dieciséis

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psycho     capítulo dieciséis

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psycho     capítulo dieciséis






          HEESOOK DEJÓ CAER su bolso pesadamente en el sofá de cuero, sentándose de manera poco emocionada mientras su terapeuta la miraba con expectación, como siempre, con un café helado en sus manos.

          —Bien. Hable rápido antes de que decida clavarme su bolígrafo en el ojo. —La rubia se cruzó de brazos en su lugar, mirando aburrida al doctor frente a ella.

          El terapeuta negó con la cabeza, acostumbrado a la personalidad tosca de HeeSook, para luego comenzar a tomar nota del humor de la rubia en su libreta.

          HeeSook resopló con impaciencia, golpeando el tacón de su bota de manera molesta contra el suelo del consultorio, mientras le daba un sorbo a su bebida de cafeína por la pajilla que el envase traía.

           —¿Cómo estuvo tu semana? —El terapeuta preguntó, fijando su mirada en la rubia y esperando una respuesta de la susodicha, sosteniendo su característica libreta de notas y bolígrafo en sus manos.

          HeeSook rodó los ojos.

          Su terapeuta siempre le preguntaba lo mismo todas las semanas.

          —Lo mismo de siempre: aburrida; nada nuevo, nada interesante, nada divertido que la haya diferenciado de las demás. —HeeSook respondió con aburrimiento, volviendo a beber de su café helado y haciendo sonar la pajilla de esta de manera ruidosa al sorber.

          El terapeuta volvió a anotar en su libreta con su bolígrafo, sin reaccionar a la respuesta de la rubia.

          —¿En serio no hubo nada diferente esta semana? Luces menos tensa que la semana anterior, incluso puedo decir que tienes buen humor dentro de lo que cabe para una persona que sufre de un trastorno antisocial. —El terapeuta se mostró genuinamente interesado en el ligero, pero notorio, cambio de humor en HeeSook.

          La rubia bufó y se cruzó de brazos, con cuidado de no botar su café, echando su espalda hacia atrás en el respaldar del sofá.

          —Bueno, debo admitir que un buen sexo hace milagros. —HeeSook se encogió de hombros para luego descruzarse de brazos y darle un sorbo a su café helado, desviando su mirada de su terapeuta.

          Este pareció aún más interesado en la respuesta de la rubia, comenzando a anotar con rapidez en su libreta, casi logrando rasgar las pequeñas hojas.

          —¿En serio? Creí que habías dicho que no habías tenido sexo en bastante tiempo por tus estudios. —El terapeuta siguió indagando en el tema, casi emocionado por lograr lo que él creía un avance en su paciente.

          HeeSook le dió una mirada extrañada por el comportamiento de su terapeuta, pero igual se resignó a responder con vaguedad.

          —La verdad es que no había encontrado a un buen chico para tener sexo, pero luego me fijé en este chico... y era tan jodidamente lindo, sus labios fueron la mejor parte; así que, sí, puedo asegurar que tuve una buena follada con ese pequeño imbécil.

          HeeSook se rió de sí misma, dándole otro sorbo a su café helado, mientras sonreía de lado con lascivia ante el recuerdo de su encuentro sexual con JiMin.

          —Interesante... Cuéntame más de este chico.

          HeeSook sonrió emocionada y por primera vez pensó que su terapeuta/psicólogo no era un bueno para nada como creyó.


PSYCHO ━━ park jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora