El modista del rey |Yoonmin omegaverse|

Capitulo #32.

Park Jimin's POV.

Tengo resaca, la garganta seca, y los músculos adoloridos. Caminar hacia las escaleras ha sido un doloroso trayecto, a pesar de solamente haber un par de pasos de distancia entre medio.

Me recargo en el barandal de las escaleras —aún encontrándome en el segundo piso—observando a la abuela, que se encuentra sentada masticando un pedazo de manzana en el comedor. Parece notar mi presencia porque sus ojos se posan sobre mi, seguido dejando soltar una risa.

—¿Tienes resaca, Jiminie?

Me pregunto que tipo de cara tengo en este preciso momento para que sea lo primero que me pregunte en el día.

—Honestamente, sí. —respondo con una mueca avergonzada.

La mujer no me mira con desaprobación, simplemente se ríe, por lo que cierto alivio me recorre las entrañas.

—Ven aquí. Te prepararé la comida. —dice levantándose de la cilla para aproximarse al refrigerador.

Inconscientemente aprieto los puños, estando un poco ansioso e intimidado por bajar las escaleras. Los músculos de mis extremidades inferiores están entumecidos de dolor, así que bajar los escalones será hacer un gran esfuerzo para no caerme y rodar hasta el suelo.

Me espero a que la abuela me de las espaldas para que no me vea batallar, sin embargo cuando estoy en el tercer escalón, se voltea rápidamente para preguntar:

—¿Y cómo te fue ayer?

No sé porqué siento que es la pregunta es acusatoria, pero tal vez estoy siendo muy paranoico.

—Bien... —asiento con la cabeza. —ha estado tranquilo.

Já.

—Ya veo. ¿Quién te ha traído a casa? —la abuela pregunta echándose a la boca un último pedazo de manzana.

Parpadeo al ritmo en el que mi corazón se acelera.

—Taemin, ¿por?

—Curiosidad. —dice volviendo a girar sobre sus talones.

La realidad me ha caído como balde de agua fría encima esta mañana. Realmente espero que los acontecimientos que se llevaron a cabo en la madrugada no hayan salido de las cuatro paredes de mi habitación.

Diablos.

Cuando mis pies por fin tocan el suelo plano dejo salir un suspiro de alivio. Intento actuar normal mientras camino, aproximándome hacia la cocina.

—¿Dijiste que Taemin era Omega?

Me siento lentamente en una silla, analizando la pregunta.

—Si. Es mayor que yo. —explico un poco extrañado.

La abuela, que anteriormente se encontraba dándome las espaldas se gira de golpe mirándome y arrugando su nariz.

—¿A quien hueles? —su voz tiene una pizca de sorpresa.

El estómago se me revuelve.

Por más que intenté deshacerme de su aroma, aún sigue presente en mi cuerpo.

—¿A-ah? —mi cabeza con resaca no logra inventar una excusa rápida.