese gustado y termine saliendo de aquel pequeño cubiculo a las 19:35, suspire aliviada, aun me quedaba tiempo.
Me ondule mi melena rubia y me mire en el espejo, ni tan mal. Busqué mi maquillaje y empece manos a la obra, tampoco me iba a hacer nada elaborado, basicamente porque maquillarme no es que fuese de mis habilidades mas pronunciadas, corrector, un poco de base, mascara de pestañas, sombras en tonos marroncitos muy leves y el pintalabios me lo pondria cuando decidiese el vestuario.
Me decante por un conjunto de cuadros, falda de cuadritos negros y blancos, una camisa blanca y una chaqueta fina del mismo estampado, nos inseperables botines negros y mi bolso del mismo color. Me mire al espejo, sorprendida por lo bien que me veia con mi outfit y sali por la puerta de mi piso, baje a la calle, encontrandome a Flavio saliendo de su piso y sonrei debido a la casualidad. Que guapo estaba por favor, yo asi no podía aguantar toda la noche, pantalones vaqueros pitillo, camisa rosita y bambas blancas. Se acerco a mi y cuando estuvo a mi misma altura, me abrazo, llenandome de su su olor... Que bien olia.
-Que guapa estas -Dijo al separarse de mi y me dio una vuelta sobre mi misma-.
-Tu estas precioso -Dije-.
Emprendimos camino hacia el lugar que habiamos elegido para ir a cenar, que no estaba a mas de una manzana de donde viviamos ambos, pero Flavio me sorprendio, desviandonos por el lado contrario donde pensaba yo que ibamos a ir.
-¿Donde vamos? -Pregunte extrañada-.
-Es sorpresa rubia -Respondio riendose-.
-Pues no me gustan las sorpresas, moreno -Respondi siguiendole la broma-.
Caminamos em silencio hasta que a lo lejos pude divisar la boca del metro, no dije nada, porque sabia que no me iba a contestar sobre el destino a donde me iba a llevar, nos montamos en el metro y nos bajamos en una parada a las afueras de Madrid. No habia absolutamente nadie por la calle, era una zona poco transitada, ni si quieres habia muchos coches.
-Si querias raptarme no hacia falta que me trajeses hasta aqui.
-Eres tonta -Respondio y me adentro por un callejon-.
No tenia ni idea de donde estabamos pero seguimos caminando y llegamos hasta un restaurante, con una cúpula enorme, era transparente y alli no habia nadie.
-Pero Flavio... -Dije con la boca abierta-.
-Sh -Me mando a callar y entramos en aquella cúpula, Flavio dio su nombre y enseguida nos sentamos en esa mesa-.
Me quede un buen rato divisando las vistas, alrededor nuestra solo había arboles, maturaleza, era muy intimo todo.
-¿Te gusta? -Rompio el silencio Flavio-.
-¿Que si me gusta? Flavio es...es genial, gracias por traerme aqui -Le agradeci-.
-Descubri este sitio hace ya y bueno queria venir contigo -Dijo sonrojandose un poco-.
Pedimos la cena y el tema de conversación no cesaba entre nosotros, siempre teniamos algo que contarnos y era maravilloso, estabamos fluyendo muy bien y estaba encantada con aquello.
-Fla ¿cuando era el concierto?.
-El viernes que viene, estoy nervioso ¿sabeh? -Me contestó-.
