Esa noche me fuí a dormir con dudas e incertidumbre de no saber lo que va a a pasar, había decidido brindarle una oportunidad y no sabía como iba a salir esto, no quería tirarme al vacio y volver a pegarme la hostia, no soportaría que me pasase otra vez. Tenía miedo y no lo iba a negar, iba a tener el freno pisado en todo momento, me iba a dejar llevar, pero con cuidado y sabiendo en todo momento lo que estaba haciendo.
Al acabar aquella conversación eran pasadas las tres de la mañana, cada uno se fue a su habitación, pero lo que menos me apetecía ahora era dormir, las preguntas de mi cabeza no me dejaban, me asome a la ventana de la que es mi habitación, me asegure de no haber despertado a Anaju, pero ella estaba durmiendo profundamente, apoye la cabeza sobre mis brazos y cerre los ojos, mire para abajo y vi la piscina, todo estaba tranquilo, todo menos yo. Me puse a pensar en todo lo que me había pasado en estos últimos seis meses, había perdido a mi padre, me había enamorado y me habían roto el corazón, en solo seis meses. No pude aguantarme y las lágrimas empezaron a salir de mis ojos, era hora de que me pudiese desahogar, sola, sin nadie a mi lado, también eran necesarios los momentos a solas, pense en mi padre y en lo mucho que me hubiese podido ayudar con todo lo que me estaba pasando con Flavio, siempre lo había hablado todo con él y siempre me había dado los mejores consejos.
Cuando conseguí relajarme, me quede más tranquila, necesita este momento a solas, me acoste en la cama pero antes revisé mi teléfono y encontre un mensaje que no me esperaba para nada.
"Buenas noches, descansa, te quiero".
Flavio. Siempre era él, le respondí con un buenas noches y dejé el movil al lado para intentar conciliar el sueño, que, sorprendentemente, conseguí con éxito.
...
Me levanté más temprano de lo normal pero oí ruidos en la cocina y bajé, encontrandome con Eva trasteando en la cocina.
-¿Qué haces tan temprano? -Pregunté sobresaltandola-.
-Coño, Samantha, que susto -Dije girandose y yo me reí-.
-Buenos días guapa -Dije acercándome a ella para darle un abrazo-.
-Buenos días rubita, no tenía sueño y me daba pena despertar a Hugo, así que me he bajado aquí ¿Y tú? -Pregunto sacando una bolsa de cereales-.
-He tenido una noche movidita...
-Ya me estas contando, chica misteriosa.
Yo solo me reí y me senté en una de las sillas de la cocina.
-Ayer por la noche me agobie, mucho, y me bajé al jardín, serían las 2 de la mañana y apareció Flavio, así de la nada, de casualidad. Hablamos y...puede ser que le haya dado una oportunidad -Dije bajando la voz-.
-SAMANTHA -Dijo gritando y yo le tapé la boca-.
-Calla loca que vas a despertar a todos.
-Que si, venga sigue -Me animó-.
-Tengo miedo ¿sabes? Pero puede salir bien esta vez, aunque no pienso tirarme de nuevo al vacío.
-Tia...creo que has hecho bien, Flavio es bueno, he visto como te mira, como te cuida, y dudo que vuelva a cometer el mismo error, te quiere mucho.
-Ya lo se, y yo le quiero mucho a él, por eso le quiero dar otra oportunidad, porque nunca he sentido esto y porque estos meses se me han hecho un infierno, necesito tenerlo cerca.
-Ay sami... -Me dijo-.
-¿Qué?.
-Quien me diría que te ibas a enamorar, con lo que eras tu.