En el Reino de Corea se celebraba la adultez del príncipe omega Baekhyun. Esa noche en medio del bosque su transformación ocurriría y lo calificaría como asequible para cualquier hombre que pretendiese cortejarlo. Empero, la noche trajo con ella una...
Su primer baile fue torpe, quizás porque Baekhyun era una masa gelatinosa que temblaba ante el mínimo roce. En medio del salón, siendo el centro de atención de todo, el joven omega se sintió expuesto y temió que todo se viniera abajo. Sus manos se aferraban a los hombros fuertes de Chanyeol. El General se permitió suavizar sus expresiones para dar la ilusión de un gran romance. Funcionó. Los invitados, los altos mandos del gobierno y la nobleza, disfrutaban del derroche de amor ficticio en medio de aplausos y murmuraciones sobre la pareja.
Baekhyun quiso escapar de ahí, especialmente sabiendo que luego de la fiesta se impondría la primera noche como esposos, aunque él francamente dudaba que Chanyeol si quiera se le acercase. El hombre en su seriedad estaba repeliéndolo, y quizás así era mejor. Si no había una chispa de ilusión, el corazón de Baekhyun no ardería sobre las brasas de un amor lastimero.
—Nadie creerá nunca en este matrimonio si no eres capaz de estar entre mis brazos sin temblar.
Baekhyun deseó refutar, mas no lo hizo. No era su culpa temblar de ansias y miedo. El General le provocaba esas emociones y no hacía nada para remediarlo. Además, lastimosamente, Baekhyun descubrió que se sentía más atraído por el hombre de lo que alguna vez pensó. Al inicio, consideró al vampiro como un irruptor en su vida; sin embargo, con el tiempo forzado que tuvieron que pasar juntos para avivar la mentira, conoció fugaces facetas del hombre que lo cautivaron. Su masculinidad era sólo un plus y uno de los más poderosos atractivos contra Baekhyun.
—Tengo frío —se excusó Baekhyun, patéticamente.
—Sólo espera.
Y Baekhyun captó el mensaje, aunque ello no disminuyó los temblores que recorrían su cuerpo. De hecho, y por el contrario, se sintió más angustiado.
Creyó que Chanyeol habría de estar bromeando. Él no se atrevería a tocarlo, no porque Baekhyun no lo desease, sino porque para el vampiro seguramente no sería una experiencia agradable. El General gustaba de la sangre del omega, así lo tenía entendido Baekhyun, pero no había algo más allá.
Baekhyun podía verse ya sacándose sangre cada semana para mantener alejado a su marido. La depresión de ese negro pensamiento sólo fue superada por su visión de un matrimonio estéril. Con Chanyeol a su lado, Baekhyun no podría nunca tener los cachorros que soñaba; no sería el omega mimado de su alfa; y no viviría feliz.
Durante la ceremonia pensó muchas veces en declinar y marcharse, pero entonces su padre, para cuidar la honra de su hijo, mandaría a asesinar al General. Baekhyun no podría vivir con ese cargo en su conciencia. Entonces, era preferible vivir unos cuantos años de desdicha y tal vez después se divorciarían. Sí, eso debía suceder. Después de todo, Chanyeol no planeaba vivir toda su vida atado a un omega que no quería.
El vals terminó y finalmente los esposos pudieron separarse. Baekhyun soltó el aire contenido por tanto tiempo en sus pulmones, no obstante, su mano izquierda se vio presa por la de Chanyeol.
Baekhyun pasó a lado de su esposo durante toda la noche hasta que cerca de la doce, los esposos tuvieron que retirarse a la penthouse que aguardaba para ellos en el último piso del hotel.
"¿Y ahora qué haré?", se quejaba Baekhyun.
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