veinticinco

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psycho     capítulo veinticinco

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psycho     capítulo veinticinco






          HEESOOK GIMIÓ SOBRE los labios de JiMin, el pelinegro tomando a la rubia por sus mulos para cargarla y llevarla, a ambos, a la habitación de la susodicha en su apartamento.

          JiMin besó a HeeSook con fuerza, apresurándose a abrir la puerta de la habitación de la rubia para entrar a la habitación y luego cerrar la puerta con fuerza, llegando hasta la cama para caer encima de esta con HeeSook debajo de él.

           El pelinegro se separó del beso con la rubia, sonriendo con burla cuando esta se apresuró a comenzar a quitarle la camisa a él.

          —¿Qué? —HeeSook le devolvió la sonrisa de burla a JiMin—. ¿Quieres que sea lenta? Puedo serlo. —La rubia sonrió con burla hacia el pelinegro, quien sonrió encantado hacia ella.

          —Creo que tomaré el control más a menudo. —JiMin sonrió, haciendo referencia con sus palabras a su trastorno de personalidad.

          HeeSook sonrió con malicia y terminó de deshacerse de la camisa del pelinegro, levantándose de su lugar para quedar frente a JiMin y rozar sus labios con los de él, sus manos encontrando los botones y cierre del pantalón del pelinegro, apresurándose a desabrochar estos al mismo tiempo que mordisqueaba los gruesos y esponjosos labios del contrario.

          JiMin soltó un pequeño gemido desesperado y llevó sus manos a la nuca de HeeSook, enterrando sus dedos en el cuero cabelludo de la rubia para chocar con brusquedad sus labios contra los de ella, robándole un jadeo a la susodicha.

          HeeSook se apresuró a bajar los pantalones de JiMin, el pelinegro terminando de sacarse sus pantalones por sus pies. El susodicho planeaba seguir besando a la rubia, pero esta se separó antes de que él pudiera seguir besándola.

          La rubia tomó de los hombros al pelinegro y les dió media vuelta a ambos, empujando el cuerpo del de labios gruesos hacia la cama, quedando este sentado en la orilla del mullido colchón mientras la rubia se arrodillaba frente a él... y su entrepierna.

          JiMin alzó sus cejas con sorpresa cuando HeeSook sonrió con malicia hacia él y bajó sus bóxers, liberando su miembro erecto, la rubia tomando el miembro viril del pelinegro entre sus manos, pasando su pulgar tentativamente por la punta del falo, sonriendo victoriosa cuando vió la expresión de JiMin contorsionarse a una de placer y sus labios abrirse para dejar escapar un gemido roto de desesperación.

          HeeSook soltó una risa encantada ante la reacción de JiMin a su toque, decidiendo ir por más y llevando sus labios a la punta de la polla de JiMin, posando sus labios alrededor y chupando con fuerza sin remordimiento alguno o vacilación, haciendo que el pelinegro moviera sus caderas inconscientemente hacia su boca y llevara una de sus manos a su cabello.

          HeeSook separó sus labios del miembro de JiMin, soltando una risa divertida ante la reacción del pelinegra, saboreando el líquido pre-seminal en sus labios y lengua.

          JiMin miró a la rubia con enojo y jaló con fuerza del cabello de esta, echando la cabeza de la rubia hacia atrás.

          —Deja de jugar. —A pesar de la expresión enojada del pelinegro, en su voz se notaba el deje de desesperación por ser complacido.

          HeeSook sólo siguió sonriendo hacia JiMin.

          —Como quieras, niño lindo.

           Y JiMin gimió de placer cuando HeeSook metió toda su polla en su boca.






          HEESOOK GIMIÓ FUERTEMENTE cuando JiMin chupó fuertemente su seno derecho mientras ella se dejaba caer sobre el miembro del pelinegro, el susodicho gimiendo alrededor del seno de la rubia cuando sintió su sensible polla abrirse camino en el interior de la rubia.

          JiMin dejó escapar el seno de HeeSook de sus labios, jalando el pezón de este con sus dientes antes de soltarlo, disfrutando de escuchar el gemido roto que dejó escapar HeeSook ante su acción.

          El pelinegro bajó sus manos hacia los glúteos de la rubia, apretando su agarre en el lugar para luego comenzar a guiar los movimientos de la rubia para que lo montara.

          HeeSook gimió y escondió su rostro en el cuello de JiMin, sintiendo al pelinegro comenzar a mover sus caderas hacia arriba al mismo ritmo del de ella, pasando sus largas uñas pintadas de negro por el pecho del pelinegro con desesperación.

          —Deja de ser un jodido codicioso y comienza a moverte de verdad, hijo de perra. —HeeSook sacó su rostro del cuello de JiMin para ver al rostro del pelinegro, mordiendo sus labios fuertemente para evitar que su tono flaqueara.

          JiMin se rió y echó su cabeza hacia atrás, su cabello húmedo por el sudor siguiendo el ritmo de su cabeza, para seguir moviendo sus caderas hacia arriba de manera tortuosa, sin hacerle caso a las palabras de la rubia.

          HeeSook gruñó enojada y empujó con fuerza a JiMin hacia atrás, la espalda del pelinegro chocando con brusquedad con el colchón mullido debajo de él, viendo a la rubia acomodarse en su regazo, encima de él, ambos gimiendo ante la fricción de la polla de JiMin dentro del coño de HeeSook.

          JiMin miró encantado, con una sonrisa extasiada en sus labios, como HeeSook comenzó a moverse con rudeza e impaciencia encima de él, saltando de manera implacable mientras sus senos rebotaban ligeramente, el pelinegro dejando escapar una serie de gemidos y gruñidos ante los movimientos de la rubia encima de él.

          HeeSook había marcado un ritmo implacable y limpio que no tardaría mucho en llevarlos a ambos al orgasmo en pocos segundos.

          JiMin se dió cuenta de que la rubia era más impaciente y desesperada de lo que creyó, siempre queriendo obtener lo que quería en el menor tiempo posible.

          Pero no se quejaba, no cuando lo estaban follando de esa manera tan placentera en ese momento.

          HeeSook sintió un nudo formarse en su vientre y comenzó a aumentar su ritmo, rebotando con más rapidez y fuerza sobre JiMin. El pelinegro comenzó a mover sus caderas hacia arriba de nuevo, igualando el ritmo de la rubia y persiguiendo su propio orgasmo.

          HeeSook comenzó a gemir con fuerza, sintiendo su orgasmo dispararse, y JiMin gimió en alto cuando sintió a la rubia correrse encima de él, llegando él a su orgasmo dentro de ella casi por instinto.

          HeeSook jadeó cansada y se dejó caer en el pecho de JiMin, el pelinegro rodeando el cuerpo de la rubia con sus brazos de manera instintiva.

          »Creo que estoy enamorada.

          HeeSook se volteó a mirar a JiMin y este se rió de las palabras de la rubia.

          Porque sabía que era mentira.


PSYCHO ━━ park jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora