5. Dejarnos llevar

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Toda la ropa encima de la cama, el maquillaje por el cuarto de baño y todos los zapatos por mitad del suelo, sin saber que ponerme, definitivamente, volvía a llegar tarde, menos mal que mis amigos estaban más que acostumbrados a mi tardanza. Maialen, Anaju y Eva se habían ido ya para el lugar donde habíamos quedado vernos con los demás pero a mi, como siempre, no me daba tiempo.

Con toda la ropa encima de la cama, al final me decidí por unos vaqueros de color negro, un body con un poquito de escote que dejaba ver el tatuaje del esternón y unos zapatos de tacón, haciendo más arreglado el look que había elegido, me planche el pelo en tiempo "record" y me maquille sutilmente, cogí una blazer de color negro, haciendo un poco mas formal mi vestuario, mi bolso y metí las llaves, el movil y el pintalabios para retocarme y puse rumbo al lugar donde me habían citado, cuando llegue ya todos llevaban más de dos cervezas, pero tenía claro que los iba a igualar.

-Bueno, bueno, bueno, si que merecía la pena la espera -Dijo Anaju girandose hacia mi-.

-Esta noche te diré si vale la pena o no -Dije guiñandole un ojo y me senté a su lado que era el único sitio libre que quedaba-.

-¡Me apunto! -Dijo Hugo-.

-¡OYE! -Dijo Eva haciendo reír a toda la mesa-.

Pedí una cerveza y tarde menos de cinco minutos en bebermela de un trago, y pedí otra, y otra, y así hasta que nos levantamos para ir al reservado que había alquilado Hugo esa noche, tenía contactos allí y nos había reservado el mejor sitio.

Salimos del local enfrentandonos al frío que hacia esa noche, y mira que estábamos a finales de abril ya, pero esa noche hacía bastante frío y yo solo llevaba el body de tirantes y la blazer, todavía me pillaba un resfriado. Fuimos lo más rápido posible al pub y allí una ola de calor me pilló desprevenida, vaya cambios de tiempo más bruscos.

Subimos al reservado y era todo bastante "vintage", la música estaba bastante bien, pedimos una copa y nos sentamos en la mesa de nuestro reservado, entre las cervezas y la mitad de la copa, los efectos del alcohol se estaban haciendo presentes en mi cuerpo, no quería ponerme mala otra vez, pero bueno, por una noche...aunque me arrepintiese a la mañana siguiente, después de esa copa, pedimos otra y así sucesivamente, dando rienda suelta a la noche sin saber lo que me iba a deparar.

-Te quiero tía -Le dije a Eva gritando mientras bailábamos, o bueno yo hacía el intento porque era un completo cuadro-.

La chaqueta no tardo en volar, cayendo encima de Flavio que me miro riéndose y negando con la cabeza. No he hablado de el pero va bastante guapo con sus vaqueros negros pitillo y su camisa blanca, esta bastante....

Samantha, para -Pensé-.

El alcohol ya si que se hacia visible en mi cuerpo, en el mío y en el de todos, esa noche no se salvaba ni uno, ni Flavio, al que tenia justamente enfrente con un cubata y bailando peligrosamente cerca de mi.

-Estas preciosa -Dijo tomando un sorbo de su cubata-.

-Gracias ¿Me das de eso? -Dije señalando su cubata-.

-Me da asco -Dijo riendose y subiendo la ceja-.

-Ya...vaya -Dije riendome y el me tendio su vaso-.

-Mira... -Dije sacando la lengua y chupando el vaso-.

-Samantha...No juegues -Dijo acercandose a mi e intentando coger el vaso que habilmente conseguí colocar encima de mi cabeza, evitando que lo cogiese-.

-¿O que?.

-No quieras comprobarlo.

-Si quiero -Dije dejando el vaso olvidado encima de la mesa que tenia detras y me acerque un poco más a el, ignorando el poco espacio que había entre nosotros-.

MI REFUGIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora