5 de mayo.
No sabía que ponerme, estaba nerviosa, no había dormido nada durante la noche, hoy tenía una reunion, pero no una normal, una reunion bastante importante, ayer me llamaron, habian leido poemas mios, borradores que dejaba caer en el trabajo, y les gusto, tanto que se querian reunir conmigo para ver si podriamos hacer algo con ellos, sacarlos a la luz. La reunion era a las 9 de la mañana y eran las 8:15 y aun no estaba vestida, no sabía que imagen tenía que dar, asi que al final me decidí por lo básico. Unos pantalones vaqueros ajustados, una blusa blanca, una americana negra, unos tacones de aguja y un bolso grande de color negro. Tampoco me convencía demasiado, pero no tenía ni tiempo ni ganas de ponerme a buscar algo más adecuado, me maquille muy sutilmente y salí por la puerta porque al final no me iba a dar tiempo.
Me monte en el coche, me mire en el retrovisor, suspire, arranque, puse primera, intermitente y salí de aquel aparcamiento, en menos de cinco minutos estaba en mis oficinas.
Me dirigí hacia el despacho donde me habían citado y allí ya estaba mi jefa y dos hombres mas de mediana edad.
Genial Samantha, llegas tarde -Pensé-.
Me sente en una silla que había libre y uno de los dos hombres comenzo a hablar.
-Bueno, hemos visto algunos textos tuyos, son muy buenos, te doy la enhorabuena, Samantha. Nos gustaría leer mas y si te parece bien, podriamos sacar un poemario, sabemos que eres ilustradora y si te parece bien, podrias diseñar tu las ilustraciones -Dijo uno de los hombres-.
Me quede en shock, querian sacar un libro conmigo, nunca lo había pensado, de hecho, yo escribía para desahogarme, no para publicar nada. Estaba feliz, no me lo esperaba, pero ahora que veía la oportunidad, quería hacerlo.
Les di las gracias y mi correo electrónico, les enviaria mis demas textos y por ahi acordariamos otro dia para seguir hablando, salí de aquella sala y me dirigí de nuevo al coche, era sábado, hoy tenía libre, pero no iba a volver a casa, me iba a casa de Flavio, necesitaba contarle esto. Le escribí un mensaje antes y me confirmo que estaba en casa asi que me puse rumbo alli, aparque el coche en mi parking y llame a su puerta, me abrió a los pocos segundos y subí.
-Que madrugadora cariño -Dijo abriendo los brazos y yo me enganche a el como si me fuese la vida en ello, llevaba dos dias sin verlo y le echaba de menos-.
-Tengo que contarte una cosita -Dije dando saltitos hasta que me sente en el sofa-.
-Cuentame -Dijo sentandose a mi lado-.
-Pues....que.... -Dije haciéndome la interesante -Que guapo estas mare de deu Flavio.
-Samantha... -Advirtió-.
-Que ya voy, he tenido una reunión hoy con dos hombres de una editorial, han leído mis textos y han gustado y bueno, quieren sacar un libro conmigo y quieres que haga yo las ilustraciones -Dije emocionada-.
-¿De verdad? -Dijo alzando la voz-.
Yo solo asentí y el se echó encima de mi en el sofá, abrazándome y dándome mil besos por la cara.
-Te lo mereces, te lo mereces, te lo mereces un montón, Samantha que ilusión.
Yo solo me rei y me dejé besar por el.
-Ahora voy a tener el doble de trabajo -Le dije cuando se tumbó a mi lado en el sofá-.
-Te llevaré comida y te haré compañía para que no te aburras.
-Me parece perfecto -Dije riendome-.
-Samantha, joe que guay que ilusión.
-Estoy contenta y expectante por esto, yo cuando escribo lo hago para desahogarme solo -Expliqué-.