❛ PSYCHO ❜ ❝eres la única que está jodidamente loca como para salir con un chico como yo.❞
Park JiMin, un universitario que
fue acusado en su etapa de prepa-
ratoria de haber violado a su novia,
se fija en la chica loca de la universi-
dad, Ka...
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psycho capítulo dieciocho
JIMIN SE DETUVO en seco cuando HeeSook salió de la puerta que había enfrente, en el mismo pasillo en donde veía sus consultas de terapias conversacionales, mirando con sorpresa a la rubia que había tenido la misma reacción que él, pero que rápidamente se recuperó de su sorpresa para sonreírle coqueta al pelinegro frente a ella que devolvió la sonrisa de manera incómoda.
—Pero qué jodida casualidad, vaya. —HeeSook se rió de la gracia del momento, para luego colgarse su bolso de cuero negro en su hombro derecho y acercarse a JiMin, agrandando su sonrisa.
—Sí, qué casualidad. —JiMin respondió casi con sarcasmo, absteniéndose de rodar los ojos y resignándose a sonreír forzadamente hacia la rubia.
HeeSook alzó una ceja ante el humor del pelinegro.
—¿Y? ¿Qué haces aquí? No, espera, ¿estás tomando terapia conversacional como yo por tus problemas de ira? Wow, ¿por qué nunca te vi salir de aquí? —HeeSook parecía encantada con el hecho de que JiMin estaba en el mismo lugar que ella.
—Sí, es una sorpresa para mí también. —JiMin siguió sonriendo incómodamente, desviando su mirada hacia todos lados menos a HeeSook, buscando una excusa para irse de allí lo más pronto posible.
HeeSook siguió sonriendo.
—Siempre he estado tomando las citas en la tarde, ¿por qué no te vi antes? —La rubia siguió indagando, sabiendo que estaba incomodando al pelinegro, pero sin importarle en absoluto.
—Sí, ah, yo me cambié al turno de la tarde algunos días para ajustarlo al horario de la universidad. —JiMin respondió, rascándose la nuca nerviosamente, para luego echar su cabello hacia atrás con su mano sin intención.
HeeSook observó la acción con atención.
—Deberías de comenzar a venir juntos al salir de la universidad, podríamos tener muchas cosas en común de la que tenemos ahora... —HeeSook sugirió, logrando que JiMin no pudiera evitar hacer una mueca de disgusto que luego trató de borrar cuando se dió cuenta de que HeeSook lo veía fijamente.
—Lo siento, HeeSook, pero estoy solo por mi cuenta, no necesito a nadie en mi camino o vida en este momento. —JiMin respondió con dureza, haciendo que HeeSook borrara su sonrisa y colocara su típica expresión sin emoción.
La rubia bajó su mirada al suelo por un momento, frunciendo su ceño y juntando sus labios en una línea recta, hasta que volvió a levantar su mirada hacia JiMin con una sonrisa falsa en sus labios pintados de rojo.
—¿Lo dices porque soy antisocial? ¿Porque estoy loca? —HeeSook casi se rió de sus propias palabras.
JiMin comenzó a negar con la cabeza rápidamente.
—N-No, no es eso, para nada. —El pelinegro no pudo evitar tartamudear al principio.
—¿Entonces? —HeeSook frunció su ceño—. No lo entiendo; me agradas, y eso es muy raro en mí. Y sé que no me vez como una loca como todos los demás lo hacen, y eso hace que te soporte y no piense en cómo matarte todo el día. —HeeSook estaba confundida respecto a la actitud del pelinegro.
—No quiero involucrarme con una chica como tú, HeeSook. —JiMin pronunció aquellas palabras sin sentirlo.
HeeSook se enojó.
—¿Una chica como yo, es en serio? Joder, debí de haberte matado esa vez que me tiraste al suelo porque eres igual de hijo de perra que todos; no me extraña que tu novia te haya acusado de violación. —HeeSook escupió con furia.
—¡Yo no soy un violador!
—¡Y yo no soy una jodida loca!
Ambos se miraron a los ojos, sus rostros a centímetros y completamente enojados por sus propios sentimientos por el otro.
»Pero, como quieras, me alejaré de ti y te dejaré en paz; total, no necesito maricas cobardes en mi vida.
HeeSook se dió media vuelta y comenzó a salir del consultorio, pero antes de irse, se giró a ver a JiMin y gritó:
»¡Y, para que sepas, tener sexo contigo fue lo peor del mundo y tu puto pene no sirve para nada, imbécil!
La rubia sonrió y se fue cuando notó la expresión enojada de en el rostro de JiMin, el pelinegro dejando escapar un grito de frustración y tirando al suelo unas sillas a su lado con ira.
Esa rubia se iba a arrepentir de haberlo humillado de esa manera y de haberse metido bajo su piel y robado su corazón cruelmente.