Capitulo #56.

3.7K 412 144
                                    

Jimin's POV

—Jimin... —me llama el Omega.

No sé cómo actuar, ni qué decirle. 

A mí lado, tampoco lo sabe Isaac, el soldado.

Por la expresión que lleva en el rostro, no sabe si detener al príncipe de su estado de desesperación, o si ignorarlo, porque al final de todo se encuentra bajo las órdenes de Yoongi, que básicamente rondan mi protección.

—Principe Choi. —desvío la vista de la longitud del pasillo para mirarlo. —No creo que sea momento.

El cabello casi le pica los rojos, pero no parece importarle, ni mucho menos lo desaliñado que luce.

—¿Por qué no? —Su voz suena dulce a pesar de que protesta. —No me gusta esto... me disculparé las veces que sean necesarias. Usted es mi único amigo, hyung.

Trago saliva, después desvío la mirada.

Me siento mal por él. No lo definiría como lástima, solo una sensación menor a la pena.

Beomgyu es jóven y casi iluso. Entiendo eso a la perfección. Su vulnerabilidad se multiplica el doble cuando está rodeado de personas que se aprovechan de eso con facilidad.

Seré honesto y diré que la princesa Bae —Irene— fue bastante inteligente en usar al menor como su mano derecha, no solamente inteligente, sino también predecible para algunos. Me he encontrado a mi mismo en distintas ocasiones cuestionadome: ¿cómo es posible qué no caí en cuenta? Ahora que veo la situación con otros ojos, desde otra posición e indagando el pasado, siempre fue bastante obvio.

¿No?

Una parte de mi interior me dice que su interés amistoso en mí siempre fue genuino, pero no puedo dejarme guiar ciegamente por mi conciencia. Me ha quedado más de una vez claro que jamás dejas de conocer a alguien, mucho menos a un integrante del clan real.

¿Y entonces? ¿Qué hago?

Tampoco puedo seguir evitando al Omega, que parece bastante arrepentido y apenado.

—Hyung... —me llama de nuevo, esta vez, en un hilo de voz.

Ceso mis pasos, haciendo que el soldado y el príncipe lo hagan igual.

Cuando regresé al palacio después de haber sido básicamente despedido, el príncipe Beomgyu fue el primero en visitarme en el salón de costura. Tan pronto como me miró se le llenaron los ojos de lágrimas y sin tan solo no le hubiera detenido de los codos, se habría puesto de rodillas.

Me escandalicé mucho.

No pude persuadirlo de mucho porque se disculpó una y otra vez, entre lágrimas e intentando explicar cómo se habían dado los hechos: como Irene lo usó de marioneta.

—Principe Choi, está bien. Queda en el pasado. —digo con simpleza.

Es tonto que lo diga, hipócrita de mi parte, y lo he aprendido a las malas: Mantener espacio con los integrantes del clan real es la mejor opción. 

El menor busca algo en mi mirada, y logro comprender que es cuando pregunta:

—¿E-estamos bien? —traga saliva. —Quiero decir- umh...¿Seguirá siendo mi tutor?

Aprieto los labios.

—No lo creo, príncipe.

Su rostro se desencaja en pesadumbre.

—Pero acaba de decir que estamos bien, hyung. —su voz suena como un lloriqueo.

—Mantengamos nuestros espacios personales intactos el uno del otro. 

El modista del rey |Yoonmin omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora