PSYCHO ━━ park jimin

once

psycho     capítulo once

          JIMIN GIMIÓ EN su lugar cuando HeeSook chocó sus labios contra los de él con fuerza, sintiendo su cuerpo calentarse ante el toque de la rubia de la cual admitió sentirse atraído fuertemente a pesar de sus evidentes «problemas de comportamiento».

          La rubia sonrió cuando JiMin por fin se relajó en su lugar, montándose encima del regazo del pelinegro para comenzar a besar el cuello de este.

          —¿Q-Qué...? ¿Qué haces? —JiMin preguntó con voz ida, sumido en las sensaciones que el centro de HeeSook moviéndose sobre su entrepierna vestida le causaban.

          El pelinegro de hermoso eye smile colocó sus manos en las caderas de la rubia, apretando fuertemente su agarre en la susodicha.

          —¿Qué? ¿En serio crees que te arrastré hasta tu apartamento compartido para que jugáramos a las cartas? No, cariño, planeo que nos divertamos mucho esta noche. —HeeSook sonrió hacia el pelinegro de labios abultados con burla y luego chocó sus labios rojos contra los del contrario, haciendo que JiMin jadeara ante los chasquidos que se producían por sus labios.

          JiMin tenía que admitirlo, HeeSook sabía manipular a alguien demasiado bien.

          O simplemente era él quien quería estar con la rubia.

          Probablemente era la segunda opción, pero él no quería aceptarlo porque iba contra toda su moral y reglas estar con alguien como HeeSook; aunque, después de ser acusado de violación, se prometió a sí mismo a no juzgar a la gente.

          Pero con HeeSook era imposible, era imposible cuando la rubia siempre estaba dejando en claro lo tanto que odiaba a las personas a su alrededor y lo tanto que disfrutaría matándolos a todos.

          JiMin volvió a dejar escapar un gemido roto cuando HeeSook desabrochó sus pantalones y bajó su ropa interior, sacando su miembro del interior de estos.

          La sonrisa diabólica de la rubia no pasó por desapercibido por el pelinegro.

          —¿Q-Qué haces? —preguntó de nuevo JiMin, mordiendo su labio inferior de manera nerviosa y ansiosa cuando HeeSook se bajó de su regazo para arrodillarse frente a su entrepierna desnuda.

          —Hablas demasiado, Park. —HeeSook se quejó mientras se abstenía de poner los ojos en blanco ante el evidente nerviosismo del pelinegro de lindos labios—. Tienes suerte de que esté lo suficientemente caliente como para soportarte, y que eres muy lindo como para dejarte ir.

          JiMin sintió como su cuerpo reaccionó violentamente cuando HeeSook tomó la punta de su polla en sus labios, chupándola suavemente. El pelinegro apretó fuertemente su mandíbula para evitar soltar el gemido de sorpresa que se había atascado en su garganta, pero sus labios se terminaron separando a la final para soltar un gemido ronco de placer cuando HeeSook tomó toda su polla en su boca, chupando fuertemente con la intención de hacerle perder la cordura.

          HeeSook gimió alrededor de la polla de JiMin, logrando que el pelinegro enroscara una mano en su largo cabello y apretara este, pero sin jalarlo o empujar su cabeza hacia adelante, sólo apretar el agarre en el cabello para evitar mover sus caderas hacia adelante.

          HeeSook sacó el miembro de JiMin de su boca y sonrió hacia el pelinegro.

          —¿Por qué te detienes? —JiMin frunció su ceño, pero trató de no sonar maleducado o con un tono que pudiera ofender a HeeSook.

           —¿Por qué te contienes tú? No voy a acusarse de violación, si eso es lo que piensas. —La rubia se burló del pelinegro—. Si voy a dar una mamada, a cambio quiero que follen mi boca; ¿entendido?

          JiMin asintió titubeante y HeeSook volvió a sonreír antes de introducir la polla del chico en su boca de nuevo, sintiendo con satisfacción como el azabache comenzaba a mover sus caderas hacia adelante.

          Debía admitir que Park JiMin tenía muchas cosas de las que enorgullecerse.