Nueve

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El sol se alzaba esplendoroso ese viernes primero de junio

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El sol se alzaba esplendoroso ese viernes primero de junio. Todos en el hotel Obsidian Luxury estaba en medio de una poderosa histeria colectiva. Sirvientes llevando flores y listones, guirnaldas de luces y velas aromáticas. Baekhyun se sintió enfermo desde la mañana debido a ello. Todos estaban preparando su boda y él no estaba ni cerca de verse feliz. Su corazón estaba muerto, como seguramente Chanyeol, y su fría piel estaba ligeramente cubierto por un sudor frío que denotaba su triste aspecto. Sus hermanos lo visitaron en la mañana al igual que sus padres, pero nada de lo que ellos dijeron pudo ayudarlo a mejorar.

Salió del hotel y caminó por el sendero de flores hasta el jardín trasero. Al caminar, sus piernas casi fallaban y en un par de ocasiones tropezó consigo mismo. Suspiró. Finalmente llegó su boda y no podía estar más atemorizado. Él no había conversado con Chanyeol desde aquella noche que salieron a La Góndola. La incertidumbre se sembró, pero vino acompañada del miedo. Y Baekhyun estaba harto de ese sentimiento.

La boda se realizaría durante el ocaso, una ironía para los vampiros, aunque fuese parte de su tradición, y faltaban tantas horas para eso, pero todos se volvían locos de antemano. Sería una ceremonia tradicional de la sociedad coreana, con hanboks modernos algo más llamativos que aquellos de antaño. El traje de Baekhyun lo esperaba en su suite del hotel, así mismo el de Chanyeol.

"Espero que podamos ser amigos, así no me sentiré en medio de una guerra..., aunque, espero que llegues a quererme porque yo sé que me enamoraré de ti", pensó, lánguido.

En su camino por el jardín, encontró a un par de militares que vigilaban la zona, todos vestidos con ese traje oscuro que era un derroche de sensualidad, algunos de ellos eran vampiros, otros cambiaformas. Baekhyun quiso ver a Chanyeol entonces, pero se sintió tonto por ese insano deseo. Aunque su suerte no estaba de su lado ese día.

Un viento helado atrapó su rostro que le hizo cerrar los ojos y al abrirlos se encontró con Chanyeol frente a él. Su fantasía de verlo con ese traje oscuro estaba truncada, pero no podía estar más satisfecho. El militar lucía una apretada camiseta negra que resaltaba esos músculos fuertes en sus brazos y su duro abdomen; sus pantalones militares lucían la camiseta y un bulto oculto bajo ellos. Baekhyun quedó prendado de ello. ¡Qué descarado!, creyó de sí mismo.

—¿Qué haces aquí? —preguntó, serio.

—Salgo de ese pandemónium. Quería un poco de paz.

—Creí que te encantaría ver cómo arman ese teatro.

—Casarme con un troglodita nunca estuvo entre mis planes, así que no me encuentro rebosante de felicidad.

—Debería considerarlo, príncipe, después de todo, será la única boda que usted celebre —se burló uno de los militares a espaldas de Chanyeol.

El Defecto de un Omega (ChanBaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora