En el Reino de Corea se celebraba la adultez del príncipe omega Baekhyun. Esa noche en medio del bosque su transformación ocurriría y lo calificaría como asequible para cualquier hombre que pretendiese cortejarlo. Empero, la noche trajo con ella una...
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(Witt Lowry - Into your arms)
Estoy fuera de mi cabeza, fuera de mi mente, oh, yo Si me dejas, estaré Fuera de mi vestido y en tus brazos esta noche Sí, estoy perdido sin él
Baekhyun dejó caer su ropa al piso en medio de la recámara. Su cuerpo cubierto con lencería negra, bordada con delgados hilos dorados, y medias de red negras, lucía como la reencarnación de Asmodeo. Su lujuria poderosa vibraba por su cuerpo y envolvía a Chanyeol en una marea asfixiante. Por el ejercicio, sus músculos estaban más definidos en sus piernas y su vientre lucía ligeramente más delgado.
Los ojos del vampiro recorrieron esas líneas.
—Dijiste que me querías ver desnudo apenas llegáramos a casa —murmuró Baekhyun, viéndolo a través de los mechones rizados que cubrían sus ojos.
—No estás desnudo, pero no puede molestarme verte tan apetitoso.
Siento que siempre estoy esperando Necesito que vengas a buscarme Fuera de mi cabeza, y en tus brazos esta noche Esta noche (sí)
Dándole la espalda, Baekhyun escuchó a su marido desvestirse, y por mero morbo se dio vuelta. Chanyeol estaba sin saco ni corbata, con la camisa a medio abrir. Tan sensual. El omega se convirtió en una pequeña perra necesitada.
—De rodillas sobre la cama —ordenó.
Baekhyun se movió con lentitud seductora hasta quedar frente a su esposo, arrodillado y enseñándole su tierna carne lista para ser despedazada. Chanyeol se aproximó un par de pasos, alargó el brazo y sujetó con firmeza el mentó del omega, lo sujetó alto para conectar con esa inocente mirada que tenía a su polla tan dura. Él se relamió los labios y tomó una respiración profunda.
—Erguido.
Baekhyun estiró su espalda y con sus manos sobre el pecho de su esposo se apoyó, sintió su calor y cómo su corazón se agitaba ante su breve toque. Le gustó.
No quiero hacerte esperar, sólo que la presión se ha estado poniendo pesada Sé que si nos jodo, terminaremos, terminaremos, te olvidarás de mí
Los labios de Chanyeol apresaron los del omega, mordisquearon suavecito las puertas de esa cueva hasta conseguir acceso y dejarse llevar por una danza macabra.
Las manos del príncipe aruñaron el pecho de Chanyeol en plena excitación y sus pezones, tras la tela, se irguieron desvergonzados, mostrándole a su marido cuan desesperado por una follada estaba. La polla sonrosada estaba igual de dura y erguida, con una sutil humedad empañando el encaje de las bragas negras.
—Soy tuyo —le dijo Chanyeol—, todo lo que soy..., todo es tuyo.
Y Baekhyun supo entonces que, si bien Chanyeol estaba aún descubriendo sus sentimientos, estaba caminando por el mismo sendero que él y un brillante 'te amo' aguardaba al final.
