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Varias cosas habían sucedido al paso de tan solo dos meses; Zoe y Jungkook se hicieron novios, faltaban pocos días para el comeback de BTS y Leidys oficialmente era una bailarina de Hybe Labels

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Varias cosas habían sucedido al paso de tan solo dos meses; Zoe y Jungkook se hicieron novios, faltaban pocos días para el comeback de BTS y Leidys oficialmente era una bailarina de Hybe Labels. Fue duro al principio, a la azabache le costaba adaptarse a las fuertes horas de ensayó, pero gracias a la ayuda y comprensión de los chicos ya se había acostumbrado.

Se encontraban en la van camino a casa luego de un largo día de ensayos, así que los chicos estaban profundamente dormidos.

Jimin estaba acostado en el hombro de la chica, está sintió la vibración de su celular y con mucho cuidado de no despertar al hermoso chico que descansaba plácidamente en ella, intentó sacar el aparato pero fue en vano.

—Mgh —se quejó mientras abría sus ojos lentamente.

—Shhh —saco su celular rápidamente y besó su frente— Duerme, amor.

Él sonrió con ternura y cerró sus ojos nuevamente. Hace aproximadamente un mes el rubio se le había confesado oficialmente, así que desde entonces se trataban como una pareja. Aún no le pedía ser su novia, pero la azabache se sentía cómoda así, sin etiquetas, sin presiones, solo disfrutando de su amor y cariño.

Revisó su celular y vio que tenía un mensaje de un número desconocido, la curiosidad le ganó así pensarlo mucho lo abrió.

—Hola, piojito. Tanto tiempo sin saber de ti, aunque realmente no me preocupo, estamos más cerca de lo que crees. Así que pronto podremos vernos y recordar viejos tiempos.

Fin del chat.

Leidys abrió sus ojos con sorpresa y su corazón empezó a acelerarse. James es la única persona que la había llamado de esa forma, pero es imposible ¿Cómo podría tener su número? Y mucho menos, ¿cómo podría estar en Corea?

—Linda —Jimin se había despertado y la estaba viendo directamente a los ojos— ¿Te sientes bien? Tu respiración está agitada.

—Ah —parpadeó repetidas veces— No pasa nada, solo estoy algo cansada.

—Relájate, cielo —acaricio su mejilla derecha— Ven, duerme.

La abrazó por los hombros y recostó la cabeza de la chica en su pecho, acto que la relajó y quedó profundamente dormida.

Horas más tarde

La azabache despertó y estaba en su cama, encendió la lámpara de noche y vio su celular, lo tomó y eran las 1am, notó que habían un montón de mensajes nuevos así que los abrió.

—Muy amable de tu parte dejarme en visto. Creo que ya no sientes lo mismo por mi, piojito, que tristeza
—¿Leidys estás ahí?
—¿Por qué no contestas?
—¡Responde mis estúpidos mensajes!
—¿¡Quien te crees para ignorarme!?
—Lo siento, no quise alterarme. Pero sabes que no me gusta que no me contestes de inmediato.
—¿Sabes? Te extraño mucho y quiero hablar contigo.

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