treinta y cinco

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psycho     capítulo treinta y cinco

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psycho     capítulo treinta y cinco






          HEESOOK NOTÓ A JiMin diferente después de sus palabras.

          El pelinegro se quedó viendo a la rubia fijamente por un par de minutos, mientras ésta comía de su desayuno como si no hubiera pasado nada, como si sus palabras no hubieran dejado un gran peso en el ambiente.

          JiMin de repente soltó una risa con gracia, llamando la atención de HeeSook y logrando que ésta se volteara a verlo con curiosidad en su mirada y expresión.

          —A veces olvido que eres peor que una vidente viendo a los ojos de una persona y prediciendo su futuro —JiMin se burló, logrando que HeeSook se riera de su intento de broma o chiste.

          —Querrás decir mejor —corrigió la rubia con una sonrisa arrogante—. Y, aunque no creo en esas cosas, tomaré el cumplido. —HeeSook tomó otra porción de kimchi con sus palillos y se los llevó a la boca.

           Pasaron unos minutos de silencio antes de que la rubia volviera a hablar.

          »¿Quieres hablar de eso? —HeeSook se volteó a ver a JiMin de nuevo con interés por su respuestas, terminando de tragar su comida.

           —¿Hablarás tú de eso? —JiMin devolvió la pregunta, devolviéndole la mirada a HeeSook con intensidad.

           —Siempre y cuando tú lo hagas primero, no me importaría servirte de consuelo. —La rubia le guiñó un ojo al pelinegro de forma juguetona, logrando que éste riera y se sintiera relajado alrededor de la susodicha.

           —Digamos que los demás chicos del centro juvenil quisieron darme una lección, para que supiera lo que era estar en el lugar de mi «novia». —JiMin comenzó a hablar con amargura, su mirada volviéndose oscura mientras la fijaba en un punto en específico.

          —Te violaron, técnicamente.—HeeSook afirmó sin delicadeza alguna.

          JiMin suspiró ante la palabra. Hacía mucho tiempo que no hablaba del tema y volver a tocar de la nada era... extraño. Pero sentía que HeeSook debía saberlo, porque había algo en la rubia que le decía que iba a seguir metida en su vida por mucho tiempo, y él no querría guardar algo como eso para sí mismo por tanto tiempo.

          No se veía capaz.

          —¿No me mirarás con asco o algo? Normalmente, las personas reaccionan con un discurso de lamento y otras con disgusto. —JiMin miró curioso a HeeSook.

          Y la rubia creyó que el pelinegro no podía ser más estúpido.

          —Parece que me conoces tan poco. —HeeSook hizo una expresión de total indignación, haciendo reír a JiMin—. Literalmente, lo que sea que te haya pasado antes, no me afecta en nada, por lo tanto, tampoco me importa; así de simple. —La rubia se encogió de hombros con simpleza después de sus palabras.

          Y entonces JiMin recordó que HeeSook era antisocial en todos sus sentidos.

          El pelinegro rió y siguió comiendo de su desayuno.

          —Ah, por un momento olvidé lo indiferente que eres para con los demás. —JiMin se rió de sí mismo y HeeSook se burló de él, con arrogancia.

          —Si te hace sentir bien: me alegras que haya podido salir de ese infierno, JiMin; eres un superviviente.






           TODOS EN EL campus de la universidad se voltearon a ver a la pareja recién llegada. Y cómo no, si habían sido suspendidos por todo un mes luego de casi matar a dos personas a golpes.

           HeeSook y JiMin caminaban ignorando todas las miradas encima de ellos, la rubia y el pelinegro buscando con su mirada a sus respectivos amigos para desaparecer de la vista de todos cuanto antes.

           JiMin estaba comenzando a sentirse incómodo ante la fija mirada de todos, mientras que HeeSook parecía darle igual si la miraban o no, JiMin incluso juraba ver el fantasma de una sonrisa arrogante en los labios de la rubia.

          —Entonces, ¿qué harás cuando alguien te intente molestar? —JiMin preguntó mientras miraba a HeeSook expectante.

          En el camino, la pareja venía practicando cómo actuar ante situaciones específicas para ellos para evitar reaccionar según sus trastornos y evitar otra suspensión que acabaría con sus carreras.

          HeeSook llegó a pensar que JiMin la ayudaba más que su terapeuta, psicólogo y psiquiatra juntos.

          —Coseré sus bocas sin anestesias con el estuche de agujas para coser de HaNa —HeeSook respondió con una sonrisa orgullosa de sí misma, logrando que JiMin soltara un suspiro decepcionado mientras negaba con su cabeza con su mirada baja.

          —No, HeeSook. —JiMin había perdido la cuenta de cuántas veces la rubia había respondido con una idea que involucraba dañar a los demás.

          —¿Cómo qué no? Es lo mejor que se me ha ocurrido hasta ahora, ¡no puedes decidir lo que yo haga o deje de hacer! —HeeSook miró molesta a JiMin y el pelinegro no podía creer que la rubia en verdad se hubiera ofendido por sus palabras.

          —Te expulsarán de nuevo, HeeSook, y entonces perderás todos estos años de estudio. ¿En serio quieres empezar la carrera de nuevo? Porque yo no. —JiMin habló seriamente hacia la rubia, logrando que la susodicha bufara en su lugar sin querer darle la razón al pelinegro.

          JiMin sonrió victorioso cuando HeeSook se quedó callada ante sus palabras, la pareja por fin entrando al edificio de la universidad donde verían sus clases del día.

          —Vaya, hasta que por fin llegan. —JungKook dijo mientras se acercaba a su mejor amigo mayor con TaeHyung a su lado.

          —¿Por qué luces molesta? —ChaeYoung preguntó con una sonrisa burlona en sus labios cuando se acercó a HeeSook con HaNa a un lado.

          —Está molesta porque le dije que si seguía amenazando a todos de muerte sería expulsada en definitiva de la universidad —JiMin respondió, haciendo que HeeSook rodara los ojos en su lugar.

          —Oh, cierra la boca, Park, o a quien coseré la boca serás tú. —HeeSook escupió con enojo hacia el pelinegro, haciendo que éste la mirara con burla.

          —No serías capaz de hacer eso. —JiMin retó a la rubia inconscientemente.

          Ésta se detuvo en seco en su lugar bajo la atenta mirada de sus mejores amigos y los respectivos amigos del pelinegro, volteándose a ver al susodicho con una mirada perversa en sus ojos.

          —Soy capaz de muchísimo más que eso.


PSYCHO ━━ park jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora