19. XXVI

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Los días en aquella casa rural llegaron a su fin, los últimos tres días no fueron muy interesantes, pero sin duda fueron los mejores alli ya que al menos, podía  ser yo misma, sin tener que esconderme cada dos por tres de Flavio porque no podía soportar verlo y no acercarme a el.

Las cosas con el seguían igual, nos veiamos de vez en cuando, estaba aprendido a confiar en el otra vez y el no paraba de intentarlo conmigo, lo queria, lo quería de verdad, pero algo en mi no permitía volver a tirarme al vacio, porque lo pase mal, muy mal, y volver a pasar por eso me haria mucho daño.

Ahora mismo nos encontrábamos en el salón de su casa, me había invitado el y no podía negarme, me apetecía ir con el, pasar rato con siempre había sido lo mejor y después de tantos días separados, teníamos que recuperar el tiempo perdido.

-Me duele la garganta y es por el agua fría de la playa -Le dije, echandoselo en cara de broma-.

-Te metiste porque quisiste.

-Mentira, me obligaste y ahora me voy a poner mala por tu culpa -Le respondi-.

-Pobrecita... -Dijo riendose-.

-Eres tontisimo.

-Gracias Samantha -Dijo riendo y pronunciando las ultimas sílabas-.

-Pero que si me pongo mala, la culpa es tuya, te lo digo de antemano ya -Dije señalando con el dedo-.

-No te vi quejarte nada -Dijo acercandome a darme un beso corto pero se aparto rápido y me miro preocupado-.

-Lo siento, me ha salido solo, no se si estamos en este punto todavia y...

-Frena Flavio -Le respondi callandolo con mi mano-.

-Quiero que hagas lo que quieras en cada momento, quiero volver a confiar en ti -Le dije sonriendo-.

-Te quiero ¿vale? Y te lo voy a demostrar todos los dias y todas las veces que haga falta -Respondió envolviendome en sus brazos-.

-Y ahora vamos a cenar, que tengo hambre -Dijo rompiendo el abrazo, y con el nuestro momento de intimidad-.

Yo me rei y busqué mi movil para llamar a la pizzeria que habiamos decidido antes para cenar, era una que estaba cerca de casa y que nos gustaba mucho a nuestro grupo, incluido a nosotros claro. Pusimos la mesa y esperemos a que llamasen a la puerta para sentarnos a cenar.

                               ...

Estabamos a jueves, la semana se estaba pasando muy rapido para mi con toda la promo que seguia haciendo de mi primer poemario.

En el trabajo todo iba bastante bien, las ilustraciones estaban gustando bastante y me pagaban muy bien por ellos, y las ilustraciones de mi libro le habian gustado a varias editoriales y me habian llamado para ilustrar diversos libros importantes, podria decirse que en el ambito laboral no me iba nada mal.

Llegue a casa reventada, habia sido un dia duro, lleno de emociones y de entrevistas y lo unico que me apetecia era llegar a casa y tumbarme en la cama, aunque mis amigas me obligarian a comer.

Efectivamente al abrir la puerta estaban las tres en la mesa, esperandome para cenar, cene con ellas y cuando estabamos recogiendo la mesa el timbre de casa sono y Mai fue a abrir.

-Titiiiii, es para ti -Dijo Mai desde la puerta de la entrada-.

Cuando vi de quien se trataba sonrei ampliamente y fue a su encuentro, acogiendome entre sus brazos.

-¿Que haces aqui? -Le dije separandome un poco de el-.

-Queria verte y te echaba de menos, acabo de salir de trabajar y queria llegarme a verte un ratillo -Contesto sonriendo y los ojos se le achinaban, y yo me moria por dentro-.

-Que mono -Respondi abrazandolo de nuevo-.

-IROS A UN HOTEL, que poca vergüenza comiendo delante de los pobres -Grito Nia desde el sofa-.

Nosotros solo nos reimos y me lo lleve a mi cuarto.

-Eres muy bonito viniendo hasta aqui para verme Flavio -Le confese-.

-No sabia si te iba a gustar que apareciese aqui de repente sin avisar.

-No seas tonto, me encanta que vengas cuando quieras, ya lo sabes -Conteste haciendole sonreir-.

-Estas muy guapa.

-Estoy hecha un cuadro Flavio, no mientas -Dije recogiendome el pelo en una coleta alta -Tengo una cosita para ti...

Me levante a por mi bolso negro y saque un poemario que tenia de reservar y queria que lo tuviese el tambien, aunque ya se lo hubiese leido.

-Samantha...

-Te dije que lo ibas a tener, no has sido el primero como te prometi, pero queria que lo tuvieses, aunque ya lo hayas leido, un trocito de ti esta reflejado en este libro, asi que me parecia bonito que lo tuvieses en físico -Respondi dandole el poemario y el solo se limito a sonreir y abrazarme fuerte-.

-Gracias -Respondió en un susurro en mi cuello-.

Me rei porque me hizo cosquillas y me separe de el, quedandonos a milimetros el uno del otro.

-De nada -Dije sobre sus labios y el dio el paso, apoderandose de los mios-.

Nuestros labios se fundieron como se fuesen uno, encajaban a la perfeccion como siempre lo habian hecho, el me agarro de la cintura y profundizamos mas el beso, hasta que nos separamos por la falta de oxigeno, pero nos quedamos en la misma posición.

-A mi tambien me haces sentir todo lo que dices en ese libro -Confeso mirandome a los ojos-.

Yo solo suspire y baje mi mirada para decirle lo que le iba a decir a continuación.

-Ya sabes que todos estos poemas los escribi cuando estabamos juntos, pero quiero decirte que esos sentimientos por ti no han muerto a dia de hoy y que quiero seguir luchando por volver a confiar en ti, creo que merece la pena, solo te pido paciencia y que tu tambien confies en mi -Confese-.

-Oye -Dijo levantandome la cabeza por la barbilla -Confio en ti y se que tu algun dia lo haras de mi, te doy todo el tiempo que necesites, ya sean horas, meses o años, me da igual, no me voy a cansar de luchar por ti.

Yo solo le mire enternecida y lo estreche mas sobre mis brazos.

-Te quiero, y se que tu también lo haces y que algun día estas palabras saldran de tus labios.

-Eres muy bonito.

-Bueno, me tengo que ir, que ni si quiera he cenado.

-Yo puedo darte cena -Dije acercandome provocativamente a el-.

-Samantha lleva cuidao' -Me dijo despues de darme un pico rapido y salir de mi cuarto delante mia-.

Lo acompañe hasta la puerta y le di un beso en la mejilla en forma de despedida y me fui hasta el salon donde estaban mis amigas viendo una pelicula, la cual pararon cuando me vieron aparecer.

-Y bien... -Dijo Eva-.

-Vamos poco a poco -Respondi sonriendo -Me voy a mi cuarto, que mañana trabajo, desempleadas -Dije riendome mientras oia sus respuestas a mi espalda-.

Flavio ya deberia de haber llegado a su piso, ya que vivia en frente de mi, asi que decidi darle las buenas noches pero el fue mas rapido que yo y me encontre una foto de un poema mio, el XXVI.

"Es mi favorito".

"Tu si que eres mi favorito".

"Buenas noches, te quiero".

"Buenas noches bonito mio".

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HOLA!

Bueno pues se va viendo como todo va volviendo a su cauce, pero todavia Samantha tiene que confiar un poquito más en el para dar otro paso en su relación, espero que este gustando, un besoooo.

MI REFUGIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora