PSYCHO ━━ park jimin

quince

psycho     capítulo quince

          —OYE, PEQUEÑO VIOLADOR, ¿estás cazando a tu próxima presa?

          HeeSook observó desde su asiento con aburrimiento como Kim DaeHyun, el típico chico que se la pasaba de malo con los demás, se sentaba a un lado de JiMin, ignorando a TaeHyung y JungKook, para comenzar a molestarlo con un tedioso tono lleno de burla.

          Bien era sabido en la universidad que DaeHyun odiaba a los inadaptados sociales, a aquellos que tenían alguna discapacidad física o mental, o como DaeHyun solía llamarlos: trastornados e inútiles.

          Bastante ignorante, pero que siempre lograba el objetivo del susodicho: molestar a los demás.

          HeeSook notó desde su lugar como JiMin se tensaba en su asiento y se volteaba a ver a DaeHyun con una sonrisa de falsa amabilidad.

          —¿El imbécil de DaeHyun está molestando de nuevo? —ChaeYoung se sentó a un lado de HeeSook, cruzándose de brazos para mirar con indiferencia total el espectáculo que estaba montando el susodicho en medio de la sala de conferencia donde verías Estadísticas Aplicadas.

          —Pobre JiMin, se nota mucho que él en serio quiere dejar su pasado atrás y dejar de ser señalado por algo que no hizo. —HaNa se lamentó haciendo un puchero con sus labios, mirando la escena con atención.

          —Pero parece también que él tampoco hace nada para defenderse. —HeeSook añadió después de unos segundos de silencio, mirando de manera expectante a JiMin, esperando una respuesta de él a las burlas de DaeHyun.

           —DaeHyun-dongsaeng, ¿se te ofrece algo? —JiMin mantuvo su habitual actitud amable, sin querer ocasionar problemas innecesarios o una escena en plena sala de conferencia.

          HeeSook resopló molesta en su lugar, irritándose inmediatamente de la actitud tan amable y correcta de JiMin, deseando que el chico dejara de ser tan dócil y putamente bueno para que se desencadenara y se mostrara como era en realidad.

          HeeSook podía apostar sus mismísimas tetas a que JiMin en realidad era todo lo contrario a cómo se mostraba en la universidad.

          Las manos del pelinegro apretadas en puños, como si se contuviera del golpear a DaeHyun, lo dejaba más que claro.

          —Oh, vamos, Park, no te hagas el bueno y el correcto conmigo; todos aquí sabemos cómo eres: un puto violador que no puede soportar que las mujeres lo dejen por otro. —DaeHyun se burló de JiMin de nuevo, dándole un golpe en el hombro al pelinegro de fingida confianza.

          HeeSook vió perfectamente como JiMin apretaba su mandíbula y fruncía su ceño en evidente enojo, el pelinegro dejando caer rápidamente su máscara de falsa amabilidad. HeeSook luego cambió su expresión a una interesada cuando notó como TaeHyung y JungKook tomaban de los brazos a JiMin y lo retenían en su lugar con gran esfuerzo, mientras DaeHyun sonreía orgulloso al provocar ese tipo de reacción en el pelinegro de labios rellenos.

          —¿Sabes qué, DaeHyun? Si no dudé en violar en una chica así como tú dices, no dudaré en hacerte mierda; así que, cierra la boca antes de que te reviente la cara, hijo de puta. —JiMin escupió en el rostro de DaeHyun, sorprendiendo a todos en la sala de conferencia.

          Incluyendo a HeeSook.

          —TRASTORNO EXPLOSIVO INTERMITENTE. —HeeSook apareció detrás de JiMin, la susodicha recostada en una de las puertas de unos de los cubículos del baño de hombres, cruzada de brazos y sonriendo de lado con suficiencia—. Ese centro juvenil al que te enviaron debió de ser bastante traumatizante, ¿no?

          JiMin se sobresaltó en su lugar, justo después de haberse echado agua en la cara para calmarse, apresurándose a cerrar el grifo de agua para tomar papel higiénico de un lado del espejo para secarse las manos y el rostro.

          El pelinegro se giró para enfrentar a la rubia detrás de él, mirando serio a la susodicha que parecía encantada con la nueva faceta descubierta de él.

          —¿Qué haces aquí? Este es el baño para hombres. —JiMin ignoró el comentario principal de HeeSook, cruzándose de brazos en su lugar.

          —Oh, lo sé, venía aquí todo el tiempo a darles mamadas a los chicos de último semestre cuando estaba en el primero. —La rubia comentó como si nada, mirando sus uñas sin interés alguno.

          —¿En serio? —JiMin preguntó de manera incrédula.

          —Ajá. —HeeSook respondió sin mucho interés en el tema—. Como sea, ¿podemos hablar de tu ira extrema recién descubierta y de lo caliente que te ves intentando no golpear al imbécil de DaeHyun? —La rubia sonrió coqueta en su lugar, descruzando sus brazos para echar su largo cabello hacia atrás.

          —No sé de lo que estás hablando. —JiMin también descruzó sus brazos y tomó su bolso para apresurarse a salir del baño—. Y, en todo caso, estoy seguro de la situación sería de todo menos caliente.

          —Si tú lo dices... —HeeSook se burló, viendo al pelinegro caminar hacia la puerta del baño—. Pero, debe ser difícil, ¿no? Quiero decir, no eres un violador, estoy segura de eso, pero con una ira tan grande como esa... ¿Cuánto te contuviste para no ahorcarme cuando follamos aquella noche? —La rubia se volvió a burlar.

          Y JiMin se hartó.

          Sin que HeeSook pudiera preverlo, JiMin había dejado caer su bolso al suelo y la tomó del cuello, apretando este fuertemente en su agarre con sus manos, chocando su espalda contra los cubículos de metal detrás de ella.

          La rubia jadeó cuando su respiración se cortó por un momento y JiMin pareció disfrutar de eso con una sonrisa poco sana.

          —Estoy seguro de que quieres que me desate completamente frente a ti y te demuestre de lo soy capaz, ¿o no? —JiMin dijo con una sonrisa de suficiencia—. Pero, entre los dos, tú eres la psicópata y yo el chico bueno que se folla a la loca, ¿entendido?

          JiMin apretó su agarre en el cuello de HeeSook y esta sólo sonrió de lado.

          —Como quieras, chico lindo. —HeeSook alzó sus manos en son de paz y JiMin quitó su agarre del cuello de la rubia—. Pero, ya sabes, cuando quieras descargar esa ira contenida en ese cuerpo tuyo, sabes que la puerta de mi apartamento siempre estará abierta para ti.

          —Querrás decir que tus piernas siempre estarán abiertas para mí, ¿no? —JiMin se burló con tono sarcástico.

          HeeSook sonrió encantada.

         —Ya nos estamos entendiendo.