Capitulo #06.

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Jimin's POV

El salón de costura era hermoso. Había demasiado espacio, tanto como para poder dividirlo en tres habitaciones.

Las paredes estaban pintadas en un azul celeste, y había unos estantes gigantes —que abarcaban toda una pared— divididos en cuadros donde se encontraban todo tipo de telas. También estaban unas cajoneras llenas de accesorios como botones, cremalleras, listones y hasta joyas.

Tenía una máquina de coser de último momento, maniquíes ajustables y un gran espejo con detalles dorados.

Era un lugar de ensueño. Mi imaginación podía volar lo suficiente para crear más de mil hermosos vestidos con tanto material.

Si me hubiesen dicho semanas antes que me encontraría confeccionando ropa lujosa para la realeza, hubiese soltado la carcajada de mi vida.

Recargué mi espalda contra el respaldo de la silla giratoria y solté un suspiro que retumbó en las paredes de concreto.

No tenía idea de cuantas horas llevaba con el culo en la silla, pero habían sido las suficientes para sentirme complemente cansado.

El reloj de pared marcaba cinco para las diez de la noche, y entonces recordé que tenía irme lo más rápido posible a los dormitorios si no quería tener problemas.

Porque la puntualidad en este lugar era crucial.

Dejé la gabardina del príncipe Kim Seokjin a medias, le puse alfileres para que los pliegues que había realizado no se deshicieran, y después lo puse en el maniquí.

Estaba listo para irme a descansar y dejar caer mi cuerpo en mi nueva cama. Mi primer día de trabajo en el palacio estaba finalmente concluyendo.

Haber conocido a todos los integrantes de la nueva generación del clan real había sido toda una montaña rusa de emociones.

Beomgyu parecía ser un sol. Había sido muy tímido, y tierno. Me gustó bastante que intentase entablar una conversación conmigo, preguntándome como mi día estaba yendo.

En cambio, Kim Seokjin se había encontrado muy observador y serio.

Tenía mucha curiosidad por saber que era lo que había especulado el príncipe Yoongi y Taehyung en mi presencia. El mínimo contexto que había alcanzado a rescatar era que el hermano mayor Kim se había enrollado con la modista anterior.

Pero incluso, el pensamiento me parecía inverosímil. ¿Como eso podía pasar en un palacio?

Si tenía suerte, mis compañeros de trabajo serían lo suficientemente cotillas para contarme al respecto.

Volviendo al tema, el príncipe Taehyung tenía unas facciones más relajadas —que aún así, no dejaban de lucir un poco intimidantes—. Su seriedad parecía ser parte de su día con día, pero la elegancia de su mirada era capaz de ponerte nervioso.

Soojin y Yeosang llegaron juntos. Fueron muy parlanchines, gritaron y se quejaron de algunas cosas que no tomé importancia y ni siquiera dijeron hola, adiós, ni gracias.

Irene fue muy seria, no dijo ninguna sola palabra, y cuando se fue, azotó la puerta. Moonbyul fue un poco coqueta, pero de cierta manera muy amable.

Y Yoongi...ah.

Había algo en el que me hacía sentir nervioso cuando estaba cerca.

Probablemente era la seriedad de su rostro, o la burla de sus palabras. Como su compostura siempre lucía perfectamente correcta, y como respondía con pasividad.

Como era el sucesor al trono, podía adivinar que todas las actitudes que optaba de soberbia y arrogancia se debían a eso.

Solté un suspiro.

El modista del rey |Yoonmin omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora