❛ PSYCHO ❜ ❝eres la única que está jodidamente loca como para salir con un chico como yo.❞
Park JiMin, un universitario que
fue acusado en su etapa de prepa-
ratoria de haber violado a su novia,
se fija en la chica loca de la universi-
dad, Ka...
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psycho capítulo veinticuatro
—ESTOY COMPLETAMENTE SEGURO de que esto es chantaje. —JiMin habló en el tono más ofendido que pudo haber hablado, haciendo que HeeSook se riera de la expresión de indignación pura en el rostro del pelinegro.
La rubia sonrió orgullosa cuando JiMin se dejó guiar por ella hacia el lugar de su «cita».
—Si mal no recuerdo, fuiste tú quien dijo sin presión alguna que podía pedir lo que quisiera, así que no es chantaje. —HeeSook se detuvo para tocar la punta de la nariz del pelinegro con el dedo índice de su mano derecha.
JiMin alejó su rostro con una mueca de manera automática, haciendo que HeeSook bufara y siguiera caminando, dejando atrás al pelinegro de labios gruesos.
—Lo siento, no me gusta el contacto físico sin previo aviso. —JiMin se disculpó cuando alcanzó a la rubia, bajando la cabeza avergonzado.
—No te preocupes, todos aquí tenemos nuestros problemas; como, por ejemplo: ayer le di una patada en las bolas al decano cuando me expulsó por una semana. —HeeSook lo dijo como si fuera lo más normal del mundo.
JiMin miró a la rubia con sorpresa, sabiendo incluso que ni siquiera tenía que sorprenderse de que la susodicha pudiera hacer cosas como esas.
—Quiero estar sorprendido por el hecho de que aún no estés en la cárcel, pero en realidad no me sorprende para nada. —JiMin comentó logrando que HeeSook se burlara del comentario del pelinegro.
—Sabes, yo sí me sorprendí de algo. —El comentario de HeeSook llamó la atención de JiMin, logrando que el pelinegro fijara su mirada en la rubia con interés mientras caminaban por la ciudad—. Recuerdo que cuando HyeMin se acercó a nosotros comentó que antes eras rubio... Me sorprendí muchísimo porque, siéndote sincera, en la universidad das la imagen de ser el chico más mojigato del puto mundo, lo cual es atractivo en cierto punto, debo agregar, así que fue un poco sorprendente saber que fuiste rubio una vez.
JiMin se sonrojó ante las palabras de HeSook, desviando su mirada a un lado por un segundo, antes de enfrentar la mirada de la rubia por un momento.
—Bueno, antes de la acusación, era muy diferente al chico que ves ahora. —JiMin confesó con voz cohibida, sintiéndose un poco inseguro de sus propias palabras, teniendo miedo de que estas pudieran despertar a su otra personalidad.
—Oh, puedo apostar eso. —HeeSook se burló—. Déjame adivinar: eras el típico chico popular, el más caliente de la escuela, con una vida social y sexual activa, que no tenía temor en coquetear con nadie y súper confiado de sí mismo. —La rubia pareció describir a la perfección la segunda personalidad de JiMin.
—Era exactamente lo que acabas de describir. —JiMin se mostró genuinamente sorprendido ante la descripción de la rubia—. De hecho, ese antiguo JiMin ahora es una personalidad aparte con la que tengo que lidiar día a día, sin contar mis problemas de ira.
HeeSook hizo un puchero de falsa tristeza.
—Oh, qué mal. Es una lástima que no puedas unirte con tu otro JiMin para que dejes de ser tan correcto y te liberes de toda esa tensión que cargas encima. —HeeSook hizo una mueca con sus labios.
—¿Qué quieres decir? —JiMin miró a la rubia con confusión.
—Sólo digo que, está bien ser correcto, bueno y todo lo que quieras de vez en cuando, pero, mírate, todos los días se burlan de ti, te juzgan sin saber y tú no haces absolutamente nada para detenerlo. —Las palabras de HeeSook hicieron que el pelinegro comenzara a rodar los ojos hacia la rubia—. Si dejaras de culparte por algo que no hiciste y aceptaras que HyeMin es una hija de perra y que tú en realidad sólo fuiste una víctima, y enfrentaras tus miedos, entonces tal vez dejarías de tener tantos problemas de personalidad y les cerrarías la boca a todos.
JiMin miró a la rubia como si estuviera loca.
—Okay, eso es mucha ciencia ficción en una sola oración. —El pelinegro se vió escéptico de las palabras de HeeSook.
HeeSook soltó un gruñido de frustración, echando su cabello hacia atrás con enojo.
—Joder, eres un puto terco y orgulloso de mierda. —La rubia miró mal al pelinegro y este se rió del enojo de la susodicha.
—Gracias, es mi mayor cualidad. —JiMin se burló con sarcasmo, haciendo que HeeSook rodara los ojos.
—Entonces, ¿qué?, ¿vas a dejar que HyeMin comience a hablar mal de ti en la universidad y arruine todo el esfuerzo que hiciste para salir adelante en estos años? Por una vez en tu vida deberías hacer uso de tus problemas de ira y poner a la niña linda en su lugar. —HeeSook comentó y sugirió con burla.
—Primero: no, y segundo: tampoco. —JiMin comenzó a irritarse—. Tengo mis personalidades bien controladas, sé cuándo ser el hijo de perra y cuando ser el chico bueno, así que deja de insistir con el mismo tema, HeeSook. —El pelinegro miró a la rubia de forma amenazante.
—Lo haré cuando vea al viejo Park JiMin de regreso, cuando vea al verdadero Park JiMin golpeando a todos los imbéciles que se burlan de él y lo acusan de ser violador; lo haré cuando dejes de imitar a una copia barata de chico bueno que claramente no eres para nada.
JiMin se enojó y empujó el cuerpo de HeeSook contra una pared detrás de la rubia con fuerza y sin delicadeza alguna.
—Cierra la boca, Kang. Si tienes alguna especie de fetiche con tener sexo con mi segunda personalidad, entonces te hago saber de una vez que lo que sea que tengamos ahora no funcionará para nada.
El pelinegro respiró fuertemente, mirando enojado a la rubia.
HeeSook sonrió cuando JiMin comenzó a sacudir su cabeza de un lado a otro con fuerza, el pelinegro quejándose de un supuesto dolor.
—Oops, creo que eso es tarde. —HeeSook sonrió con falso lamento—. ¿Puedo preguntar con cuál JiMin me estoy dirigiendo ahora?
El pelinegro levantó la mirada para sonreír malicioso hacia la rubia.
